Regresar a la Católica siempre es volver a mi casa. Ahora lo puedo hacer por un medio tecnológico tan maravilloso como impensado cuando ingresé en los tempranos ochenta a la PUCP. Espero que estemos más en contacto a partir de ahora. Nuevamente…Regresar a la Católica siempre es volver a mi casa. Ahora lo puedo hacer por un medio tecnológico tan maravilloso como impensado cuando ingresé en los tempranos ochenta a la PUCP. Espero que estemos más en contacto a partir de ahora. Nuevamente…
La verdad es que la experiencia de la Católica no pienso que pueda ser repetible en Perú. En lo personal, quise estar aquí desde los doce años. Nunca me imaginé en otra universidad para graduarme. A mí me dió todo, incluyéndo a mi hija.
Especialmente, me entregó el privilegio de profesores y un ambiente que me enseñó a pensar con libertad y respeto por las ideas. Es una trementa fortuna haber estudiado aquí y especialmente en una Facultad como la de Ciencias Sociales en que el respeto por la diversidad fue tallado en mi alma.
Aunque quizá no haya sido del todo cuanto mis maestros esperaban de mí, albego la esperanza de no haberlos defraudado en una sola cosa: en la integridad para defender lo que creo sin hipocrecías ni medias tintas y a pelear por ello. Como en la vieja canción de Lerner, “para defender mi ideología, buena o mala, pero mía”.