(*) Texto leído con ocasión de la conferencia dictada el día 28 de julio de 2017, en la Universidad Unisabaneta de la ciudad de Medellín – Colombia; a la cual fui generosamente invitado por un exalumno.
Señor Doctor Juan Rodrigo Vega Henao
Decano de la Escuela de Derecho de UNISABANETA
Señor Profesor Octavio León Arango
Director del Grupo de Investigación en Derecho Privado, de esta Casa Superior de Estudios
Profesora Jessica Barrios Ramírez
Señor Profesor Camilo Andrés Gómez Pérez
Queridos estudiantes
Confieso, sin pudor, que mi conferencia de esta tarde no será nada fácil. Y no lo será, porque tengo el corazón completamente desbocado por todos los sentimientos que se agolpan aquí dentro, por el hecho de estar en esta querida tierra paisa.
Retornar a Medellín es volver a su cielo azul, sus amaneceres, su verdes montañas; sentir la lluvia golpeando incesantemente la piel y ese olor a hojas secas que inunda el espacio de una fragancia bienhechora; o contemplar sus tardes soleadas que invitan a detenerse para agradecerle a Dios por tanta maravilla; pero también al lugar donde ocurrieron algunos de los momentos más trascendentales y felices de mi vida.
Vuelvo otra vez a la tierra de Carrasquilla, de León de Grieff, de Abad Faciolince; y por supuesto a la casa de mis amigos más queridos, a quienes les debo la amistad, los abrazos, las palabras de calma y de aliento, y el saber estar ahí a pesar de las fronteras que físicamente nos separan, pero que al mismo tiempo se diluyen por obra del afecto que nos une. Sin ellos, mi vida, fuera y dentro de la Academia, no tendría ningún sentido.
Pero Medellín es también el hogar del Profesor Camilo Gómez Pérez, a quien conocí cuando era aún estudiante en la Escuela de Derecho de la Universidad de Medellín, en el 2008. Recuerdo a Camilo como el alumno más brillante de mi clase, como impulsor –junto a otros jóvenes– de un semillero de investigación en Derecho del Consumidor y promotor incansable de actividades académicas; y en donde ya evidenciaba su talante de gran jurista. Desde entonces, tengo el privilegio de su amistad, y hoy –en el día en que mi patria celebra un año más de su independencia– me hace el regalo más hermoso que un Profesor puede recibir: verlo convertido también en Profesor, precisamente en una disciplina tan cara al Derecho como es el Derecho del Consumidor, en la cual, sin hesitación alguna, muy pronto sentará auténtico magisterio. Gracias por todo y por tanto, apreciado amigo, y ojalá pueda tenerte pronto en mi país para devolver doblado cada uno de tus gestos.
He venido a Medellín innumerables veces, y si bien creo conocer con cierto detalle muchas de sus calles, plazas y recovecos, siempre hay en ella algo nuevo y mágico que enamora. Por ello, y dada la emoción que me embarga, prefiero que sea el gran poeta uruguayo Mario Benedetti quien termine esta primera parte de mi intervención; con unos versos que resumen válidamente este momento:
Vuelvo, quiero creer que estoy volviendo
Con mi mejor y peor historia
Conozco este camino de memoria
Pero igual me sorprendo.
Medellín, 28 de julio de 2017.