A la Hermana Carmela
Habíamos terminado de cantar y de orar también.
La reunión había concluido.
Mientras recogía mis libros preparándome para irme a casa.
Alguien sorpresivamente me tomó del hombro.
Nada mas voltear recibí un abrazo cálido y efusivo
de mi hermanita Carmela,
quien con sus 79 años a cuestas y bastón en mano
me expresó con emotividad su alegría por verme.
“Y pensar que yo te daba estudio de la Biblia
cuando eras así de chiquitito”
mientras hace una seña con la mano que tenía libre.
“Tú no sabes la alegría que siente mi corazón
cuando te veo llegar a las reuniones.
Pienso en todo el esfuerzo que hice para animar a tu mamá
para que los traiga siempre
cuando ustedes eran todavía muy pequeños”.
“Cómo ha pasado el tiempo.
Ahora mírate, ya eres todo un hombre, hecho y derecho”.
Apabullado por la ternura de sus sentidas palabras
enjugué mis ojos para esconder las lágrimas y
Solo atiné a decirle con voz quebrada
“Gracias por todo hermanita Carmela, la quiero mucho”.
Compadeciéndose de mi por mi súbito cambio de ánimo, me dijo:
“No te pongas así. Mira, te voy a contar un chiste”.
En serio, ¿usted cuenta chistes?.
“Claro, me sé este que es muy bueno.
¿Tú sabes por qué los elefantes no usan computadoras?”.
No tengo la menor idea.
Casi sin aguantar la risa me respondió.
“Porque los elefantes le tienen miedo a los ratones”.
No pude dejar de sonreír por la inusitada gracia de su buen humor.
Empezó contándome uno pero después vinieron otros más.
Sorprendido por su amplio repertorio,
le pregunté como así se los había aprendido.
“Los leo en el periódico y luego los recorto” me respondió
sacando de su bolsillo un fajo de tiras de periódico
amarradas con una liga.
“Toma, te los obsequio. Léelos que te van hacer reír mucho”.
Han pasado algunos meses desde aquella conversación.
Mientras recuerdo los detalles de la tertulia de aquella noche,
me dirijo al velatorio de la Av.Petit Thouars para despedirla
y reiterarle con mi presencia
que la sigo queriendo mucho.
Que Dios la guarde en su memoria.
Billy Colonia
Lunes 11 de noviembre del 2013