Ya son más de 2 años de estar lejos de las montañas, excepto por alguna caminata o salida de un par de días por alguna laguna o acercamiento a un glaciar en la sierra de Lima. Luego de este tiempo una pregunta me sigue y sigue rondando la mente: ¿Cómo se aprende a vivir lejos de las montañas? y la respuesta que me viene es: pues muy fácil ya que, como todo, es cuestión de tiempo, el tiempo todo lo borra y hace que las sensaciones y visiones sean cada vez más sólo simples recuerdos, así suele pasar con casi todo en la vida. Sin embargo, simplemente ¿nos debemos resignar a ello, a que el tiempo borre las cosas, que borre nuestros sueños?…..yo creo que no y si algo de especial tenemos los seres humanos es que podemos trascender al tiempo y las distancias y en el momento menos pensado podemos atrevernos, una vez más, a vivir nuestros sueños.

Todo esto lo voy a llevar al mundo montañero ya que es aquí, en las montañas, en donde he logrado conocer a muchas personas con esta idea a flor de piel y es que ¿quizás las personas que han vivido experiencias muy intensas tienen más presente este cambio de actitud?, ¿quizás por haber vivido ciertas situaciones intensas, cualquiera sea su naturaleza, nos deja propensos a esto?. Definitivamente no es una exclusividad y, como puse arriba, todas las personas tenemos esa capacidad, sólo que algunas necesitamos de un catalizador o un detonante, incluso ese detonante puede ser el haber experimentado sentimientos muy intensos como los grandes amores o las grandes decepciones o ¿a nadie le ha ocurrido?.

Quizás sea exageración de algunos, me incluyo, el tema de comparar muchas cosas de la vida con una escalada en alguna montaña, un ascenso en un glaciar, una expedición o una exploración a lugares lejanos, pero cada vez siento más que justamente eso nos enseñan las montañas, a poder establecer un punto de vista diferente, quizás hasta soñador acerca de las cosas cotidianas de la vida. Así como ocurre con las montañas, quizás muchas cosas que nos ocurren en la vida nos pueden dar un punto de vista especial y ser un catalizador de sueños, sobretodo las experiencias intensas y, en el caso de “los conquistadores de lo inútil”, una escalada intensa en la montaña es una de ellas.

¿Será por esa búsqueda de ese detonante o catalizador que nos vamos a la montaña?, y de nuevo surge la pregunta que siempre nos suelen hacer: ¿por qué lo hacemos?, ¿por qué vamos a las montañas?, ¿por qué regresamos una y otra vez?. Las respuestas a esto serán diversas y depende de cada uno. En mi caso hace años opté por ya no responder y sólo me quedé con una respuesta valedera para mi: “sólo si vives la experiencia quizás puedas encontrar una respuesta” y sólo quizás, pues es muy probable que para muchos no sea más que una experiencia tonta, terrible, dolorosa y muy incómoda.

Escribiendo esto sólo quiero animar a todos a retomar nuestros sueños de vida, nuestros sueños de montañas, recordar aquellas charlas interminables en un campo base al pie de un glaciar, soñando con hacer todas las rutas posibles y procurar más vidas para poder escalar todas las montañas posibles, simplemente renovar nuestros sueños de montaña y estando allí viendo como el cielo cambia de colores en una amanecida, renovar nuestros sueños de vida.

Mi gran consuelo es que las montañas aún están ahí y con ellas los amigos de montaña, sólo es cuestión de retomar las ganas, retomar los sueños, planear de nuevo las rutas, completar las cumbres no alcanzadas, mucho que hacer y sin embargo a muchos nos falta dar el primer paso. Por mi parte escribiendo después de tantos meses estas ideas estoy dando al menos un paso. Estamos a la mitad de temporada y felizmente no tan lejos de las montañas ahora. Aún tendremos buen clima y con el hielo bien duro al amanecer y si no el sur siempre nos espera con sus imponentes seismiles…..ya de sólo pensarlo mi mente vuela a las alturas para recordar esos paisajes que simplemente nos hacen recordar la presencia de Dios en todos lados y máa ahí, en donde la simpleza de las cosas “adquieren condiciones extraordinarias”……

Y a las personas para las que el tema montañero lo sienten lejano, hagan la comparación y la aproximación a sus situaciones especiales e intensas, seguro que todos hemos tenido o tenemos nuestros propios detonadores de sueños, nuestra propia montaña interior.

Un abrazo a todos,
Hugo

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Los meses lejos de la montaña se van acumulando y se vienen a la mente algunos recuerdos muy claros de algunas escaladas junto a los amigos que dentro de poco podré ver y charlar, como antaño, horas de horas de montañas, de rutas, de sueños, planes y ahora de nuevas anécdotas de las aventuras que ellos siguen viviendo. Estos recuerdos son más recurrentes en estos días pues en este momento estoy recibiendo noticias de ellos en su intento al Aconcagua, si, la montaña más alta de América. Partieron hace un par de semanas en lo que es la primera expedición de un club de montaña peruano a esta montaña. De hecho hay muchos peruanos que han subido el Aconcagua y algún amigo lo ha hecho más de una vez, pero como club es la primera iniciativa y me alegra mucho sean amigos y compañeros de aventuras.

Regreso a los recuerdos y caigo en cuenta que el más vívido es paradójico pues no es un recuerdo de una cumbre lograda o alguna situación muy peligrosa en particular, es el recuerdo de cómo una montaña nos fue esquiva, y lo sigue siendo, tantas veces. Esta montaña es la llamada “Trampa de Hielo”, que sale de la traducción del quechua de su nombre original: Tocllaraju, una mole de 6,034 metros que nos ha dicho tres veces no y a más de uno de mis compañeros se lo ha dicho más veces.

La vez que estuvimos más cerca de la cumbre fue la primera vez que la intentamos. Luego de un día de caminata a más de 4,000 metros por la clásica quebrada Ishinka, llegamos con mucha ilusión al campo base a 4,400 metros, partimos al día siguiente al Campo I a 5,200 m, una dura subida porteando equipo para estar al menos un par de días allá arriba: carpas, bolsas de dormir, comida, combustible para derretir hielo o preparar algo caliente, cuerdas, estacas, tornillos y toda la “ferretería” y equipo de seguridad posible para trepar por las dos paredes que eran parte de la ruta normal, por la arista.

Como suele pasar a partir de cierta altura, es una noche de sueño ligero que contrasta con el cansancio del cuerpo por el ascenso de ese segundo día. Despertamos como a la una de la mañana para agarrar buen hielo y tener todo el tiempo de mundo en la escalada, hacer cumbre en la amanecida y luego bajar con cautela y mucho tiempo, la idea era estar ya de retorno a mediodía en nuestro campo de altura. Las primeras horas transcurren bien, rampas de hasta 50°, buen ritmo y luego de algunas horas estamos parados debajo de la primera pared, una de 80 metros con una pendiente de hasta 85°, con paciencia y no sin sufrir por lo duro del hielo logramos pasar la pared y salimos a una garganta que la atraviesa un delgado puente de hielo que dudamos mucho en pasarlo, lo hacemos con toda la prudencia necesaria ya que la grieta debajo del puente se ve como una enorme boca oscura en la que la soledad parece haber encontrado su mejor representación. Al pasar el puente empezamos a sentir los primeros destellos del amanecer, el cielo se pinta de colores y todo parece mágico, la vista, el sonido de los crampones, el viento helado cortando nuestras mejillas, todo alrededor empieza a pintarse de blanco y aparece la imponente arista hacia la cumbre.

Seguimos por la arista, pendientes de nuevo de hasta 50°, nos gana la mañana y llegamos a la segunda pared muy parecida a la primera. El altímetro marca poco más de 5900 metros, nos paramos al pie de la pared, vemos como atacarla saltando la típica rimaya al pie de la pared y de pronto nos damos cuenta de algo, el material que tenemos en nuestras mochilas no es suficiente, nos quedan apenas 4 estacas y dos tornillos, la pared no daba para tornillos y para fines prácticos contábamos con poco material de anclaje. Con Carlos, mi compañero de cordada, nos vemos las caras y vemos la cumbre tan cerca, a tan sólo unos 80 o 90 metros y me dice una frase que nunca olvidaré: “la cumbre o la vida”, nos empezamos a reír de nosotros mismos, nos damos vuelta y nos sentamos viendo el horizonte, a nuestros pies una pared (la ruta directa) de más de 400 metros nos hace ver lo alto que hemos llegado. Nuevamente Carlos me dice una frase muy acertada, mirando ambos el horizonte y todas las montañas, quebradas, ríos y lagunas que se ven desde ahí arriba, me dice: “todo esto vale la pena, la cumbre siempre estará ahí”, unas lágrimas me salen por la mezcla de emociones y respiro hondo.

Pasan los minutos y nos ponemos de nuevo en marcha, ahora cuesta abajo, decepcionados pero contentos por lo realizado y lo aprendido. De nuevo, no sin sufrir, bajamos la primera pared en un rapel parabólico para evitar una caída de unos 400 metros si es que hacíamos el rapel en línea recta. Con el cuerpo semidestruido llegamos a nuestra acogedora carpa, mientras comemos algo y nos hidratamos hacemos un recuento de la aventura, son como las 4 de la tarde, en total unas 14 horas de ascenso y descenso. Dormimos en el campo alto y al día siguiente temprano bajamos al campo base a encontrarnos con nuestros amigos que se están alistando para subir otra montaña.

De todo esto aprendí mucho y viví en carne propia lo que todo buen montañero debe saber: “el primer deber de un montañista es llegar sano y salvo a casa”. Luego de este intento a la “trampa de hielo” lo intentamos dos veces más con Carlos y otros amigos del club, no hubo cumbre aún y en el último intento que hicimos descubrimos por que se le llama Tocllaraju, la trampa de hielo. Eso espero sea parte de otro relato.

Un abrazo montañero a todos,
Hugo

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Dado el grave riesgo en el que está el inmenso glaciar del Coropuna debido al calentamiento global, va esta crónica como un testimonio de su grandeza, de lo importante que es esta montaña para el ecosistema de todo el sur, y como un agradecimiento a este Apu por habernos permitido posar en su cumbre y observar todo el sur desde allí arriba.

Ascenso al Coropuna (6426 msnm) realizado entre el 12 y el 15 de octubre del 2005

En el mes de octubre del 2005 dos miembros del Club de Montañismo Camycam estuvimos por Arequipa para escalar una de las más grande montañas de Perú: El Coropuna (6426 msnm).
Gracias a Dios, la montaña nos dejo tocar su cumbre el día viernes 14, justo el día de aniversario del Club y con ello concretar un nuevo 6 mil para el Club, el primero para mi y a la vez la quinta cumbre conquistada este año, un buen año.
Esta es una reseña de ascenso, una mezcla de la ficha técnica y algunos apuntes hechos durante y después del ascenso.

Reseña Técnica (Resumen)

El volcán / nevado Coropuna con sus 6426 msnm es el tercero más alto del Perú y uno de los más altos de la zona central de Sudamérica. Desde su cumbre se pueden ver todos los nevados y volcanes que conforman las Cordilleras Volcánicas del Sur (Ampato, Chila, etc.) y, a lo lejos, la mayoría de cordilleras del sur de Perú.
El nevado en realidad es un sistema de 5 cumbres con una base de 72 Km. de circunferencia con grandes cañones o hendiduras laterales. Se estima que su masa glaciar es mayor que el Huascarán (la montaña más alta de Perú).
La ruta normal para ascender su cumbre principal es por la cara Oeste y requiere de por lo menos un campamento de altura arriba de los 5500 msnm para poder llegar a su cumbre sin problemas.
Durante nuestro ascenso tuvimos que portear todo el equipo desde el Campo Base (4905 msnm) al Campo Base Avanzado (5600 msnm) debido a que por lo aislada de la zona no se cuenta con animales de carga ni porteadores que puedan aligerar el peso de las provisiones y equipo.

Zona: Cordillera Volcánica – Arequipa – Perú
Localización: Provincia de Condesuyos. Departamento de Arequipa – Perú.
Acceso: Por la carretera Arequipa – Aplao – Chuquibamba – Cotahuasi. Aprox. a 7 – 8 horas de camino desde Arequipa
Ruta: Normal cara oeste
Dificultad: PD (Poco Difícil)
Alturas referenciales: Campo Base (CB): 4905 msnm, Campo Base Avanzado (CBA): 5600 msnm, Fin de ruta de rocas: 6000 msnm, Cumbre prinicipal: 6426 msnm
Temperaturas: – 20º C al amanecer, – 12ºC durante el ascenso por la ruta de rocas, – 5ºC en la cumbre (mediodía)
Material Técnico: Piolets de travesía, crampones, botas de escalada, bastones; opcional por seguridad: Cuerda 50m Dry, 03 estacas, Arneses + accesorios, cascos de seguridad
Vestimenta Técnica: Considerando las fuertes corrientes de aire helado por lo aislada de la zona se contempló llevar primera capa térmica, segunda capa térmica, tercera capa impermeable, casacas de plumas, overol impermeable, guantes térmicos y técnicos, balaclava (pasamontañas)

Extractos de los escritos hechos durante y después del descenso

“ .. Luego de la aclimatación previa hecha ascendiendo al Misti (5825 msnm) y el descanso respectivo estamos listos para el ascenso a nuestro principal objetivo. Es miércoles (12.10.2005) y ya nos disponemos a tomar el transporte que en unas 8 horas nos dejará cerca a la laguna de Pallarcocha que es punto de referencia importante para iniciar la travesía hacia el pie del nevado.
Llegamos pasadas las 11 p.m. (miércoles) y Vic nos espera con su camioneta para poder acercarnos lo más que podamos a la montaña. El campamento base es más lejos de lo pensado y luego de 20 minutos de andar en la camioneta (la carretera no daba para más) llegamos a lo que sería nuestro campamento base a 4905 msnm, armamos el campamento, comemos algo y a dormir, mañana será un día largo ..”

Jueves 13

“.. Felizmente el clima es bueno hoy y espero sea así en los siguientes días. Desde aquí se puede ver claramente el sistema de montañas que conforman el Coropuna.
A diferencia de otras montañas esta tiene unas 5 cumbres todas arriba de los 6mil metros. Desde este lado sólo de divisan 2 y, al medio, oculta, la cima principal según referencias que nos han dado.

Hemos alistado todo el equipo y estamos listos para salir, el peso cargado es un poco abrumador considerando los tres días de actividad que nos esperan.

Iniciamos el ascenso y casi todo el día vamos por rutas rocosas, eso nos da un indicio de que mañana el ascenso será durísimo. Todo ha transcurrido sin novedad excepto algunos resbalones típicos y que mi mochila se rompió (el sujetador de una de las varillas de aluminio que le da la estabilidad), pero igual no es un gran impedimento para seguir, sólo que temo un poco por mi espalda y una reciente lesión por un absurdo accidente de carretera.

El ascenso de este día nos ha demorado 7 horas y hemos llegado sin novedad a lo que será nuestro campo base avanzado. Estamos cansados por el desnivel logrado a esta altura, igual la aclimatación previa en el Misti logra su objetivo. Estamos arriba de los 5600 msnm y ya la tarde termina (5 p.m.), el frío se hace sentir y nos abrigamos para ver desde afuera de las carpas el hermoso atardeces desde las montañas y ver como las nieves y hielos se pintan de rosado y el cielo de más colores aún. Estos colores, he aprendido ahora, son más intensos mientras más alto se esta.
El cielo está despejado y es síntoma que será una noche realmente helada ..”

Viernes 14

“ .. Ayer hemos dejado casi todo listo para iniciar el ascenso hoy y, como siempre, el frío nos hace dudar de salir de nuestras cómodas bolsas de dormir y la carpa, afuera estamos a – 20ºC. La idea es ir por la arista rocosa que sobresale al glaciar e ir por ella hasta su final (casi a los 6000 msnm). Luego entraremos al glaciar por la izquierda (unos 400m) y subir hasta el plato glaciar que está antes de la cumbre.

Iniciamos el ascenso casi a las 5 de la mañana y de inmediato comienza uno de los espectáculos más hermosos aquí arriba, amanece lentamente dando color al cielo, las montañas se pintan de colores nuevamente y nuestros sentidos se remecen, Aquí arriba el contacto tan profundo con la naturaleza parece abrirte el corazón ..”

“ .. durante el ascenso nos toca hacer algunos pasos de roca de cierta dificultad, el frío y el viento fuerte y helado que corre por aquí me restan demasiado físico, respirar a los 6000 metros un aire tan helado comienza a afectarme los sentidos y todo es más lento, incluso el pensamiento. El sol ha salido hace mucho pero no nos cae pues estamos subiendo por la cara oeste de la montaña. Faltan horas para poder sentir algo de calor. Temperatura casi a las 8 a.m.: -12 ºC ..”

“ ..Hemos terminado el paso de rocas, dura travesía, y ahora comenzamos el ascenso por el glaciar, unos 400 metros de ascenso esquivando y abriendo ruta por los penitentes, algunos de ellos de más un metro de altura. Ahora yo estoy abriendo la ruta en el glaciar y debemos rodear dos enormes grietas que no se muestran tan claramente, sólo nos queda intuir los pasos de hielo que nos permitirán atravesarlas o buscar algún puente que nos permita cruzarlas y confiar en nuestro instinto y la suerte, claro ..”

“.. 6300 msnm, record de altura para el Club hasta ahora y uno suele pensar que su buena estrella está siempre con uno, pero a veces eso no ocurre…..Mis pasos se oyen huecos, es hielo delgado y el piso se quiebra debajo de mis pies, se me derrumba el mundo, miles de pensamientos recorren mi mente pero el tiempo me da para reaccionar y salir rápidamente de allí antes que se abra totalmente la grieta y gritar “¡¡grieta!! ….. ¡¡den vuelta!!”….. Un buen susto que debemos superar rápidamente en medio del cansancio y con el aire cada vez más escaso. Decidimos continuar, la cumbre está cerca .. ”

Luego de 4 horas de ascenso por el glaciar llegamos a la explanada desde donde ya se ve la cumbre, es mediodía y el sol es pleno sólo que igual estamos alrededor de los 0ºC. El aire es cada vez enrarecido y hace todo más lento, la cumbre se ve tan cerca……20 pasos y un descanso…..poco a poco…..

12:30 del día. ¡¡Cumbre!!…..y un sentimiento interior me llena, una mezcla de emociones incontenibles ….. arrodillado en la cumbre viendo desde aquí arriba todas las montañas de mi querido sur, las montañas de Tacna a lo lejos me hacen recordar a mi familia y lo cerca que estaré de ellos en unos días más, descansando a su lado, disfrutando de cosas simples que aquí arriba nos parecen tan extraordinarias ..

Abrazos, fotos, media hora más y comienza el descenso.

La bajada nos tomó 4 horas. Hemos elegido otra ruta, más directa y aprovechando más el hielo. Estamos muy cansados y bajamos lento asegurando cada paso, esquivando los penitentes y resbalando por el deshielo de los mismos.
4:30 p.m. y llego al Campo Base Avanzado, me meto a la carpa, tan confortable aquí arriba, sólo deseo descansar y descansar y…..descansar.

“ .. Estoy en la carpa ahora y me siento en armonía con el Coropuna, he podido conversar con él y me ha permitido subir a su cumbre, simplemente me siento en armonía con la naturaleza ..”

Carlos y Vic llegan, cocinamos algo, el atardecer (como ayer) es precioso, el Solimana (arriba de los 6000m) se ve tan hermoso y las cumbres del Coropuna de pintan de anaranjado y rosado….

“ .. Mi espalda hasta ahora ha respondido bien, tenía el temor que la lesión me inmovilizara pero todo va bien hasta ahora y eso se lo debo a una gran persona que he conocido hace poco tiempo y me ayudo a superarlo. Aquí arriba mis pensamientos son más claros respecto a las personas y a mi mismo, sin embargo el cuerpo me gana en cansancio, cada músculo quiere descansar y voy y vuelvo y siento que el gran placer que me espera ahora es simplemente dormir, comer algo rico y poder ver a las personas que quiero.
En medio de este silencio me siento parte de la naturaleza y me siento abrumado al sentir y ver la belleza que puede existir y de nuevo surge la pregunta: ¿por qué lo hago? … no se, quizás sea que el estar aquí arriba hace que renueve mis sueños y hasta sienta que puedo soñar despierto ..”

“.. Son las 7 de la noche, hace dos horas hemos llegado al CBA, Carlos y Vic ya duermen……estar dentro de la carpa abrigados es todo un placer y me acuerdo de Renzo Uccelli y esa hermosa frase que se me viene a la cabeza: Cuando estoy en montaña convivo con cosas muy sencillas y aprendo a valorar la simpleza de la vida. Aquí, en medio de la nada, lo simple adquiere condiciones extraordinarias..”
A dormir ..

Sábado 15

“ .. Hemos dormido bien, son la 8 a.m. y ya estamos listos para bajar, no tengo malestares mayores y sólo me preocupa la mochila rota en el soporte. Mi espalda ha respondido bien, tenía temor que mi reciente lesión empeore pero ocurre lo contrario!
Iniciamos el descenso por una ruta más directa pasando por restos de arena que hacían la bajada más suave y rápida. Me trajo recuerdos del divertido descenso del Misti: más de 1000 metros en una pendiente de unos 60º bajando rápido por ceniza volcánica que era prácticamente arena de desierto de color plomizo. 1000 metros de descenso en solo media hora……!
El descenso total hasta el campo base nos tomó 2,5 horas.”

Al llegar CB estamos realmente seguros que hemos logrado la cumbre. Comemos nuestro típico durazno en conserva para celebrar y nos alegramos mucho de estar aquí, “abajo”, la montaña igual se ve hermosa allá a lo lejos … ¿cuándo nos volveremos a encontrar?.

“ .. Me siento tranquilo y contento, listo para apreciar mejor la vida cotidiana y ver a las personas que quiero. No deseo que entiendan por que hago esto, sólo que disfruten de lo que la naturaleza y las montañas pueden hacer en una persona, que sepan que soy mejor persona luego de esto, que cada vez me desprendo más de las capas complejas en que me envuelve la vida cotidiana ..”

Con toda esa satisfacción y tranquilidad alistamos todo en la camioneta de Vic e irnos a Cotahuasi a descansar y “comer rico”. Partimos y disfrutamos de la carretera. Alpacas, vicuñas, montañas a lo lejos y el imponente y alejado Solimana (6093 msnm). Vemos algunas probables rutas para subirlo y decidimos regresar al otro año para escalarlo.

“.. Hemos llegado a Cotahuasi luego de unas 3 horas de camino. Estamos en casa de Vic ahora, es bueno estar entre amigos y hablar de montañas horas de horas. Es de noche y estamos por dormir, mañana nos prepararemos para ir a recorrer el Cañón de Cotahuasi, el segundo más alto del mundo (el primero es el de Apurímac, también en Perú). Luego, en unos días más me iré más al sur, a Tacna a descansar, cerca al mar, con mis padres, entre olivos y arena, sintiendo esa brisa refrescante que mueve los árboles en el bosque de olivos y disfrutar de todo el aire que pueden dar los árboles eternos y el mar, las montañas descansarán de mi al menos unas semanas ..”

Cordada:

Vic Hanson – Minnesota (USA)
Carlos Verdeguer – Lima (Perú)
Hugo C. R. – Tacna (Perú) (apertura de ruta en el glaciar)

” .. Cuando estoy en montaña convivo con cosas muy sencillas y aprendo a valorar la simpleza de la vida. Aquí, en medio de la nada, lo simple adquiere condiciones extraordinarias .. “
Renzo Uccelli

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Cumbre en solitario en el San Andrés (5200m) – Ticlio

02 de septiembre del 2007

Durante varios meses estuve con ganas de hacer el San Andrés que a pesar de quedar cerca de Lima nunca tuve la oportunidad de escalarlo a plenitud, incluso me rondaba la idea de hacerlo en solitario.

La oportunidad se dio ahora y con Perlita nos aventamos a la montaña, una de las clásicas de la Cordillera Central. Perlita salió un día antes para entrenar en Rapagna y según me cuenta se divirtió mucho subiendo la laguna. Yo llegué el sábado 01.09 en la noche al hospedaje en San Mateo.

Luego de una mala noche por el ruido incesante de algunos “huéspedes” del hostal nos levantamos a las 7 a.m. y con todo el tema de preparar la salida, tomar desayuno y conseguir un transporte hasta Ticlio, comenzamos a caminar a las 9 a.m.

El clima estaba bueno, un día antes había caído nieve en Ticlio y se veían manchas blancas por varios lados. En hora y media llegamos al glaciar, lo atravesamos y ya estábamos rumbo al abra entre el Anticona y el San Andrés. Desde allí vimos la quebrada que da al Rajuntay (Chinchan) y pudimos ver a lo lejos al “Señor de los Hielos” desde otro ángulo. Continuamos la pendiente hacia la derecha en un camino de pura rocas. Dentro de mi decía “si alguien quiere entrenarse en morrena, esta es la montaña ideal” pues prácticamente todo el camino, excepto el glaciar, es de pura rocas, hasta la cumbre. Quizás por la caída de granizo o lluvia todo el camino era de rocas, casi nada de tierra y menos de nieve.

Pasando el abra Perlita tuvo problemas con sus botas y decidió quedarse allí, digamos a unos 200m de la cumbre, pues sólo faltaba el tirón final empinado hacia la cumbre. Pienso…..y la idea de hacer al cumbre en solitario se me viene de nuevo a la cabeza y decido seguir, confiando en el buen tiempo y en el instinto para poder conseguir la mejor ruta hacia la cumbre. Mientras subo hacia un abra en medio de las cumbres del San Andrés (tiene dos cumbres) me decido ir por la más altal: a cumbre este, es decir, la cumbre que no se ve desde Ticlio, (la cumbre oeste es la que se ve desde Ticlio). Una vez que llego al abra en medio de las cumbres me doy con una vista increíble de Ticlio y las lagunas allá abajo y pienso que en años pasados lo hermoso que debe haber sido todo esto y ahora tan contaminado y deshielado, prácticamente una montañas de rocas. El camino hacia la cumbre este lo hice por una espeluznante arista con un precipicio de unos 300m hacia el lado de la autopista y hacia el otro lado unos 50m de abismo sobre las rocas. Mientras sigo pienso que de hecho debe haber una ruta más cómoda y sólo pienso “será para la otra”.

Como a las 2 pm, logro llegar a la cumbre este, luego de tantos meses es bueno sentir esa emoción, doy gracias a Dios y disfruto de la vista. La cumbre este es inestable y estar en la misma punta de la montaña es muy peligroso pues ahora es prácticamente una punta de rocas expuestas e inestables y quien sabe si seguras o no.

Me sujeto bien y tomo las fotos de rigor hacia todos lados, me siento alegre pues es un buen reencuentro con las montañas luego de más de tres meses de no hacer actividad, pero igual siento temor pues el retorno por esa arista expuesta me preocupaba y me digo “todo con paciencia, tengo todo el tiempo del mundo”, pienso además en la bajada por el abra entre las cumbres que me imagino un destrepe en roca medio escabroso.

Mientras tomo las fotos veo dos hermosos glaciares atrás del Rajuntay, son La Viuda y el Alcoy con bastante nieve y se me viene la idea de subirlos este año y mientras hago los acercamientos respetivos el cielo se comienza a nublar y hay síntomas de ligera tormenta.

Inicio la bajada con todo el cuidado y paciencia del mundo y me divierto!…..Paso la parte más difícil y el resto es un descenso típico en morrena, igual es un descenso agotador.

Perlita ya ha bajado mucho antes y no la puedo divisar adelante mío. El descenso de la cumbre hasta Ticlio me toma una hora y media tomando mi tiempo para comer algo. Mientras descendía cayo algo de granizada, lo típico a esa hora de la tarde en Ticlio (3 p.m.).
Ya en Ticilo encuentro a Perlita y esperamos el transporte de retorno a San Mateo. Hacemos las bromas de rigor y una que otra foto.

Pienso ahora como se ha deteriorado esta parte de la Cordillera Central, ¿será el destino de las montañas en el mundo?….me apena mucho como en pocos años Ticlio ya es sólo un recuerdo de montañas preciosas con nieve “perpetua” y pensar que hace sólo 6 años (la ves que fui por primera vez) acampamos al pie del Anticona sobre nieve!!

Con todo, este ascenso nos sirve de entrenamiento para nuestro próximo reto en el sur en nuestra tercera expedición a la Cordillera Volcánica. Esas serán otra historias que contar en breves semanas.

Un abrazo montañero a todos!
J.Hugo
Rama de Andinismo
Club de Montaña Camycam

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Perú posee más de 20 cordilleras, todas ellas con glaciares arriba de los 5000 msnm y varias de ellas con montañas de más de 6000 msnm. En Perú hay 44 montañas con más de 6000 msnm distribuidas en varias cordilleras de norte a sur, algunas de ellas con los más exigentes niveles técnicos para escalarlas y otras de fácil ascenso pero no por ello excentas de dificultad ya sea por el frío, la altura o la preparación física que requieren para subirlas.

Es de no creer, como muchas de las cosas que ocurren en nuestro querido país, que teniendo tanta riqueza natural no la disfrutemos al nivel que otros países en el mundo lo hacen y teniendo muchos menos paisajes naturales.

Este blog pretende ser parte de esa partícula de nieve, que se junte con otras y hagan una gran “avalancha” en pro de difundir, de manera responsable, los paraisos montañeros en Perú.

Cada vez que pueda colocare algunas fotos (que más de una persona, al enseñárselas, me dijeron ¿eso está en Perú?) de algunas expediciones, exploraciones y escaladas que hemos hecho con la gente….o con los “4 gatos” con los que a veces nos vamos a las montañas, a perdernos en esa inmensidad llena de paz, de sacrificio y encuentro con uno mismo…..Eso suena tan extraño en este mundo lleno de competitividad, estrés y capitalismo ¿no?…..sin embargo eso existe, aún existen personas que se pierden días de días en las montañas, alejados del internet y el cable, sólo dedicados a apreciar la naturaleza, conversar horas de horas sólo de montañas con los amigos, conversar con los guardianes de las montañas (nuestros queridos campesinos) y escuchar sus historias, disfrutar de su amabilidad y simpleza en la vida…aprender de ellos.

En fin….arrancamos con esta nueva aventura!! Sigue leyendo →