A principios de los 80 las empresas norteamericanas empezaron a utilizar el bechmarking como herramienta para aprender las prácticas y procesos desarrollados por las empresas niponas, y de ésta forma poder hacerles frente.

Xerox Corporation fue la primera empresa que lo desarrolló. Ya que dicha empresa descubrió que su filial japonesa Fuji-Xerox producía fotocopiadoras con las mismas características y con precios inferiores, por lo que comenzó a aplicar esta técnica, descubriendo que sus prácticas le conducían a costes de producción unitarios superiores a los de su filial japonesa.El bemchmarking nos permite conocer como otras empresas ha solucionado el problema de diseño, identificar fortalezas y debilidades de dichos diseños que podemos aplicar en nuestro propio desarrollo, pero sobre todo nos permite no duplicar el trabajo, no volver a inventar la polvora.

La búsqueda de patentes y la vigilancia competitiva son otras formas de bemchmarking orientado a productos, permite estar al tanto de como evoluciona la tecnología en nuestra área de interés, nos permite visionar por donde va el futuro de los nuevos productos.

La aplicación del bemchmarking a nuestros diseños de productos, procesos, servicios y modelos organizacionales es un medio para alcanzar la calidad total que tanto se valora en la actualidad.

El bemchmarking no es copiar, es identificar las mejores prácticas, identificar las cosas que funcionan y dan resultados, es analizar estas y desde nuestra propia perspectiva de negocio incorporarlas a nuestro proceso en lo que fuere pertinente.

El bemchmarking nos permite también fijarnos metas y parametros de diseño, muchas veces no tenemos ni idea respecto a un valor de diseño ya sea una dimensión (medida), potencia, precio, velocidad, por lo que estudiar los productos existentes nos da una buena idea de por donde va la cosa y asi proponer soluciones que mejoren la oferta de productos existentes.

En este orden de ideas, el bemchmarking es pues, una buena práctica empresarial.

Pedro Reyes