Estas épocas del año que sobrevienen más rápido de lo esperado, y que recién advertimos cuando nos topamos con un “motivo navideño”, es cuando los recuerdos se agolpan como reclamando formar parte de la inevitable “reflexión de fin de año”. ….por supuesto primero aparecen los malos …. Pero rápidamente mis defensas neuronales levantan la banderita del “no hay mal que por bien no venga”, y sas!… se esfuman….
Entre los “buenos”, los primeros gratos recuerdos del 2013, son los reencuentros con amigos que no veía hace mucho. Imagínense un reencuentro con una amiga de “jardín”, de la “pre”, de los primeros años de universidad, exalumnos…. hablamos mínimo de una década atrás…. y saben? Es muy reconfortante descubrir que en mí (ya largo) recorrido, he merecido la amistad de personas maravillosas que ni el tiempo ni la distancia han tenido nada que ver …… te sonríen, te abrazan, te comparten …….. y te ayudan a comprender un poco más el “porqué” de la vida….(Foto del 2003, en un almuerzo PUCP de fin de año)