EL OLVIDO
Salté de mi casa
La madrugada quejumbrosa en alguna parte
Mas allá de los paramos y praderas
Me resistía a venir
Bienaventurado por aquella avenida de Zarzuela
Me puse a tomar mate de manzanilla
En la cuadra de los facinerosos
Me invitaron un vaso de chicha
Una Brahama
Y una dama
Me negué
Predijeron que yo era el pendejo
De los andes
Con el sonido de un Huayno
Al fin alguien sospechó que yo era
Un protestante
Y me arrojaron a patadas
En el reino del botijon
Nadie se burla de las chelas
Me indicaron
En las aguas del tumi de rosaspata lavé
Mis heridas
En la IFDB me anhelaron
Dios te bendiga
Y el atisbo del pastor me confiscó
Los maltratos de la tarde
Caminé por los pasillos
Suspiré en alguna grada
Las últimas estrellas de la oscuridad
Las flores
La ciudad angelical
Jactada por los ladrones
Y la orgia del día en fuga
Una realidad injustificada se
Apoderaba por las avenidas de la ciudad imperial
Y las primeras combis
Hacia la orgia del día
Al fin pienso en ti
Desahuciado hace poco
Me quedo aferrado en tus pensamientos
Como quien pierde su vuelo
Que parte de la costa a la sierra rural
Lugar sigiloso, desamparado y de miseria
Son las cuatro de la mañana en la vía de la
Interoceánica
Anclado en los asientos de un bus
Cielo ceniciento
Orilla dada a la reminiscencia
Donde te olvido
Y me olvido
¡Para inmortalizar de la gloria del presente!