Edith Sstein y Pavel Florensky

Les comparto la siguiente imagen para nuestro tiempo apocalíptico. Edith Stein (asistente de cátedra de Edmund Husserl, feminista judía, atea en su juventud y carmelita descalza en su madurez) murió en el campo de concentración en Auschwitz y Pavel Florensky el sacerdote de la Iglesia ortodoxa quien murió  en el presidio de Leningrado durante el estalinismo luego de pasar 4 años en un campo de concentración soviético. Ambos están en esta imagen bajo el manto de María quien pisa el dragón en la forma de los condenados de Nüremberg y las armas de destrucción masiva.

La inacabada y creciente tecnología nos ha llevado al punto límite en el momento actual. A la formación de una humanidad planetaria más comunicada, le es presente un riesgo ecológico creciente y peor aún de proliferación de armas nucleares y de destrucción masiva. Los dolorosos y violentos sucesos en Gaza, Israel, Ucrania, Siria, Bagdad, Auschwitz coloca a la modernidad como la época más violenta y criminal de la historia humana. Las promesas de libertad, igualdad y fraternidad de la modernidad política de 1789, así como de las ciencias y su aplicación técnica se han evaporado hasta convertirse en sueño adormecedor. Es preciso estos momentos de “semana santa” reflexionar, comprender nuestra circunstancia, agradecer la vida y abrirse al misterio. La figura del fundador del cristianismo, es potente, sugerente y profunda para los retos vitales contemporáneos. Quizás su muerte y resurrección sea el anticipo de la misión histórica de la nueva humanidad gestante en este particular momento (Pablo llamó a su circunstancia “la plenitud de los tiempos”) . Feliz Pascua de resurrección!!