Sabiduría
Una mañana, un discípulo corrió muy agitado a casa del Maestro, para informarle:
– Maestro, quiero contarte que un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia. Pero el Maestro lo interrumpió diciendo:
– ¡Espera! ¿Ya pasó a través de las Tres Puertas lo que me vas a decir?
– ¿Las Tres Puertas?- Pregunto el discípulo.– Sí, replicó el Maestro. La primera puerta es la VERDAD. ¿Estás seguro que lo que me quieres decir es la VERDAD en todos sus puntos?
– No… lo oí decir de unos vecinos.
– La segunda puerta que es el AMOR y la BONDAD. ¿Lo que me quieres decir es por lo menos amoroso y bueno, de beneficio para todos?
– No, en realidad no; al contrario… .
– ¿Y qué me dices de la tercera puerta? La NECESIDAD. ¿Es NECESARIO que me cuentes eso? ¿Tengo que saberlo? ¿Va a servir de algo?
– Para ser sincero, no; necesario no es.
– Entonces, sonrió el sabio, si no es VERDAD, ni BUENO, ni NECESARIO; Sepultémoslo en el Olvido.