Archivo de la categoría: Poesía

Desahogo y arrepentimiento

Versos Sueltos I

Créeme, no quieres saberloPor quién mis ojos brillan
por quién mis versos fluyen

Si la ves, quizá comprenderías

Si la vieras, tú también sabrías que ella es todo para mi

(…)

Si mi niña, a lo lejos hay cantores
que te cantan una nana para que puedas dormir.

¿Los escuchas, niña mía?

(…)

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No princesa

Ve a ver por la ventana, joven doncella
y cruza los brazos y frunce el ceño
que tu príncipe ha llegado pero no piensa ir por ti.

Ve a sentarte a la mesa y comparte conmigo tu pena
Ve a llorar a tu cama y seca tus ojos
No quiero que derramen una lágrima más por mi

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R 01

No lo podía negar
No podía ocultarlo más
Las lágrimas corrían, surcaban su rostro
sin protección y con derecho a amar.

Libre soñador corre en la dirección opuesta
esperando el momento y entonando una canción
Gritos y recuerdos soterrados
Mirando el ocaso, se nos viene el atardecer
Y el rosa tiñe el cielo y su corazón
vuelve a latir

No lo podía negar, no lo podía ocultar
la amaba

demasiado

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Hoc non lac

Reposar la testa sobre tu regazo
Sentir tu tibieza
Respirar de tu lácteo aroma y dormir

Los torbellino han arrasado con mi poco espíritu
Y mi vida ya no tiene puerto don de atracar
Los náufragos están en el aurífero barco
pan de oro y nada que llevarse a la boca

¿Quieres que te cuente una historia?
¿Quieres oír de piratas nobles y de alguien
que busca la felicidad?

Déjame reposar primero
la pesada y confusa testa en tu regazo
Acurrucarme en ti con mi disfraz de tortuga
Sentir tu tibieza, respirar de tu lácteo aroma

Y al menos un día, poder descansar Leer más »

Ping pong

Las cosas, en la vida, vienen y van
van y vienen

Riqueza Pobreza
Salud Enfermedad

Algunos sin encontrar sus opuestos
Ignorándoles, quizá

Odio Felicidad
Tristeza Alegría

Atónitos los ojos, de algunos, siguen
el vertiginoso vaivén de la endemoniada pelotita

Ping Pong
Ping Pong

La mesa larga y eterna no es más que un escenario
donde las cosas pasan y vuelven a pasar

Atónitos los ojos locos, locos, de los que observan
y no viven
mas en el trance de una vida ajena, el juego,
distraen sus ojos, su mente
esperando su turno para jugar

Todos jugamos al ping pong eterenamente
Siempre, las cosas, en la vida
vienen y van,
la vida misma
viene y va
un día viene y no vuelve jamás.

El juego es eterno en la especie
La vida del jugador no lo es jamás Leer más »

Los trasnochados

Conmigo amanencen los borrachos de pena
ahogados en el vaso de su desdicha
y de su desamor

Conmigo amanecen los prostitutos
que venden su cuerpo al caos y al bullicio
de las mañanas

Al alba todos despiertan y continuan su existencia
al alba la vida sigue y no está dispuesta a parar
ni a detenerse a cotemplar la miseria que ya arrastra

Amanecidos todos los que ante la luz tungsténica palidecen
rehuyen los tormentos del topo, escapan al dios artificial.

Allá afuera les comprenden, las luces no les ciegan
las tinieblas le acompañan

Y los dragones nebulosos escondidos tras los cerros
y la niebla espesa de la melancolía
sonríen afables, ¿quién será hoy nuestra presa?

Los trasnochados Leer más »

No tengo sueño

Son las 11:18 p.m. y no tengo sueño
¿por qué habría de tenerlo?
son las 11:18 p.m., todavía… y
no tengo sueño, todavía.

¿Es esto acaso un poema?
No tengo sueño, todavía
¿Es esto acaso un artículo?
No tengo sueño, todavía
¿Es esto acaso un cuento?
No tengo sueño, todavía
¿Puedes dejar de repetir todavía?
No tengo sueño, aún, todavía
¡Me hartas!
No tengo sueño, todavía…
¿Necesitas algo?
Mucho, quizá demasiado, pero no tengo nada, todavía
¡Tienes sueño, está claro, esto es lo peor que has hecho!
Necesito algo
¿Qué necesitas?
Dormir quizá
Duerme entonces
Todavía
¡Te odio!
Todavía no lo suficiente. Buenas noches

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Me gusta amanecer contigo

Me gusta recostarme por las mañanas y sentir el aire gélido de tu respiración
recostarme en tus aún poco conocidas entrañas y dormir plácidamente
me gusta que seamos pocos los que te podemos acariciar y verte

Me gusta amanecer contigo

Te tengo en las mañanas y en las tardes te desprecio y aborrezco
cual puta te abres ante todos y los recibes en tu seno
te retocas con esos polvos grises y ese olor nauseabundo
vez a todos compitiendo dentro tuyo y te regocijas
mientras contemplas la carniceria que acontece
te encanta el desorden y el bullicio, te hace sentir viva
me hace sentir el otro y me aparto.

Nunca fui tu favorito y nunca lo pienso ser y sin embargo…
Me gusta amanecer contigo
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Soledad

(Versión corregida y deformada)

Tras la ventana de mi habitación,
Pude ver el despertar de un nuevo día,
Pude sentir como la luz cubría la fría oscuridad
Como su soledad, mi soledad se hacia mas grande;
Aunque siempre he considerado a la soledad, mi amiga:
Siento como ojos de piedra me observan.
Y el peso de la culpa se empoza en mi alma.

Mi corazón, mi cuerpo y mi alma se desvanecen,
Junto con la noche fría, junto con mi corazón,
¡Pero el reloj se paro!, El día no llego;
Y el calor que cubría mi alma, despareció
Y pude ver como la tristeza era bella y la soledad no tan trágica
Entonces sentí los calidos besos de mi madre en mi mejilla.

Y el reloj empezó a girar y la aurora brillaba con más fuerza,
Y mi soledad se empezaba a terminar.
¡Y desapareció! como la soledad tan oscura
¡Y desapareció! Quien dejo entrar la soledad a mi corazón
¡Y desapareció! la que no volverá nunca más.
¡¿Y quien desapareció?!
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Soledad

(Versión original)

Tras la ventana de mi habitación,
Pude ver como la aurora hacia su aparición,
Como la luz cubría la fría oscuridad
Como su soledad se hacia mas grande;
Aunque mi soledad siempre ha sido mi amiga:
Siento como ojos de piedra me observan.

Mi corazón, mi cuerpo y mi alma se desvanecen,
Junto con la noche fría, junto de mi corazón,
¡Pero el reloj se paro!, El día no llego;
Y el calor que cubría mi alma, despareció
Y pude ver como la tristeza era bella y la soledad trágica
Entonces sentí los calidos besos de mi madre.

Y el reloj empezó a girar y la aurora aparecía con más brillo,
Mi soledad empezaba a terminar.
¡Y desapareció! como la soledad tan oscura
¡Y desapareció! la que le daba oportunidad a la soledad
¡Y desapareció! la que no volverá.
¡¿Y quien desapareció?!
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