En la balanza: salud y democracia

Emilia Concha Appel 

emilia.concha@ucsm.edu.pe

 

La democracia necesita de elecciones que habrán de celebrarse periódicamente mediante voto universal. Por otro lado, las probabilidades de contraer la enfermedad derivada del COVID-19 son mayores cuando uno se encuentra en lugares cerrados con poca ventilación, espacios concurridos o con aglomeraciones y cuando uno se encuentra en contacto cercano con otras personas. Lo que la Organización Panamericana de Salud ha nombrado “Las 3 C”.

Si se piensa en procesos electorales anteriores, las urnas se ubicaban en aulas de centros educativos, que comúnmente no cuentan con adecuada ventilación. En horas de la tarde existía cierta aglomeración, la distancia entre votante y votante no era la que hoy sería la adecuada. Para esto el gobierno ha previsto medidas de bioseguridad como tomar la temperatura, desinfección, la elección de local de votación, el voto escalonado por horas, entre otras.

Latinoamérica no ha sido ajena a realizar procesos electorales en esta pandemia. Venezuela llevó a cabo el día 6 de diciembre de 2020 elecciones parlamentarias, Ecuador realizó elecciones para escoger al futuro presidente, vicepresidente, miembros de la Asamblea Nacional y a los representantes del parlamento andino el 7 de febrero de 2021, cuya segunda vuelta ha sido programada para el 11 de abril, el mismo día para el cual están previstas las elecciones generales en Perú. Hoy, Venezuela cuenta con 160 497 casos acumulados y 1 602 muertes, paralelamente Ecuador presenta 328 755 casos y 16 847 muertes según los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins( 2021).

Tanto en Venezuela como en Ecuador se dieron observaciones en los comicios, mientras en el primero el ausentismo fue bastante elevado en general, en Ecuador muchas de las personas que debían ejercer como miembros de mesa no asistieron por temor al contagio, lo que ocasionó un retraso y en consecuencia mayor aglomeración. Además, Ecuador optó por darles mayores facilidades a las personas vulnerables para asistir a votar, aún así muchas de estas no dejaron de ejercer su derecho al voto declarando lo transcendental de estas elecciones en medio de una crisis sanitaria y de una recesión económica.

Perú conmemoró un año desde que se declaró el Estado de Emergencia Nacional el pasado 16 de marzo. Desde la primera ola de contagios se demostró la flaqueza del sistema de salud, la importancia de las políticas públicas para sobrevenir la crisis económica y la necesidad de un Estado eficiente, lo que para la fecha ha significado 52 008 muertes y 1 548 807 casos positivos acumulados. Según el Índice de Democracia realizado The Economist Intelligence Unit, Perú es considerado una democracia defectuosa y en los últimos cinco años se ha demostrado crisis tras crisis política la debilidad de la misma ( 2020). Solo en noviembre del 2020 se vivió una nueva crisis política en el Perú. Muchos peruanos tomaron su indignación a las calles, demostrando cómo en tiempos de crisis la democracia y sus características se mantienen vigentes aún en pandemia.

Viendo al pasado, la democracia ha mantenido su vigencia a través de guerras, desastres naturales y también en pandemias. En 1918 y en medio de la pandemia de influenza las elecciones en Estados Unidos se llevaron a cabo. A pesar de la falta de empleados electorales y el abstencionismo, las elecciones pudieron acomodarse al contexto de pandemia.

En la complejidad de nuestro contexto asegurar el Estado de Derecho, velar por la democracia y al mismo tiempo por la salud, se ha vuelto un dilema. Ambos, el derecho a la salud y a la participación política son derechos fundamentales y deben ser preservados. Ante esto, cancelar o posponer las elecciones puede crear una sensación anti democrática, sin embargo, las devastadoras consecuencias de la pandemia deben tomarse en cuenta en el proceso electoral. La democracia necesita de las elecciones para que los ciudadanos puedan renovar su representación, pero los ciudadanos necesitan salud. Las autoridades deben tomar decisiones pensando en los limites y necesidades de la democracia, así como también de los efectos de la pandemia.

En este contrapeso de derechos fundamentales, es importante recalcar estudios que analicen el panorama de las elecciones en nuestro país en plena pandemia desde varias perspectivas. ¿Cómo medir cuantitativamente el impacto de las elecciones en la pandemia?, ¿Cómo saber cuánto va a afectar el proceso electoral en la salud de los peruanos?, ¿Cuánto subirán las cifras de contagio?

El siguiente estudio realiza una aproximación de los casos positivos COVID-19 utilizando un escenario sin elecciones y otro con elecciones, para evaluar los impactos que tendrá la realización de elecciones generales en Perú. Adjunto link:

Elecciones en Perú: ¿cómo pueden influir en el incremento de casos de Covid19?

Bibliografía

Johns Hopkins. (1 de Abril de 2021). Coronavirus Resourse Center. Obtenido de https://coronavirus.jhu.edu/

The Economist Intelligence Unit. (2020). Democracy Index 2020? The Economist, 75.

 

 

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