He tenido (tengo) algunos mentores fundamentales para mi vocación y dedicación –conscientemente, desde los quince años– a la poesía: mi madre, Lastenia; mi hermano Germán (obrero-poeta); Martín Adán (algunos conocen la anécdota de que la lectura de mi libro, Juego de manos, precipitó su deceso); Javier Sologuren con quien , hacia mis veinte años, platicaba eventualmente en … Sigue leyendo Recuerdo de Eielson
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo