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una nota interesante que encontre en la red

Didier Lauterborn lauterborndidier@minitel.net Psicólogo y psicoterapeuta (Francia)

La evolución hacia el deporte de las Artes Marciales, generosamente impulsada por los vientos del Olimpismo, ponen el practicante frente a dos maneras de concebirse.

Primeramente, el lado deportista del arte marcial, que es el resultado de la evolución de nuestra Sociedad y de la actual manera de vivir.

El origen de esas disciplinas resulta de una Cultura Oriental, de un pueblo con su Historia, de tradiciones ancestrales, que no son importantes para nosotros actualmente.

El “arte marcial” fue la especialidad de los guerreros en Asia y reflejaba también un poder o una característica del Hombre.

Allí, las artes marciales son actualmente estudiadas en las universidades como parte integral de la Educación.

Cuando hablamos de “arte marcial”, se evoca Cultura y Conocimiento del cuerpo.

El “Taoismo” es parte integral de las artes marciales a través la riqueza de su filosofía.

La comprensión, que nosotros los europeos tenemos del Taoismo no es la misma que los asiáticos, no podemos entender las mismas cosas porque no compartimos la misma Cultura (educación).

El principal error (lo escribe Bruce Lee en sus libros) es que los “Occidentales” consideran como base del Taoismo la “Dualidad”, mientras que los “Orientales” prefieran la noción de “Unificación de las fuerzas”.

Así, se puede transformar varios pensamientos o ideas y adaptarlos a otra cultura…

El nacimiento del deporte de combate, resulta de la transformación del “arte marcial” y de su adaptación a nuestra cultura. La ” dualidad “, el ” resultado “, la ” competición “, el ” campeón “. Son palabras típicamente producto del individuo y no de propio de su Origen.

No interesa el lazo con su Cultura para el practicante.

Pero, no podemos olvidar los apellidos asiáticos en los deportes de combate, que representan todo el vocabulario técnico y el lazo con la cultura asiática también.

El mejor ejemplo es el “Saludo”, cuando los practicantes empiezan la clase (o el combate).

Me aparece evidente que el practicante tiene que buscar en la cercanía de estas disciplinas la esencia misma de su individualidad: lado marcial o lado deportivo?

En realidad, debe buscar aquello que contribuya a su Felicidad, sin olvidar los valores humanos comunes a esta práctica: la humildad, el respeto, el entretenimiento del cuerpo y de la mente.

Cada “aficionado”, a través de su actividad, debe encontrar un bienestar interior y exterior, una cierta flexibilidad del cuerpo y de la mente, conduciendo a la evolución de su personalidad!

Los diversos cambios durante los siglos que se practica en el mundo han llevado a una velocidad de evolución en los artes marciales que es paralela a la evolución de la sociedad (con sus performances).

¿Podríamos hablar en el Siglo XXI de “deportes marciales”?

publicado en: http://www.efdeportes.com/ Revista Digital – Buenos Aires – Año 7 – N° 35 – Abril de 2001

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