Archivos Mensuales: agosto 2014

Enrique Zileri: si quieres aprender, enseña

Categoría : General

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Si quieres aprender, enseña, era una frase que se le atribuye a Séneca y Cicerón, pero es la que mejor le cae a Enrique Zileri. Los que pasamos por la revista Caretas, creo que podríamos suscribirlo. Claro, otra cosa era el método, que pasaban por los gritos que se generaban en el quinto piso y retumbaba en toda la revista, cuando algo no le parecía, o cuando se demoraba en demasía el pedido de fotos o revistas anteriores del archivo, pero como el señalaba en una entrevista a Milagros Leiva el 2011, era de pura inspiración, más que de explosión, aunque luego reconoce que “…Han volado ceniceros, eso sí, ja, ja, ja…Nunca tirado contra nadie, solo contra la pared…De pura inspiración. Hay cierta gente muy controlada y eso hace un daño espantoso yo creo que el desfogar la tensión hace mucho bien”.

Pero dirigir una revista como Caretas que marcaba agenda y era referencia, no era cualquier cosa. Y encima tenía que buscarse la imagen o la foto “vívida” como exigía Enrique, y en base de eso se redactaba la nota, la crónica y el artículo o los chismes sin confirmar. Todo en medio de una vorágine semanal que se iniciaba el jueves a mediodía con el balance de como se había editado el número vigente y como se planificaba el siguiente, entre todos los editores.

Su paso por la publicidad en agencias como McCain Erickson ha sido un aporte al periodismo no sólo de Caretas. Cuándo muchos se preguntaban; ¿Por qué no se puede ganar a Caretas?, mucho tenía que ver con el genio de la imagen, la publicidad y del periodismo, que Enrique Zileri supo condensar en las famosas carátulas semanales. Su obsesión en el buen sentido con la imagen y su experiencia publicista se reflejaban en el diseño de lo que quedaba como carátula y en la frase que la acompañaba.

Es cierto que él llegaba, los martes de cierre, con cierta idea para la carátula, pero sopesaba su idea con una última reunión de editores y tomar nota de algún tema adicional o nuevo que podría variar la misma. Luego, de ello las fotos en base a los temas posibles llenaban la mesa de reuniones con los diseñadores y diagramadores al costado, tomando apunte sobre las ideas, la sátira y el humor que como él decía sólo debían sugerir, para el lector se forme su propia idea u opinión. A la una de la mañana del miércoles, si no había sorpresas de la coyuntura, la carátula de la semana estaba lista, luego se iba y la revista quedaba en manos de subdirectores y editores, que luego tenían que justificar sus decisiones los jueves.

Si había fallas garrafales los gritos podrían volver a aparecer, por lo que de alguna manera ese también era su método de control de calidad y una prueba de esfuerzo para periodistas y editores durante la semana. Aunque siempre estaba dispuesto a absolver consultas y dudas, propias de la tensión. Nunca pase por una reacción de ese tipo, pero en el tiempo que pase por Caretas, junto a periodistas como Raúl Vargas, César Lévano, Guillermo Gonzales Arica, Sergio Carrasco, Rafael Hidalgo, Víctor Andrés Ponce, podemos recordar su estilo.

Creo que todos concordarán que no era gritar por gritar, sino que en medio de ello estaba la angustia de no bajar el nivel, de tener el destape y la primicia precisa, la buena redacción, la imagen, que era lo principal, y no faltar a la verdad. Muchos juicios encima son sus condecoraciones, pero también parte de la tensión de no volver a caer en ello, si no se tenía cuidado con lo que se publicara.

Al ser editor de la sección que él había calificado como de Seguridad, pero que en realidad era como el área de investigación periodística, una desavenencia que tuvimos un jueves, fue sobre la leyenda de la nota principal, “La Fiscal de la Mansión” (Caretas N° 1543) escrita por Mabel Barreto y que a su vez era la carátula de la semana, y que señalaba como llamada: “La doctora Blanca Nélida Colán Maguiño cambia de estatus. Ahora se cobija en una suntuosa casa ubicada en pleno corazón de Camacho”. Nota que tuvo un acierto con la sugerencia de Marco Zileri, actual director de Caretas, al tomar fotos áreas en parapente, porque se nos impidió ingresar a la casa al tratar de hacernos pasar por interesados en comprar el inmueble que estaba en venta.

A Enrique Zileri no le pareció que la edición no debía hacer colocado la palabra suntuosa porque era una exageración, pero desde la edición era lo que correspondía no sólo por el inmueble, sino por las propias fotos y el titular que se acordó.

Sólo tengo agradecimientos por lo que aprendí, no sólo en el oficio periodístico, sino para la vida en mi paso por Caretas, al haber conocido y trabajado junto a Enrique Zileri. Creo que teníamos intereses comunes, los temas de inteligencia, militares, la lucha contra la corrupción, la violencia política, pero podríamos diferir en los enfoques políticos o las fuentes políticas que alimentaban nuestro discernimiento y nuestras notas. Sin embargo, Enrique también sabía alentar el debate y el diálogo, el brainstorming en los editores y de allí sacar la mejor idea que se ajustaba al contexto y que marcaría la semana.

Enrique, fue sin proponérselo un maestro poco común, por eso denostaba los lugares comunes en la redacción de Caretas. Espero no haber caído en ello, como homenaje a su memoria.

 

 

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Lecciones políticas de Ana Jara y el ABC de los discursos

Categoría : General

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Apenas designada Ana Jara, todos los medios y la opinión pública ubicaban a la Primera Ministra como una buena opción, porque era la operadora política que le faltaba, a gritos, al gobierno. Ella, correspondiendo ese perfil inicio una rueda de reuniones con los líderes de los principales partidos políticos del país, así como con cada una de las bancadas del parlamento, menos con Dignidad y Democracia, cometiendo en ese momento su primer error político. Seguramente presionada por las declaraciones de Abugattas y las disculpas que no llegaron, ni siquiera hubo invitación a este grupo parlamentario. Se excusó, diciendo que ya le habían hecho llegar sus temas de interés, cuando era innegable que fue más lo que perdió al no programar y convencer para entablar una reunión con Dignidad y Democracia.

Producida las abstenciones que no lograron otorgar la confianza al gabinete que ella preside, la segunda lección que Ana Jara debe merituar, es que no basta entablar diálogos y una rueda de conversaciones con los partidos y las bancadas para obtener votos a favor de la investidura, por más elevado el clima y las buenas formas en las que se llevaron estas reuniones, y se tomaron las fotos de rigor para los medios.

La tercera lección, que es un consenso en la opinión pública: el mensaje fue muy malo, y una mala reproducción en estilo y contenido del último mensaje presidencial de 28 de julio. ¿Qué esperaban las bancadas y los partidos del mensaje de investidura? Muy simple que se desarrolle y complemente con compromisos concretos, lo que Ollanta Humala había encarado y planteado como líneas generales, en temas sensibles como institucionalidad, reforma política y descentralización, que son las claves que darían sostenibilidad al crecimiento económico, y por supuesto una real inclusión. Estos temas, además de Ambiente y los problemas agrícolas y alimentarios, estuvieron ausentes en las 50 páginas del discurso.

El ABC de los discursos políticos indica que debes tener claro el objetivo político de los que buscas, y cuál será tu estrategia para alcanzar ese objetivo. El objetivo de Ana Jara era obtener el voto a favor de la investidura y su estrategia, era el contenido de su propio discurso, lo que iba a plantear y a suscitar para alcanzar ese objetivo. En vez de eso, la Primera Ministra le acepto a sus asesores o a quien le haya elaborado el discurso, un mensaje que era un registro de acciones y actividades que se vienen realizando en los diversos sectores, cuando lo que se esperaba era un cambio de giro, un punto de quiebre que la diferenciara de sus antecesores y de los miembros del gabinete, reconocidos como tecnócratas, pero también por sus participaciones en lobbies, como lo confirman los llamados “Cornejo Leaks”.

Por eso, la cuarta lección de Ana Jara es que no tomo en cuenta el contexto político, y creyó que su simpatía, buenas maneras, y sus argumentos, sumados a las reuniones sostenidas le garantizaba una votación a favor.  No sólo era grave el contenido de los “Cornejo Leaks”, más allá de que hayan sido obtenidos de manera ilegal, sino que en la práctica el gabinete que ella conduce, es el gabinete de René Cornejo, con todo lo que ello significaba en este juego de lobbies, lobos y lobazos que desde siempre han hecho negocios  a partir de información privilegiada o de favores alcanzados en el Estado y su administración pública.

Si ello estaba en juego, no bastaba un discurso que cual lista de compras, señale sólo las actividades y acciones que ya viene haciendo el gobierno. La Primera Ministra debía afrontar su discurso anunciando por ejemplo, la salida de Mayorga del gabinete, ya que no podía ofrecer la cabeza de Castilla, pero para hacer eso, tenía que hacer un trabajo político al interior del gobierno (Humala-Nadine) para convencerlos que ese gesto era fundamental si se pretendía alcanzar un voto a favor de la investidura. Una lección adicional es que en política el diálogo debe ir acompañada de gestos si se quiere tener éxito.

Una última lección, es que este tipo de discursos políticos deben ser propositivos con los interlocutores (los congresistas). Esa fue otra grave ausencia. Por ejemplo, se les pudo haber propuesto que se establecerían sesiones especiales de Estación de Preguntas con los ministros por separado o por sectores sociales y productivos para agilizar los temas de control político con los congresistas. En relación con los temas ausentes del discurso como la descentralización o la reforma política, se pudo traer bajo el brazo el nombre de un nuevo responsable en la Secretaría de Descentralización de la PCM, con suficiente conocimiento del tema que en el corto plazo presentaría al Congreso una agenda política y legal para encarar de manera conjunta este tema.  Lo mismo, se pudo hacer en el caso de los temas de reforma política. Se pudo plantear la instauración de una Comisión Especial mixta entre el Ejecutivo y el parlamento, liderado por una personalidad o un académico de prestigio que el corto plazo alcance una propuesta.

Claro, ello implicaba también que Ana Jara realice el trabajo político correspondiente en Palacio, porque es conocido que Nadine Heredia espera que Rosa Florián regrese a ese puesto si no le va bien en las elecciones regionales de Cajamarca.

Ana Jara es de las pocas cartas políticas que tiene el nacionalismo, pero todavía tiene que aprender mucho en este terreno. Tiene condiciones, pero de lo que haga en las próximas 24 horas dependerá que alcance la confianza. Es claro que las llamadas de Palacio a los congresistas claves para alcanzar la votación se intensificaran en estas 24 horas, aunque deberán estar sopesando, otra vez, que Ana María Solórzano, no fue una buena carta, como se lo dijo la opinión pública y los congresistas que hoy forman la bancada de Dignidad y Democracia. La presidenta del Congreso inaugura su gestión perdiendo en primera instancia el voto de investidura. Veremos el viernes 22 de agosto.

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Reto de Ana Jara: conducir la descentralización

Categoría : General

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Una muestra clara de lo que como no se conduce la reforma descentralista y la prioridad que el actual gobierno le da a esta política de Estado en estos tres años de gestión, se puede observar en el directorio de la Secretaría de Descentralización de la Presidencia del Consejo de Ministros.

Allí todas las funciones y responsabilidades se encuentran encargadas, la misma Secretaria de Descentralización es una asesora de la ex titular Rosa Florián, y los Jefes de las Oficinas de Transferencia, Desarrollo de Capacidades Regionales y Municipales y Articulación Intergubernamental, y de Gestión de Inversiones, han sido encargadas a funcionarios de planta de la PCM.

En esa precaria condición institucional, es claro que la toma de decisiones de un espacio eminentemente político tarde en resolver los temas y la agenda pendiente de la descentralización y el establecimiento de relaciones intergubernamentales eficaces con los gobiernos subnacionales, en desmedro de la perfomance de la nueva presidente del Consejo de Ministros.

Esta situación que, podría ser relativizada desde el Ejecutivo, por la propia debilidad de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR) o de los gobiernos locales, durante los tres primero años del gobierno de Humala, dejará de serlo en el cortísimo plazo, cuando a fines de 2014 contemos con nuevas autoridades regionales y locales por todo el país. Y ninguna de éstas, como se espera, responda a algún partido nacional con representación en el Congreso (salvo excepciones) ni mucho menos sea cercano al partido de gobierno que decidió, equivocadamente,  abstenerse de participar en este proceso electoral.

En ese momento, el gobierno que anuncia alcanzar cambios en  el marco constitucional y legal de la descentralización y en especial en lo relacionado a la distribución del canon, se hallará en la situación de una gestión de salida del Estado. En esa condición, deberá afrontar los cambios que proponga en la descentralización, con gobiernos regionales y locales que vienen con el apronte y la energía de ser gobiernos que inician sus gestiones y con propuestas electorales, que se ajustarán al marco constitucional y legal vigente, incluida la distribución actual del canon, principalmente, para los 12 departamentos  beneficiados con el impuesto de la renta de la extracción de recursos naturales.

En ese contexto, la gestión de Ana Jara requiere en este espacio de la PCM, la Secretaría de Descentralización, un manejo entendido, fino, pero político de la descentralización. Manejo que no ha tenido en estos tres años de gobierno, pero dadas las circunstancias políticas que se le avecinan al Ejecutivo, está en la obligación de realizar, sino quiere soportar tensiones y crisis políticas desde el lado de los gobiernos subnacionales recién elegidos y con fortaleza, frente a un gobierno nacional de salida.

En un escenario de esa naturaleza, es claro que un estilo como el Ana Jara le puede ser de mucha utilidad al gobierno de Humala en este frente, pero para ello la PCM requiere dejar de lado las encargaturas formales que sólo cubren el puesto en la Secretaría de Descentralización y fortalecer ese espacio, cuya no conducción e invisibilidad es criticada desde la cooperación internacional, el parlamento y los propios gobiernos regionales y locales.

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