Las elecciones municipales de Lima, empezaron como comicios vecinales. Se confrontaban dos expresiones de la derecha. Hasta entonces, era una elección aburrida. Con la salida de Alex Kouri y la levantada mediática del periodista político más influyente del momento, se convirtió en una elección política: se confrontaban dos visiones antagónicas del manejo de la primerísima ciudad del Perú, no solamente a nivel de las propuestas, sino de las visiones y concepciones políticas.
En el primer escenario, me convencía la idea de que una persona seria y serena como Humberto Lay fuera el depositario de mi voto. Cuando se pasó al segundo escenario, entendí que no podía ponerme de costado. Es entonces cuando decidí votar por Lourdes Flores, la socialcristiana representante del Partido Popular Cristiano.
No creo que Susana Villarán, la lidereza de Fuerza Social, sea una pro-terrorista. Tampoco pienso que sea corrupta ni que sea una ignorante en manejo de la cosa pública. No creo que sea una persona irresponsable que favorezca el libertinaje juvenil. Menos aun me parece que haya que criticarla por su vida privada, por sus amores y desamores o porque el Che Guevara le pueda parecer guapo o feo. Eso es el ámbito individual que no me interesa. Ni tampoco le critico si lanza una palabra subida de tono que queda grabada en un programa periodístico en pleno debate.
Las razones que me llevan a no votar por ella, y por tanto, hacerlo por la única opción viable para evitar que sea alcaldesa de Lima, son distintas. De fondo, no personales y sí, de convicción. Razones que me llevan a sentir que la propuesta que representa Fuerza Social, es una farsa cabal.
La primera, porque es increíble que sus socios políticos sean nada menos que Patria Roja, ex aliado ideológico de Sendero Luminoso y el MRTA, y el SUTEP, sindicato comunista responsable, junto a la desidia de sucesivos gobiernos, de la postración de la educación peruana hasta situarla en los niveles más bajos del orbe. ¿Una persona tan educada y preparada como ella, con ese carisma, necesitaba de esos “socios”? Y por su fuera poco, ahora se le colgó Ollanta Humala y sus “hordas nacionalistas”. La farsa ideológica.
La segunda, porque su propuesta técnica es anti-moderna y va a postrar a la ciudad a un mínimo de cuatro años de estancamiento. El paradigma de este marasmo en el que nos quiere sumir a los limeños la señora Villarán, es su negativa a implementar el metro subterráneo y sus soluciones “sociales” que simplemente van a convertir a Lima en Bombay, en perjuicio de los más pobres precisamente. Porque si a alguien favorece un metro y otras infraestructuras viales, es a los que viven en los Conos. Es la farsa de la modernidad.
La tercera, porque ni la señora Villarán, ni si grupo cercano, representa a los intereses de los pobres de esta ciudad. A pesar de sus múltiples disfuerzos, la realidad es que ellos pertenecen a esa oligarquía rancia que no escatimaría en pactar con el mismísimo Humala con tal de conservar sus privilegios de clase. Esa famosa derecha conservadora, regresiva, de apellidos de avenida y con usos y costumbres “made in Europe”. Por eso su apoyo en el segmento “A” no debe llamar la atención. Tampoco ha de sorprender que un Letts confluya con una Villarán, pues en la clase altísima, poco importa quién es de derecha o de izquierda. Tan solo cuenta la alcurnia y el tecito compartido en la casa de la familia amiga. Sin embargo, su capital político lo hacen engañando a los pobres con la ilusión de la “Lima para todos”, cuando en realidad apenas les pondrán unas cuantas escaleras más en los cerros y un poco de asfalto en algunos asentamientos humanos. Les invocarán a los de los Conos, pero jamás comerán con ellos ni los invitarán a sus casas. Solamente los usarán por los votos de hoy. Como fue siempre. Esta es la peor de las farsas. Es la farsa social.
Tres razones objetivas, sin agravios ni insultos. Suficientes para no votar por Villarán. Porque no me interesa apoyar este gigantesco caballo de Troya que está a punto de entrar a comandar mi ciudad. Y porque no quiero ser parte de esta gran farsa social que es la denominada Fuerza Social. Gane o pierda con mi voto, esta es mi decisión.
http://elregionalpiura.com.pe/index.php?option=com_content&view=article&id=8167:farsa-social&catid=67:genio&Itemid=193
1. Es cierto que el presidente del Movimiento Nueva Izquierda (MNI), Nílver López, quien ha sido durante años dirigente del SUTEP, apoya la candidatura de Susana Villarán (SV) a través del Partido Descentralista Fuerza Social (FS). No obstante, es una apoyo de carácter programático y no ideológico, como ya señalo este señor quien a la vez tan bien descartó cualquier vinculo del MNI y de FS con Patria Roja (http://elcomercio.pe/notici…). Asimismo, es incorrecto culpar del estancamiento de la educación nacional solo al SUTEP. No es el SUTEP, el que debió, debe y deberá promover reformas en el sector sino el Estado. Ente que durante años aprovechándose del adormecimiento y pasividad de la mayoría de lasociedad peruana no ha iniciado una correcta reforma de la educación, en mi opinión, porque esto tomaría más de un periodo y el que la inicie no podría vanagloriarse de su obra. Es el Estado, que ahora ante su incapacidad de dirigirla al nivel macro o nacional, buscar transferir la educación a los municipios. A mi parecer que ambos han contribuido en atorarnos en una educación incapaz de dar a los que la reciben herramientas para prosperar en la vida. No obstante, repito: es mayor la responsabilidad del Estado, ya que este ha tenido durante siglos la obligación y la facultad de brindar este servicio a la sociedad. ¿o es que las evaluaciones a los profesores y las mejoras salariales para mejorar la calidad de vida de esto se han dado de manera progresiva durante la historia de nuestro país? El SUTEP es tan solo el sindicato que buscan luchar por los beneficios de sus agremiados.
Por otro lado, la relación de FS con Patria Roja no es más que un apoyo verbal, manifestado en comunicados del segundo, similares a otras manifestaciones de movimientos de izquierda nacionales. NO EXISTE UN VINCULO DIRECTO, como el que si existe en la relación Flores-Castañeda (Municipalidad de Lima).
2. El negar la posibilidad del metro, en la actualidad, no me parece descabellado, pues gracias a los manejos poco claros y excesivos de la gestión actual del municipio el cabildo limeño ha obtenido una deuda bastante grande. Supongo que ha esta la respuesta al señor Castañeda de porque no se hacia tanta obra: mantener un equilibrio presupuestal. Asimismo, a mi parecer es más correcto priorizar un reordenamiento de la flota de transporte público masivo y generar vías rápidas que sirvan para el desfogue vehicular en casos específicos donde se señalan serios problemas de transito, antes que seguir haciendo obras que complican más la circulación vial en la ciudad. El Perú avanza y se hacen obras para ti a costa de permanecer media hora atorados en la misma cuadra de la avenida Aviación.