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En un reciente trabajo de la Prof. M. Paloma Sánchez y el Dr. Juan Carlos Salazar, de la Universidad Autonoma de Madrid, estos investigadores llegan a las siguientes conclusiones:

a. I+D e Innovación
El conjunto del proceso conocido como I+D (investigación y desarrollo) es uno de los mecanismos para la consecución de innovaciones. El volumen total de I+D que un país acomete es el resultado de su estructura productiva y científica, de la capacidad de sus instituciones. Su aumento requiere la modificación adecuada de dicha estructura. Sin olvidar la conveniencia de incrementar el esfuerzo en I+D, sobre todo el empresarial, debemos prestar más atención a los restantes mecanismos que favorecen la puesta en el mercado de innovaciones, como son: la adquisición de equipos, software o bienes intermedios con mejor tecnología incorporada; el desarrollo de las habilidades de sus recursos humanos mediante la formación; la compra de tecnología y know-how; los esfuerzos para imaginar y diseñar innovaciones a través de las relaciones con sus stakeholders; la reorganización de sus sistemas de gestión y de sus métodos comerciales (OCDE y CM, 2007).b. Sectores tradicionales de nuestra economía
España está demostrando tener capacidades de innovar en algunas áreas de alto contenido tecnológico (Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones, Biotecnología, Bio-medicina y Farmacia o Aeronáutica y Aeroespacial) y en áreas tradicionales, de medio y bajo contenido tecnológico (Energía, Agricultura y Alimentación, Automoción, Turismo, Transporte y almacenamiento, Sector financiero, Textil, Calzado, Cerámico…). (Gráfico 1). En estos sectores tradicionales somos competentes y somos conocidos internacionalmente, pero podríamos ser más competitivos si modificáramos el modelo productivo, mejorando la cualificación del factor trabajo e introduciendo tecnologías de la información y las elecomunicaciones.

c. La sociedad de la información
La generalización de la sociedad de la información, es decir, el uso de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones por las PYMES y los hogares españoles, es condición necesaria para la innovación. La mejor palanca para la misma es el desarrollo del “gobierno en línea”, es decir, la realización de la mayor parte de las interacciones entre las administraciones y los usuarios por vía electrónica, en distintas esferas (Justicia, Sanidad y Educación) siguiendo el modelo de la Agencia Española de la Administración Tributaria. El coste en el desarrollo inicial de infraestructuras podría quedar rápidamente absorbido por la disminución del coste en la provisión del servicio.

d. Las pequeñas y medianas empresas
Para alcanzar las capacidades innovadoras de los países de nuestro entorno no es suficiente con que se incremente la actividad de las 12.000 empresas que hoy día investigan en España o de las 42.000 empresas que hoy innovan. Es preciso que se incorporen a ese tren muchos miles de empresas, la mayoría pequeñas y medianas, que hoy están al margen del sistema.
Muchas PYMES de los sectores tradicionales se enfrentan, entre otros, a los siguientes problemas, para los que se sugieren algunas acciones:
Problemas:
Escasa conciencia de los beneficios económicos de la innovación
Baja cualificación de los directivos empresariales
Dificultades para la obtención de financiación
Poca utilización de los apoyos fiscales a la innovación

Acciones:
Campañas permanentes en los medios para modificar esa percepción social
A corto plazo: Mayor apoyo proactivo desde todas las instancias
A medio plazo: Mejoras en el modelo educativo
Cambio del modelo de financiación, apoyando la armonización y verificación
por expertos independientes de la información sobre intangibles
Mayor difusión y continuidad de los mecanismos de apoyo

e. La innovación disruptiva y el emprendimiento
Es más fácil que se produzcan innovaciones disruptivas en empresas de nueva creación. Asimismo, las mejoras en la productividad de las economías son superiores
si se crean nuevas empresas, aunque algunas cierren, que si sólo se consigue que las
empresas existentes sean más productivas. Por ello hay que reducir las barreras a la
creación y desenvolvimiento de las empresas. Una importante barrera actual es la
multiplicidad de legislaciones (municipales, autonómicas y nacionales), a veces
contradictorias. La eliminación de obstáculos es más importante para favorecer el
emprendimiento y la innovación que la concesión de subsidios.

f. La educación
Los resultados de la educación secundaria en España son muy pobres, lo que tiene un claro reflejo en el nivel medio de los ejecutivos empresariales y en la capacidad de muchas capas de la población. La mejora no es sólo cuestión de recursos, es preciso un cambio social que potencie el reconocimiento social de los profesores, que estimule que esa función sea desarrollada por los mejores y que instaure una cultura del esfuerzo.

g. La universidad y su relación con las empresas
El actual sistema de gobierno de las universidades españolas no permite tomar las decisiones difíciles y controvertidas que el logro de una competitividad internacional de, al menos, parte de nuestros centros, exige. Dicho modelo debe modificarse, profesionalizando algunos de los cargos directivos de las universidades, hoy electos.
Las voces empresariales deben tener un mayor eco en las universidades, incrementando su participación real en los órganos de gobierno de las mismas.

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