Los invitamos al próximo curso titulado: 1ER CURSO INTERNACIONAL INTENSIVO DE ACOMPAÑAMIENTO AL PACIENTE TERMINAL “Cuidados Paliativos y Acompañamiento Terapéutico al Final de la Vida” a cargo del Dr. Hugo Dopaso (Argentina) a llevarse a cabo los días sábado 24 y domingo 25 de septiembre de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. Av. General Pezet 1720. San Isidro.

Introducción: Vivimos con una comprensión inadecuada de la muerte. El paciente que se sabe con los días contados suele desesperarse ante la falta de respuestas. Los familiares no se permiten despedirlo sin culpas. A los médicos, junto con los recursos, parecen acabárseles las palabras. Para nuestra cultura, morir es una desgracia, es algo injusto y arbitrario. El Dr. Hugo Dopaso introduce un cambio de mirada radical. Dos perspectivas son claves para lo que él llama “el buen morir”, y son los temas en los que gira el presente curso:

– La posibilidad de ayudar a alguien a dejar este mundo sin miedos, ni sufrimientos innecesarios.

– La necesidad de prepararnos antes; es decir, de concientizar mientras estamos sanos los condicionamientos errados, los prejuicios y las falsas creencias que cierran nuestras mentes y endurecen nuestros corazones.

Aprender a acompañar amorosamente la experiencia de morir requiere de conocimiento y de una terapéutica específica, así como el desarrollo de determinadas habilidades.

¿Cuáles son las condiciones que necesito como terapeuta? ¿Cuál es nuestra tarea y como se implementa? ¿Cuándo un paciente es considerado terminal? ¿Qué le pasa a una persona con enfermedad terminal, que intuye que va a morir, y sabe que no está preparada? ¿Cuáles son los mecanismos de elaboración en esta situación? ¿Cómo trabajamos con la familia, durante y luego de la muerte del ser querido? ¿Cómo es el trabajo cuando el paciente es un niño? ¿Cómo se acompaña a él y a su familia? Estas y otras son preguntas que nos surgen a quienes queremos dedicarnos a esta labor.

El Dr. Hugo Dopaso nos propone, una mirada que contempla la posibilidad de amigar al enfermo con esta experiencia de morir, pues la va a transitar sí o sí, devolverle la dignidad y respeto por su cuerpo, ayudarlo a entender que el dolor no es su enemigo, sino que aprenda a darle espacio y relacionarse con él, enseñarle la importancia de aprender a despedirse de sus seres queridos, de las cosas que amó, descubrir qué se lleva como aprendizaje de este mundo, hacer las paces consigo mismo y con el mundo. En términos generales es propiciar en el enfermo terminal, los cuidados necesarios que le aseguren una muerte digna y en paz.

Sin embargo estos cuidados pueden hacerse extensivos a otras enfermedades malignas, y en algunos casos, a la ancianidad.