La Inflación está aquí para quedarse: Los precios no bajarán

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El monstruo de la inflación asoma una vez más su desagradable rostro en las mesas de los peruanos. La inflación en nuestro país alcanzó oficialmente su nivel más alto en los últimos 25 años, el mes de abril tuvimos una inflación de 7.9 %. En nuestra vida cotidiana, en un primer momento, la inflación se manifiesta en un aumento generalizado en el nivel de precios de los bienes y servicios que necesitamos para vivir, y en un segundo momento el consecuente enfriamiento de la actividad económica y todos los problemas sociales que esto podría acarrear.

La inflación en esta oportunidad es un fenómeno mundial, muchos atribuyen este incremento a la Invasión Rusa sobre Ucrania, pero lo cierto es que este conflicto solo agudizo la enfermedad, antes de la invasión, el mundo ya se dirigía a un espiral inflacionaria. La respuesta de los gobiernos a la crisis del 2008 y la pandemia fue inundar el planeta con dinero sin valor, expansión fiscal, reducción de tasas de interés, hasta tasas negativas (Si negativas)  – 0.5% por ejemplo,  Europa era un paraíso terrenal que desafiaba el sentido económico, el consumidor obtenía préstamos a 0% de interés y adicionalmente te pagaban una prima. Hoy en el año 2022 sufrimos la resaca y nos queda pagar la cuenta y los bonos.

La situación actual inflacionaria 2022, es aún peor porque la estructura económica de los países para enfrentar este monstruo se ha deteriorado, por los enormes déficits y la acumulación masiva de deuda del 2021.En el caso del Perú de poseer una deuda de 25% hace 3 años, hoy la deuda de los peruanos ha superado el 35% como % del PBI. Como se indica en el párrafo anterior la  respuesta política a la pandemia en la mayoría de gobiernos fueron la impresión de dinero  restricciones en la cadena de suministro  lo que se traduce en muchos más billetes persiguiendo una menor cantidad de bienes y servicios. El resultado es la inflación.

A este panorama nublado de los efectos económicos de la pandemia + invasión Rusa + el deterioro fiscal y aumento de deuda de los países debemos agregar las malas noticias que llegan desde Asia. La prestigiosa revista “The Economist” en su última edición informa de la caída en el crecimiento económico de China, lo cual, obviamente arrastrara a medio mundo entre ellos nuestro país. Son tiempos muy difíciles, y aunque el Banco Central anuncie que este monstruo podría acompañarnos hasta el primer trimestre del 2023 creo que es un pronóstico optimista, teniendo en cuenta que la inflación actual de 7.96% está compuesta mayoritariamente de la subida de precios de la energía y combustible y aun no ha incorporado el precio de los alimentos que seguirá aumentando durante el resto del año, llegando potencialmente a cifras de dos dígitos.

Finalmente, existe un grado considerable de incertidumbre sobre las respuestas que dará el Estado Peruano frente a la inflación. Los peruanos conocemos a este monstruo y lo vencimos exitosamente en elos 90’s, sabemos que la receta no es dulce pero mientras antes se actúe tendrá mejor sabor. Esto debería llevar a que las autoridades económicas peruanas deban ser más cautas y recurrir menos a medidas activas como las que se hizo en la pandemia. Estas medidas deberían destinarse, en términos generales, a evitar posibles recesiones prolongadas, a frenar las expansiones tanto por el lado fiscal como monetario, generar confianza y aumentar la producción.

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