La semana pasada, luego del sismo que ha remecido gran parte del Perú, quien no quiso comunicarse con un familiar o amigo y los servicios de telecomunicaciones (celulares sobre todo) no funcionaban. Línea de celulares congestionada y la red de telefonía fija casi sigue los pasos de su red hermana inalámbrica.
Si bien es cierto que la fibra óptica terrestre, que recorre algunos tramos de la Panamericana Sur, ha sido severamente afectada por los Terremotos de la semana pasada, eso no es excusa para dar duras críticas a los principales “responsables” de que todo esté marchando bien, y voy a comenzar poco a poco: el Presidente del OSIPTEL (Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones) Guillermo Thornberry Villarán, la Ministra del MTC (Ministerio de Trasportes y Comunicaciones) Verónica Zavala Lombardi o su “secuaz”, la viceministra de Comunicaciones, Cayetana Alijovín. Estos señores son las cabezas de cada organismo del Estado que están en permanente contacto con las principales Empresas de Telecomunicaciones que operan en el Perú, llámese Telmex, Claro y Telefónica.
No basta con que hoy por hoy se vean antenas por todos lados de la capital (desastroso :S), sino que resulta que el ritmo de crecimiento de los usuarios es más grande que el ritmo de crecimiento de la infraestructura en Telecomunicaciones (antenas, troncales, centrales, etc). Esto que quiere decir? … quiere decir que con el número de antenas actual no se da abasto para que los usuarios se puedan comunicar de manera adecuada y, además, la tendencia nos dice que esto va a continuar.
¿Por qué los señores nombrados en el párrafo anterior han tenido que esperar hasta que un desastre ocurra para que todo el país se entere la triste realidad del sector de telefonía celular?
¿Por qué estos señores no supervisan que la infraestructura de Telecomunicaciones tenga el adecuado soporte para su crecimiento y viven en la ley de que: “utilizar lo que hay hasta que ya no resista más para recién conseguir algo mejor”.
Cabe resaltar, que es totalmente cierto que no hay sistema de Telecomunicaciones que soporte el nivel de tráfico de usuarios como sucedió durante el Terremoto y algunas horas después, lo que sí se puede hacer es mejorar la calidad del servicio de Telefonía celular y evitar que se cree el caos y el descontrol ante una situación de emergencia al querer utilizar los teléfonos celulares para hacer llamadas a familiares.
En mi opinión, se pueden seguir algunas recomendaciones claves para mejorar la situación:
Velar por que la infraestructura de Telecomunicaciones tenga un margen razonable de soporte para el crecimiento según la tendencia propia de país sin olvidar la tendencia mundial.
Supervisar que la infraestructura de Telecomunicaciones instalada por las empresas de Telefonía sea la más eficiente, tomando como algunos parámetros: área que cubren, potencia, seguridad de las radiaciones, estética de la ciudad.
Si es posible, comenzar a implementar una infraestructura de redundancia ante el colapso de las principales redes de comunicación.
Ante una situación de emergencia, hacer que el sistema de telefonía celular solo soporte llamadas de emergencia a un número a determinar, que brinde el servicio de ayuda.
26 agosto, 2007 at 1:49 pm
Hola Pedro, me parece justa la apreciación que haces y sería bueno que ello se pudiera continuar tratando como propósito de búsqueda de soluciones, porque realmente lo ocurrido es un problema no sólo de emergencias ante desastres naturales sino de seguridad y de buen servicio al usuario. Algo similar habría que pensar en relación al servicio de luz y agua, para que éstos no se supriman del todo frente a emergencias. Y qué decir de la atención de la propia emergencia que ha sido muy limitada y desordenada. De otro lado me ha precido un poco duro referirse de "secuaces" a alguna de las autoridades de comunicación; sería mejor usar términos más asépticos sin menoscabo de las apreciaciones críticas que haya que dar. Saludos, Guillermo V.