UN ESTADO EN EMERGENCIA
Categoría : General
Se ha hecho un lugar común levantarse cualquier día y ver que se prorroga hasta el infinito la situación de estado de emergencia en determinado territorio, y eso nos parece normal. El día de hoy se prorroga el estado de emergencia de llamado corredor minero que afecta a los departamentos de Apurímac, Cusco y Arequipa.
También se ha vuelto prorrogar el estado de emergencia en Piura y en otros departamentos del norte que fueron afectados por el niño costero y que hoy ante las lluvias que se avecinan de debe volver a extender la emergencia. Los productores agrarios, sobre todo paperos, pero también de otros productos piden la declaratoria de emergencia el agro y no sólo compra parcial de sus productos.
Son dos tipos de emergencia, la primera, como señalan las sucesivas normas, trata de mantener el orden en esos territorios ante eventuales protestas o conflictos sociales producto de demandas de desarrollo no resueltas o concluidas en las grandes operaciones mineras que operan en esos departamentos. Se trata de un reconocimiento explícito por parte del Estado que el diálogo no ha logra resultados, pero también de una ausencia de análisis social y político de que los pueblos que conviven con las empresas extractivas empiezan un tiempo de festividades de carnavales, las autoridades locales se encuentran de salida y aparecen candidatos locales municipales por lo que estas semanas la protesta social eminente todavía no es la prioridad en estos pueblos.
Pero, la norma dada prorrogando el estado de emergencia parece decir, mejor nos aseguramos.
El segundo tipo de declaratoria de estado de emergencia está referido a procesos de reconstrucción producto de fenómenos naturales que afectan la vida de las personas, y buscan facilitar y apurar procesos para que se logre volver a la normalidad lo mejor posible y en mejores condiciones como señala el Plan de Reconstrucción con Cambios.
En poco menos de dos meses se cumple un año de la creación de la Autoridad de Reconstrucción con Cambios y los avances no son muy auspiciosos. En menos de un año ya se nombraron dos responsables de esta Autoridad y sustancialmente lo principal se encuentra por hacer y existen zonas que todavía ni siquiera se empezó. Si bien, lo principal del daño natural fue en el norte y allí se han destinado los mayores recursos, otros territorios como Arequipa o Ayacucho todavía no se mueve nada en esta materia.
Como los propios funcionarios y expertos en inversión pública señalan la concreción de estas obras que se han priorizado y reformulado en un plan de proyectos tomarán cuatro o cinco años por lo menos, es decir, lo principal no será concluido en este gobierno. Y, esperemos que no ocurra lo mismo de la reconstrucción de Ica que más de 10 años después todavía hay pendientes.
En realidad lo que se encuentra en emergencia es el propio funcionamiento del Estado. Sólo un tema que se puede abundar. ¿Cómo alcanzar resultados en un estado esquizofrénico, donde por un lado en el nivel nacional se planifica, se presupuesta y se prioriza sectorialmente, y por el otro lado desde departamental, provincial y distrital hay una demanda territorial que no necesariamente coincide?
Si no se logra solucionar y alcanzar un arreglo institucional distinto en el funcionamiento del estado descentralizado y unitario, difícil alcanzar desarrollo o terminar con prontitud los procesos de reconstrucción.
Sin embargo, hay otro elemento que incrementa la emergencia en el funcionamiento del Estado, la situación del presidente de la República, la absoluta desconfianza ciudadana sobre su relación con Odebrecht y la instalación en la percepción popular que debe irse, sea por renuncia o vacancia.
Usando los términos médicos PPK y el gobierno se encuentran en situación de emergencia, lo que hay que precisar si dentro de esta emergencia está en servicio de cuidados intensivos generales; servicio de cuidados intermedios o en la unidad de vigilancia intensiva. Creo que su fase es la última, sólo falta el detonador que gatille una resolución final.
Mientras tanto las acciones principales de gobierno no se mueven porque pareciera que al interior del gobierno, también se esperara un desenlace.