Entrevista a Dan Baron
Director de teatro, artista plástico, poeta y arte educador
2 de junio de 2003
Fuente: http://www.redeaiperu.org/articulos.htm
…..Entonces, durante mi vida, me fui preocupando de cómo convencer a las comunidades a pensar sobre esa dimensión subjetiva. Lo que quiero decir con esto, es la forma en la que nos organizamos, nos imaginamos, nos planificamos. Digamos la búsqueda de una metodología, más que la búsqueda de un mapa sobre el futuro. Hoy en día sé que es mucho más fácil criticar, que es muy complicado resistir, exige bastante coraje, yo hablo de resistir a la violencia sexual, sicológica, emocional. Pero la resistencia es complicada, un tema mucha más complicado es construir. Para mi la búsqueda de una nueva simbología, la búsqueda de nuevas formas democráticas, como las personas van a imaginarse e implementar una nueva sociedad.
A través del arte es posible hacer varias cosas. es posible rehumanizar a las personas, digamos sensibilizar a las personas en el sentido de reintegrar a todos los sentidos como herramientas de expresión y de comunicación. Entonces, se da una nueva dimensión de la rehumanización, pero tiene que haber una posibilidad de renovar y cicatrizar la imaginación como una herramienta social y una herramienta política. También es posible, con el arte, aprender como crear democráticamente. Porque nosotros no nacemos con técnicas para construir la democracia, la democracia es una técnica, un conjunto y el arte da la posibilidad de aprender como colaborar, como crear propuestas inclusivas, pero con un lenguaje poético, poético en el sentido de que ese posible construir lo nuevo, de emplear lo viejo, de reciclar o transformar lo viejo en una propuesta innovadora.
Hablo sobre todo esto sobre una experiencia, principalmente en Londres, con las personas, una colaboración de 7 años dentro de varias culturas, muchos países dentro de una misma comunidad. Entonces, lo que nosotros hicimos juntos fue la práctica y saboreamos un poco una pedagogía. Entiendo que en un primer momento la imaginación de una persona va a liberar mucha motivación, pero en un segundo momento, las personas muchas veces se chocan contra sus vulnerabilidades y eso puede ocasionar mucha frustración y mucha violencia. Lo que nosotros hicimos antes, además de buscar propuestas creativas, o crear más intimidad, es la construcción de una solidaridad. Yo veo que eso es fruto de una intimidad y una empatía. …el arte es un lenguaje único para desarrollar la empatía y la intimidad, sin eso yo no sé como construir la solidaridad y como podría intentar hacer algo nuevo. Entonces el arte es mucho más que visualizar el pasado, el presente y el futuro, el arte tiene esa capacidad de crear intimidad y empatía y con esto es posible entender al otro, ees posible arriesgar y crear lo nuevo.
Mi encuentro con el escritor inglés autodidacta, Edward Bond, me dejó impresionado con la contradicción entre la presentación pública y el ensayo escondido. Una contradicción entre la voz pública y la voz íntima, la voz privada. Después me quede muy curioso en como solucionar pedagógicamente, con una metodología, este gran conflicto: de lo que nosotros estábamos hablando en público y de lo que estábamos sufriendo en privado.
Después yo encontré con 26 o 27 ños de edad, encontré escritores y directores de teatro exiliados, me sucedió lo mismo. Percibí profundamente la fuerza de la danza, la fuerza de la música, como lenguajes mucho más unificadores que la palabra. Lo mismo sucede en público: nosotros proponemos unidad, democracia, justicia, sensibilidad, pero en los ensayos sufrimos todas las secuelas del pasado. Percibí la descolonización de la mente, pero cada vez más percibí la necesidad de descolonizar el cuerpo. Sabiendo, descubriendo que el cuerpo tiene una memoria emocional, una memoria cultural, ideas dentro de las ilusiones, ideas dentro de la piel, la piel cada vez más como una trinchera. Entonces, nosotros tenemos las memorias vivas. Memorias concientes y memorias de lo que realmente estamos sufriendo en la mente, pero el cuerpo es conciente, el problema es que la gente no sabe como leer el cuerpo. Si, nosotros sabemos como leer, pero no sabemos como transformar la memoria del cuerpo en instrumentos de comunicación proposital, comunicación democrática, diálogo. Salí de esa producción en el 84 con la determinación de solucionar esto.
…Principalmente descubrí la importancia de hacer teatros íntimos, buscar la voz en cada niño, en cada joven, en cada adulto, para buscar el autor, la autoridad en cada persona, democratizando un escenario pequeño, ayudamos a construir una autoconfianza y una identidad colectiva, una motivación colectiva.
…Percibí una cosa fascinante, pensando en la trinchera, percibí que las personas están bien lúcidas en público, digamos en la performance pública, pero en casa, es decir detrás de la trinchera, las personas tienen un escudo. En la cama, en la cocina, son las dudas, los miedos y al ansiedad las que entorpecen la autoconfianza, las personas tienen una voz interna que nadie escucha. Mi preocupación en Irlanda era como escuchar esa voz interna, como transformarla en una herramienta de liberación, porque desarrollándola ayudaba en la construcción de una nueva voz de confianza, empatía y solidaridad.
En Africa cada vez más busco una pedagogía capaz de interrogar la voz íntima de cada persona de un espacio colectivo, una propuesta colectiva. Finalmente, me quedé siempre con la búsqueda de una metodología. Cada vez más entraba en una pedagogía más íntima, en la propuesta de pensar la vida como un teatro. Yo entiendo al ser humano como una criatura teatral, nosotros siempre estamos presentándonos y siempre asistiéndonos y nosotros tenemos la capacidad de asistirnos a través del otro.
En Brasil me interesó la importancia de construir una performance, no permanente, pero que va a permanecer, o sea construir monumentos o esculturas, o mosaicos para integrar el proceso en el producto y el producto va a continuar como un proceso. Porque las naciones y los siglos van a a interpretar y reinterpretar una marca, un momento de los antepasados. Esto es una gran motivación para que las personas se piensen como sujetos creadores del futuro, porque ellos están construyendo una cosa, haciendo la historia, ellos saben que sus nietos y bisnietos van a encontrar un monumento que ellos están haciendo en el presente. En este sentido nosotros usamos al danza narrativa, la danza para buscar la memoria, también usamos historias, usamos improvisaciones, y también nosotros construimos una escultura. No quiero usar la palabra monumento, porque monumento va a congelar el pasado de una forma rígida. Yo quiero, y nosotros lo hacemos en Brasil, monumentos anti monumentales, dinámicos, que mudan, que provocan preguntas y diálogos con las personas que hasta ellos llegan.
Por ejemplo, ahora en Brasil, estamos haciendo procesos pedagógicos con niños, adolescentes, bisabuelos, con ancianos, nosotros estamos creando procesos pedagógicos artísticos que terminen con un teatro, no una presentación, nosotros construimos teatros, dentro de este teatro es posible que las próximas generaciones continúen creando teatro. El teatro en si es un arte de creación y de liberación.
Bien, después de 25 años. 25 años atrás yo estaba experimentando con el cuerpo. Pero hoy encuentro que todos somos unos textos, textos multiculturales, nosotros tenemos, tu tienes, ella tiene, yo tengo, digamos, una intertextualidad, nosotros somos libros y nosotros tenemos que saber como leernos para… y tenemos que saber como nuestro libro forma parte de una biblioteca enorme, y nosotros tenemos que entender como leer el libro, cada ser humano como un texto profundo, sin esto es imposible construir relaciones democráticas, es imposible construir una comunidad, una nueva comunidad, digamos pluralista, tolerante, reflexiva, democrática.
Hablé sobre la voz pública y la voz íntima y ahora en Brasil, trabajamos con la propuesta de un coordinador externo y un coordinador interno, un facilitador o educador. Hablo de esto porque cada comunidad necesita un espacio de reflexión, de creación, la coordinación de esto a veces es muy complicada….
Muchas veces las comunidades necesitan a una persona externa para impulsar un proceso que la comunidad sabe que tiene que suceder, solo que nadie, dentro de la comunidad, quiere asumir la responsabilidad de asumir ese impulso y muchas veces la comunidad se entrega de una forma bien dependiente, como una auto subyugación, muy problemática. Con una conciencia sobre el autoritarismo que exige siempre alguien que oprime y alguien que acepta, el autoritarismo exige represión y auto subyugación. Pero, si hay una toma de conciencia sobre esto, a través de una formación o sensibilización, es posible trabajar como una persona externa con alguien de dentro, un coordinador interno, para realizar un proceso de auto reflexión.
Entonces, lo que estoy intentando decir, es que existe un papel para el coordinador externo y para el coordinador comunitario. El coordinador externo tiene que estar bien sensible para identificar la posibilidad de codependencia, para evitarla y tiene que conversar con las experiencias y las necesidades de las comunidades. No importar una agenda y no imponer una cultura extraña en al comunidad, al mismo tiempo sé que finalmente nosotros queremos cultivar coordinadores comunitarios, nosotros queremos crear procesos auto sostenibles, procesos autónomos, quiero cultivar la independencia. En este sentido, tal vez en un primer momento, la comunidad necesita de alguien externo. Muchas veces una comunidad necesita iniciarse con alguien externo porque no tiene confianza, no tiene las técnicas. Lo ideal es que la comunidad desarrolle sus educadores y coordinadores locales. Una última cosa, ustedes tienen a varias personas de varias culturas trabajando juntas, como un pueblo bastante mezclado, en este sentido celbro su multiculturadidad.
Pienso que existe la necesidad de respetar la individualidad, de integrar el colectivo a su tiempo y la multiculturalidad a a su tiempo. Esto se inicia en los niños, si hay personas trabajando den la comunidad, hay que pensar como afianzar la cultura de cada parte del país dentro de cada persona, para entender su compleja identidad.
Pienso que los maestros, los educadores tienen que sentirse seguros si ellos van a practicar una nueva pedagogía. Yo no propongo: vamos a integrar el arte en el Colegio, yo estoy proponiendo al arte como una pedagogía educacional, además de esto como una pedagogía en todas las áreas de la vida. No todos vamos a bailar, pero vamos a usar las herramientas artísticas para crear nuevas relaciones y nuevas formas de planificar….
También hay que crear maestros seguros, esto significa una formación lenta y personal, se tienen que identificar los miedos y dificultades, de los maestros, no es suficiente demostrar una cosa, hay que transformarlos en actores.
Hay que ayudar a los maestros a verse como actores y también a los directores, organizando un nuevo teatro, un teatro de la participación, un teatro democrático, donde cada alumno, digamos participantes, se puede ver como un autor, y con su autoridad, ayudando en la construcción de un teatro democrático. No quiero teatralizar el mundo. El espacio del salón de clase es un espacio de performance, tal vez sea la performance del autoritarismo, la performance de represión, la performance de las organización de las personas en una curva: de las personas más talentosas, las personas mediocres y las personas más tontas. Yo no estoy de acuerdo con esta organización social. Este es un teatro de represión, un teatro de alineación.
Pero existe otro tipo de teatro, el de al igualdad o de los procesos colectivos, pero se tiene que formar al maestro con esta conciencia. En el salón de clases es donde las personas performan su identidad y su imaginación. Es imposible trabajar en una escuela sin una intervención a largo plazo sostenida en una continuidad. Hay que formar maestros con auto confianza e integar a la directora en el proceso, hay que transformar el poder en la escuela en una nueva solidaridad, sin eso, ustedes van a salir de la escuela y las personas van a regresar a la vieja pedagogía.
Es importante siempre luchar para incluir en la curricula pero no para permitir que los poderes aislen o marginalizen el arte. Esta siempre fue la estrategia para arrancar el arte del cotidiano, mistificar el arte para decir que es algo extraordinario, donde los otros no son artistas, Hay que garantizar que no haya esa apropiación ni mistificación del arte.
Anteriormente hablé sobre los teatros, los teatros dialógicos, las esculturas. Pienso que el producto tiene una importancia profunda pero diferente al del proceso, tal vez yo integre ambas posiciones con una contribución. Creo que los procesos son de experimentación y de transformación y de identificación, creo que el producto tiene mucho que ver porque es una externalización del interior, de lo íntimo de las personas, pero de una forma colectiva. Esa concretización es una producción social, el proceso es íntimo y la producción social es algo que queda. Las técnicas de cómo transformar una propuesta colectiva en un producto, en un resultado concreto da mucho orgullo, da mucha autoestima, da mucha auto confianza para convertir ese producto en un nuevo proceso, y para mi, el gran desafío ahora es superar esa división entre el proceso y el producto y para garantizar que la producción de un proceso diferente. Un proceso de experimentación y reflexión colectiva, una metodología democrática. La producción también necesita una dinámica creativa, de experimentación, de nuevas decisiones colectivas. Me parece importante rechazar el modelo de producción capitalista, pragmático, que se pierde en esa dimensión experimental.
El gran principio es transformar como usamos el tiempo y muchas veces nosotros pensamos sobre le proceso como el tiempo experimental, el tiempo más creativo, cuando nos centramos en el mundo de la producción abandonamos esa (…) del tiempo.
Me gustaría valorizar los dos, reconozco que el proceso es estético y el producto es artístico, el producto artístico es la realización de todas las investigaciones para articular algo comunicativo, son procesos diferentes pero los dos son procesos.
También pienso que es interesantes pensar en como integrar esa pedagogía en la producción de la vida, hablo esto como con al producción de la comida, no estoy hablando ahora de la producción del arte en la curricula, sino la reintegración de la cultura con al tierra.
Esa integración con la tierra va a alcanzar una reflexión profunda sobre la naturaleza y la historia. El Perú, igual que los otros países, tiene que conocerse…tiene que conocer su identidad histórica para entender porque las personas tienen ese gesto, ese ritmo, ese ascendiente, esa cultura, esa voluntar de dominar, esa voluntad de…. entonces, concretamente, interligar la pedagogía con al tierra, con la producción de la comida la producción de la sobrevivencia.
Hay que pensar, repensarlo todo, porque el arte fue robado, mistificado, separado, encadenado, encerrado bajo llave en las galerías. Hay que repensar como redemocratizar, reintegrar el arte, porque las multinacionales están haciendo eso actualmente. Exactamente, cultura viene de cultivar, cultura es cultivar.