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La palabra Sinéctica es un neologismo de raíz griega, que significa la unión de elementos distintos y aparentemente irrelevantes. Comenzó a formar parte del vocabulario de los estudiosos de la creatividad, cuando WILLIAM GORDON, luego de varios años de trabajo, publicó en 1961 el libro Synectics.

GORDON define la Sinéctica como un teoría y como un método. Como teoría tiene un sentido operacional, ya que procura estudiar el proceso creativo, y descubrir los mecanismos psicológicos básicos de la actividad creadora, ha objeto «de aumentar las probabilidades de éxito en las situaciones de planteo y solución de problemas», (GORDON, 1980, pág. 78). En tanto que como método, constituye un enfoque estructurado cuya finalidad es brindar un procedimiento repetible, capaz de aumentar las posibilidades de arribar a soluciones creativas para los problemas, (PRINCE, 1980).

La investigación sinéctica asumió desde el comienzo que el proceso creativo puede ser descrito y enseñado; y que la creatividad en el arte y la ciencia son procesos análogos, puesto que se caracterizan por los mismos procesos psíquicos fundamentales, igual que ocurre con los procesos de creación individual y grupal.

Todo esto condujo a tres hipótesis que caracterizan el planteamiento de la Teoría Sinéctica:1. La eficacia creativa de las personas puede aumentar notablemente, si se les hace
comprender los procesos psicológicos que se ponen en funcionamiento.
2. En el proceso creativo, el componente emocional es más importante que el intelectual,
y el irracional más importante que el racional.
3. Son estos elementos emocionales e irracionales los que pueden y deben ser comprendidos
para aumentar las posibilidades de éxito en toda situación de solución de problemas, (GORDON, 1980, pág. 81).

Mecanismos Operacionales de la Sinéctica

La Sinéctica otorga una gran importancia a los elementos emocionales, irracionales e
inconscientes en la búsqueda creativa. Sin embargo, es fundamental no perder de vista que en
ningún caso lo emocional o lo irracional están completamente divorciados de la reflexión
racional. GORDON afirma: «Las soluciones definitivas a los problemas son racionales; el proceso
de encontrarlos no lo es», (1980, pág. 82).

En el proceso concreto de buscar soluciones creativas, GORDON observó que la capacidad
para percibir y utilizar lo que aparentemente era irrelevante, se convertía en una llave maestra para obtener un buen resultado. Así tomó cuerpo el convencimiento que era obligatorio
plantearse nuevas perspectivas, con capacidad para arriesgarse y asumir riesgos. Se demostró
con claridad que era vital escapar de los estrechos marcos de lo habitual, tomar la decisión de jugar, para terminar transformando el mundo conocido y familiar en algo completamente
diferente, e incluso ajeno.

De este modo nacieron los dos principios que constituyen el verdadero corazón de la
Sinéctica:
1. Vólver conocido lo extraño
2. Volver extraño lo conocido

Teniendo estos principios como inspiración básica, el método sinéctico consiste esencialmente
en proporcionar los mecanismos que permitan trastocar lo extraño y lo conocido. En este contexto, se proponen tres tipos generales de mecanismos de juego, que conducen finalmente
a cuatro mecanismos operacionales de carácter metafórico, para volver extraño lo
conocido.

Los mecanismos de juego son los siguientes:
1. Juego con palabras, significados y definiciones
2. Juego de alterar una ley fundamental o un concepto científico
3. Juego de metáforas

Finalmente, los cuatro mecanismos operacionales que se encuentran ampliamente destacados
en la literatura especializada, y que constituyen una especificación de los juegos anteriores,
son los siguientes:
1. Analogía Personal
2. Analogía Directa
3. Analogía Simbólica
4. Analogía Fantástica

Explicaciones Adicionales
No se debe olvidar que todos los mecanismos de la Sinéctica están siempre enfocadas a volver extraño lo conocido, como punto de partida para el proceso de búsqueda creativa. El aporte de estos mecanismos consiste en proporcionar un procedimiento accesible para alcanzar ese objetivo.
El juego con palabras consiste en tomar una palabra, o postulado específico, como representación concreta de un problema, y proceder luego a jugar con ella de un modo enteramente libre. En este proceso la palabra se lleva y se trae; se invierte, se transforma, se divide, se asocia con nuevos significados, abriendo así la puerta a realidades que permanecían fuera de la percepción habitual. GORDON relata que la invención de un abrelatas radicalmente
nuevo, comenzó con una sesión de juego de tres horas con la palabra «abierto».

El juego de alterar una ley fundamental tiene similares características. Puede variar desde postular un universo en que el agua corre hacia arriba, para buscar un nuevo enfoque para un problema de hidrodinámica, hasta hacer preguntas del tipo: ¿cómo se podría abolir la segunda y tercera ley de la termodinámica?, o ¿cómo podríamos negar la entropía?. Este mecanismo de juego tiene grandes posibilidades de aplicación en problemas de invención, y sólo se requiere plantearse la pregunta: ¿qué ley podemos elegir para sacarla de su normalidad?

El juego con metáforas es uno de los mecanismos más fructíferos que tiene la Sinéctica
para desplazarse de lo familiar a lo extraño. Consiste esencialmente en establecer una comparación, acercamiento o continuidad entre cosas semejantes y diferentes, recurriendo concretamente a algún tipo de analogía personal, directa, simbólica o fantástica. Por esta razón, estas analogías «deben considerarse como procesos mentales específicos y reproducibles, herramientas para poner en movimiento en proceso creativo y para sostener y renovar esta actividad.», (GORDON, 1980; pág. 87).

Analogía Personal
Con este mecanismo se pretende que cada persona se identifique personalmente con
un problema o con elementos que son parte de un problema. La forma más simple de poner
en práctica esta analogía es partir con la pregunta: ¿si yo fuera …? De esta manera, se produce
una fusión imaginaria entre una persona y un objeto o situación, que posibilita una mirada
desde dentro, al especular sobre los sentimientos, los pensamientos y las formas de actuar
propios de cada caso. Un buen ejemplo de esto lo proporciona el escritor JOHN KEATS, quien
escribe: «Salté temerariamente al mar y desde entonces he conocido mejor los sonidos, las
arenas movedizas, las rocas, que si me hubiese quedado sobre la verde ribera fumando una
tonta pipa, tomando té y aceptando el cómodo consejo».

Analogía Directa
Este mecanismo busca establecer todo tipo de comparaciones entre hechos, conocimientos,
tecnologías, objetos u organismos, que posean algún grado de semejanza. Esto supone
establecer distintas relaciones entre el tema tratado y otro fenómeno diferente. A modo
de ejemplo, podemos recordar un testimonio de ALEXANDER GRAHAM BELL: «Me llamó la
atención que los huesos del oído humano fueran tan voluminosos, en comparación con la
delicada y endeble membrana que los accionaba y se me ocurrió que si una membrana tan
delicada podía mover huevos tan voluminosos, por qué no iba a poder un trozo de membrana
más grueso y voluminoso mover mi pieza, de acero. Y fue concebido el teléfono».

Analogía Simbólica
Este mecanismo recibe también el nombre de Título de Libro. Se trata de formular enunciados muy comprimidos y con sentido poético, a partir de un problema dado. El procedimiento
consiste en seleccionar una palabra clave, relacionada con el problema, y preguntarse cuál será su esencia, para luego intentar experimentar o sentir los significados descubiertos.

Finalmente, hay que integrar toda esa trama de significados y sentimientos en una o dos
palabras, como si se tratara de un título de libro. Por ejemplo, partiendo de la palabra «ácido»
se llega a la expresión «agresor impuro», o de «cremallera» para terminar en «segura intermitencia ». Estas expresiones, unas veces poéticas, otras un tanto paradójicas, tienen la virtud de integrar realidades muy distintas, abriendo un campo nuevo de discusión y de sugerencias.

Analogía Fantástica
Con este mecanismo se pone entre paréntesis toda forma de pensamiento lógico y racional, y se entrega salvoconducto a la fantasía. Partiendo de un problema específico, esta libertad conduce a la expresión abierta de pensamientos desarticulados y ajenos a todo sentido común. Esto conduce a soluciones imaginarias que están fuera del universo de lo posible, pero que pueden desembocar en respuestas concretas y realizables. Por Ejemplo, para hacer frente al problema de inventar un cierre a prueba de vapor para trajes espaciales, la pregunta fue: «¿cómo desearíamos, en nuestra fantasía más loca, que funcionara el cierre?». Esto llevó a pensar, entre otras cosas, en microbios invisibles trabajando con disciplinada eficiencia, en insectos amaestrados siguiendo una delicada rutina, y hasta en un genio poderoso y desinteresado,
pero finalmente se alcanzó una propuesta real que resolvió el problema, (GORDON, 1980; págs. 91 y 92).

Formación de un Grupo Sinéctico
Estos grupos son normalmente interdisciplinarios. La tendencia es que se trate de grupos
reducidos, con 5 ó 7 miembros de formación muy variada: físicos, químicos, artistas,
psicólogos, biólogos, etc. Esta heterogeneidad es deseable, puesto que constituye una garantía
de que se lograrán desarrollos divergentes. La historia de los grupos sinécticos, sin embargo,
revela que en mayor proporción están constituidos por personas de formación técnica y
científica, y con un componente menor del área artística y las ciencias sociales, (MARÍN,
1985; pág. 109).

Un miembro clave del grupo, es el moderador encargado de dirigir las sesiones. «El moderador en Sinéctica es responsable principalmente de que la investigación sobre el problema se mantenga dentro de los límites del diagrama de secuencia, y de asegurar la generación,
desarrollo y uso eficaz del material analógico», (PRINCE, 1980; pág. 100).

Un diagrama de secuencia, o diagrama de circulación sinéctica, comprende una rigurosa
secuencia de pasos que comienza con el problema dado y con los análisis y explicaciones
de los expertos, para seguir luego con las distintas rutas analógicas, y terminar con la formulación y examen de las soluciones, (PRINCE, 1980; pág. 101; SIKORA, 1979; pág. 50).

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Este texto ha sido encontrado en la web, hacemos referencia de los creditos correspondientes a:
RICARDO LÓPEZ PÉREZ, 1995
DESARROLLOS CONCEPTUALES Y OPERACIONALES ACERCA DE LA CREATIVIDAD
UNIVERSIDAD CENTRAL ESCUELA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, CHILE
I.S.B.N. 956-7134-12-X

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