¿Cómo afecta el sueño a la salud emocional y física?

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Dormir es una actividad primitiva del ser humano, una necesidad del cuerpo para poder recuperar la energía perdida y que de esta manera todos los sistemas puedan funcionar correctamente. Ahora bien, el dormir menos o más horas de las necesarias va a ser perjudicial para nuestro bienestar, ya sea físico o emocional.  Las consecuencias de los trastornos del sueño serán más extensas de lo que crees, este increíble artículo esta enfocado en cómo afecta el sueño a la salud emocional y física.

El sueño es vital para nuestro bienestar

A pesar de que en los últimos años, gracias al ritmo de vida tan acelerado que llevamos, el sueño de la persona moderna se ha visto afectado considerablemente trayendo grandes consecuencias a nivel de la salud. El dormir bien es tan importante como una buena alimentación o como hacer ejercicio, ya que estos hábitos nos van a ayudar a que el cuerpo consiga el equilibrio que tanto necesita para poder funcionar correctamente.

Además de ser una actividad de supervivencia innata de cualquier ser vivo, el dormir nos va a generar una serie de beneficios y ventajas en cuanto  nuestro organismo. Con unas buenas horas de sueño vamos a mejorar nuestro estado de ánimo, generar sensaciones agradables, estimular emociones positivas, elevar la salud de nuestros sistemas, entre otras, generando un compendio de aspectos positivos que van a ayudar a que nuestra salud en general aumente significativamente y no se deteriore.

No obstante, para obtener todos los beneficios correctamente, no solo basta con dormir, si no al soñar debe ser de calidad para que sea reparador y los sistemas se recuperen adecuadamente. Dependiendo de que el sueño sea eficiente o no, vamos a sentir que descansamos o no, lo cual no se encuentra relacionado directamente con la cantidad de horas de sueño. El dormir profundamente nos va a permitir relajarnos correctamente, y así, mantener nuestra salud emocional y física en los mejores niveles.

Por otro lado, la cantidad de horas de sueño también van a ser importantes. Un adulto promedio debe dormir un aproximado de seis a nueve horas diariamente para poder descansar adecuadamente. Al dormir menos, no recargamos la energía suficiente para el funcionamiento normal de nuestros órganos. Al dormir de más, el descanso no será apropiado y el sistema musculoesquelético se puede ver debilitado.

La relación que tiene la salud física y emocional con el sueño es bidireccional, es decir que uno puede afectar al otro y viceversa. Bien sabemos que cualquier trastorno de sueño puede producir cambios en nuestro estado anímico, por ejemplo, cuando dormimos mal o poco, tenemos mayor tendencia a estar de mal humor. Al contrario de cuando descansamos adecuadamente, no despertamos llenos de ánimos y con un buen humor.

En cuanto a nuestra salud física, como mencionamos anteriormente, cada vez que dormimos, nuestro corazón, pulmones, músculos y cerebro se toman un break donde van a recargarse de energía sin dejar de funcionar, para que el día siguiente podamos realizar todas nuestras actividades sin problema alguno. Asimismo, va a prevalecer nuestra salud, evitando enfermedades de cualquier tipo, fortaleciendo el sistema inmune.

¿Cómo cuidar el sueño?

Es una pregunta que nos realizamos a diario para tratar de estabilizar nuestro hábito a la hora de dormir. Gracias a muchos estudios realizados por expertos, el día de hoy te traemos una serie de consejos y tips avalados científicamente para cuidar el sueño de forma acertada. Solo tienes que ponerlos en práctica todas las noches:

  • Establecer la cama solo para dormir: en muchas ocasiones trabajamos, estudiamos o realizamos cualquier otra actividad acostados en nuestra cama, lo cual nos genera una interferencia con el sueño. Por ende, es mejor destinar un espacio para cada necesidad.
  • No utilizar dispositivos: ver televisión, utilizar tu Smartphone o laptop por muchas horas antes de acostarte puede generar estrés, insomnio y dolores de cabeza.
  • Dormir cuando tengamos sueño: si nos acostamos cuando no tenemos sueño, conciliarlo se nos hará mucho más difícil.
  • No llevar los problemas a la cama: generalmente, tendemos a pensar mucho antes de dormir, recordando todos los inconvenientes que atravesamos en el día o los que atravesaremos en un tiempo cercano, lo cual nos puede generar trastornos del sueño.
  • No realices actividad física o comas antes de dormir: el hacer ejercicio o cenar lo que hacen es acelerar el metabolismo y aportarnos energía. Si nos vamos a dormir directamente después de ello, nos costará soñar. Por ende, es recomendable que ambos se realicen al menos tres horas antes.
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