Al iniciar un proyecto de diseño, nos encontramos de repente en un camino difuso e intrincado, la mente nos lleva por caminos imaginarios y las ideas se generan y vuelan libremente, lo cual es muy bueno para generar la motivación necesaria en toda nueva tarea que emprende el ser humano, pero este estado inicial muy pronto cambia por uno de inquietud e incertidumbre, pues pronto tendremos que tomar decisiones muy importantes e ir aterrizando el proyecto.
La fase inicial de un proyecto de diseño es la “definición de la tarea” (Pahl et. al. 2005), luego siguen las fases de diseño conceptual, diseño preliminar y diseño detallado.
La definición de la tarea también conocida como diseño informacional sirve lograr la completa comprensión del problema y para aclarar los objetivos del diseño que se desean alcanzar.Involucra la identificación de las necesidades de los clientes y usuarios, conocer el estado del arte y de la tecnología, los productos similares de la competencia o del mercado, conocer a la empresa misma, para finalmente delimitar algunas características técnicas del producto que esten de acuerdo con estas fuentes de información.
Es aquí donde el QFD contribuye para que las necesidades de los clientes se traduzcan en requerimientos técnicos de diseño priorizados en función de su grado de importancia atribuido directamente por los consumidores y otros actores involucrados en las decisiones inciales del diseño.El QFD es una herramienta para la toma de decisiones en el proceso de desarrollo de productos. Akao (1990) define el QFD considerándolo un despliegue sistemático que involucra todas las relaciones existentes a partir de las conversión de las exigencias de los usuarios en características de la calidad, incluyendo la calidad del diseño, de las piezas funcionales y del proceso de fabricación.
El QFD por medio de un conjunto de matrices despliega las diversas necesidades, identificadas de los mismos clientes, para un determinado producto o servicio, las compara con la situación existente y finalmente las transforma en especificaciones técnicas de diseño debidamente priorizadas.Revela también las contradicciones técnicas o cualitativas que pudieran existir, constituyendose en una poderosa herramienta para tomar las decisiones que daran forma a las soluciones de la siguiente etapa del diseño, la del diseño conceptual.
Por ejemplo en el diseño de un clavo o tornillo, se identifica la necesidad de fácil penetración, lo cual se puede traducir en un determinado diametro del clavo y diametro de la punta misma, también tendrá que ver con la dureza del material y quizá con el largo de la punta, luego habrá que identificar dimensiones específicas para cada uno de parametros o características, diametros, durezas, longitudes, etc.
Pero existen mas necesidades, queremos que la punta no se doble, que sea inoxidable, que sea barato, que sea bonito, que sea apilable, que se pueda parar sin agarrarlo, etc. etc.
Entonces el QFD permite desarrollar todo este despliegue de necesidades, que luego es ordenado en una matriz que las vincula con ciertos requerimientos y cierto grado de relación entre ellas mismas.
Gracias al QFD al final podremos contar con una lista de características técnicas con el que debe de contar nuestro producto o servicio ordenado de acuerdo al grado de importancia obtenido por la investigación del mercado y el benchmarking.
El QFD nos permite entonces establecer las metas del proceso de diseño de una manera sistematica teniendo encuenta el factor mas importante del diseño: las necesidades del usuario.
Pedro Reyes
13 marzo, 2009 at 1:21 pm
pues esta bien esto, pero en realidad cuales son los verdaderos puntos para qdf…y como funciona su matriz?
8 junio, 2009 at 5:40 pm
has dicho con palabras sencillas la utilidad del qfd. Es un buen enfoque para el proceso de diseño. Creo que todo aquel que desea comprometerse con esta disciplina, la del diseño debe saber de ella.