Las cosas, en la vida, vienen y van
van y vienen
Riqueza Pobreza
Salud Enfermedad
Algunos sin encontrar sus opuestos
Ignorándoles, quizá
Odio Felicidad
Tristeza Alegría
Atónitos los ojos, de algunos, siguen
el vertiginoso vaivén de la endemoniada pelotita
Ping Pong
Ping Pong
La mesa larga y eterna no es más que un escenario
donde las cosas pasan y vuelven a pasar
Atónitos los ojos locos, locos, de los que observan
y no viven
mas en el trance de una vida ajena, el juego,
distraen sus ojos, su mente
esperando su turno para jugar
Todos jugamos al ping pong eterenamente
Siempre, las cosas, en la vida
vienen y van,
la vida misma
viene y va
un día viene y no vuelve jamás.
El juego es eterno en la especie
La vida del jugador no lo es jamás