Archivo por meses: febrero 2009

Mis clases de canto el Conservatorio de Esch-zur-Alzette (2)

[Visto: 1995 veces]

Durante estos 4 meses que he estado tomando las clases de canto, lo que me queda más claro es la suerte que he tenido de que Prof. Stammet sea mi maestro. No sólo es profesor de canto, sino también de otras materias en el Conservatorio. Èl mismo es cantante -barítono- y tiene una voz preciosa, además de cantar con sensibilidad, musicalidad, inteligencia y técnica. Es además compositor y se dedica también a investigar y experimentar con los aspectos más científicos (físicos) del sonido. Por si esto fuera poco, dirige el coro del Conservatorio -en el cual también participo.

No sé qué otras actividades desarrolla el profesor Stammet, me imagino que muchas otras más. Sin embargo JAMÁS lo he visto estresado, cansado, de mal humor, ni impaciente por la recarga de trabajo. Desde el primer día me pareció una persona feliz consigo misma, realizada en el aspecto profesional, musical y personal (su esposa es un encanto y muy ocurrente -ella también canta en el coro). Tiene mucha paciencia con los coreutas -jamás un grito, jamás un gesto desagradable cuando alguien comete un error. Además tiene un sentido del humor excelente; durante los ensayos acepta las bromas con naturalidad…y también las hace.

Cuando me da las clases de canto no solo se dedica a ensenarme -con mucha paciencia- la técnica vocal, si no también va guiándome lentamente dentro de el arte maravilloso de la música, y va recalcando la necesidad de hacer del canto una de las máximas expresiones de belleza, de sensibilidad, de humanidad. Un par de veces hemos estado conversando casi media hora, yo por supuesto preguntando pero también contándole algunas de mis experiencias dentro del mundo de la música (haber conocido en persona a Plácido Domingo, Alfredo Kraus y Juan Diego Flores son privilegios inmerecidos que tuve y que muchísimos ya quisieran haber tenido).

En fin, que para coronar la descripción sólo puedo decirles que Prof. Stammet es, a pesar de su talento y su trayectoria, una de las personas más modestas y de trato más sencillo que he podido conocer. No se si me está permitido incluir una foto de él (tendría que preguntarle inclusive si puedo nombrarlo en este blog?). Sin embargo, creo que si me está permitido incluir un link de youtube, de una de sus “performances acuaticas”…para los que saben alemán, será máy fácil comprender de qué se trata:

http://www.youtube.com/watch?v=gc0QsvnP1Zk

Hasta la próxima… Sigue leyendo

Mis clases de canto en el Conservatorio de Esch-zur-Alzette (1)

[Visto: 1372 veces]

Cuando me avisaron al celular que había ingresado al Conservatorio de Esch, yo estaba en Bélgica, visitando a mi queria amiga María, alias Blessing. Me avisaban tambien que al día siguiente ya tenía la primera reunión para conocer a mi profesor de canto. Salí disparada con dirección a Luxemburgo pero llegué de todas maneras un poco tarde. Entré jadeando y disculpándome al salón, con un sentimiento de culpa muy grande por la tardanza, pero el Prof. Stammet me recibio de la manera más amigable y más bien se disculpó él a su vez por haber notificado la primera reunión con tan poca anticipación. ‘Una buena senal’-pensé. Era evidente que el Prof. Stammet era una persona paciente.

En la salón habían 3 chicas más, también nuevas alumnas. Prof. Stammet nos dio algunas indicaciones sobre la respiración y la posición para cantar. Me di cuenta en ese momento que su cara me era familiar… !Claro! Él había sido uno de los 3 jurados del examen de canto!

Al final de la clase organizamos los horarios. A las tres chicas el Prof. Stammet les dio 30 minutos por semana. “Con usted, sin embargo, me gustaría tener 45 minutos por semana. Veo que su voz ya está timbrada y eso es un gran avance”. No voy a explicarles la alegría que su comentario me produjo. Mentalmente agradecí a Lili, Jackie y Wilson por sus consejos…

Desde entonces, cada martes a las 4:45 de la tarde sin falta (salvo un par de veces en que fue IMPOSIBLE asistir) he estado puntualita y obediente tocando a la puerta del salón del Prof. Stammet. Casi siempre encuentro a la alumna del turno anterior cantando. En silencio entro, y me siento cuidadosamente para no producir ruido. Escucho con atención el final de la clase, tratando de descifrar el Luxemburgués -que gracias a Dios se parece mucho a Alemán. Cuando se despiden finalmente, me levanto -siempre silenciosa- con mi Panofka, mi Vaccai, mi lápiz y mi borrador, y me acerco al atril, cerca del piano donde el Prof. Stammet ya aguarda, dispuesta a empezar los mejores 45 minutos de la semana…


Local del conservatorio Sigue leyendo