LAS AFP NO HACEN MAGIA.
En las últimas semanas el debate nacional se centró en el sistema privado de pensiones AFP´s que en el imaginario colectivo es lo peor de lo peor. Las siguientes líneas tienen como objeto poner en un plano racional una discusión que ha sido enteramente emocional. ¡Sí!, emocional. Las críticas al sistema privado de pensiones desde el punto de vista de que las AFP se roban la plata, cobran comisiones e intereses muy altos y pagan pensiones indignas, están absolutamente alejadas de la realidad y sustento técnico, no tienen ningún fundamento y lamentablemente han constituido hostigamiento al sistema de pensiones más exitoso que ha creado la humanidad hasta el momento para enfrentar el problema del envejecimiento poblacional.
La problemática del envejecimiento poblacional no solo es enfrentada por los países desarrollados sino también por países en vías de desarrollo como Perú, en donde cada día crece la población senecta necesitada de recursos y pensiones para vivir, y por otro se reduce la población económicamente activa encargada de la generación de recursos e impuestos. Este problema demográfico afecta casi todas las dimensiones económicas y sociales de los países ¿Cómo una población laboral activa más reducida podría financiar a una población de jubilados más grande y con mayor esperanza de vida? La solución encontrada por la humanidad a este problema han sido dos sistemas. En el caso peruano, el primero y más antiguo es el Sistema Nacional de Pensiones (SNP) denominado de Reparto de beneficios, que es administrado por la ONP, y el segundo es el Sistema Privado de Pensiones (SPP) de capitalización Individual, administrado por las AFP.
El Sistema Nacional de Pensiones (SNP) es un fondo común en la que los jóvenes financian con aportes obligatorios a los adultos mayores. Funciona como una especie de impuesto a la gente que está trabajando el día de hoy para financiar a un segmento de la población que se está retirando. El caso es que, por el envejecimiento poblacional, los aportes de la población económicamente activa no serán suficiente para financiar a los jubilados. La dirección de este sistema es a incrementar el hoyo fiscal de una forma insostenible que va conducir al país al déficit presupuestal. Durante el periodo 2000-2015 el gasto en pensiones de la ONP significo 1.1% del PBI. Según las proyecciones más conservadoras del BID, se estima que el gasto total de la ONP en pensiones sea del orden de 6% del PBI para el 2050. Esto es una locura, actualmente ni en el sector salud se invierte 4% del PBI.
Por otro lado, tenemos el Sistema Privado de Pensiones, el sistema de AFP, en el cual cada individuo financia su jubilación con sus propios aportes realizados a lo largo del periodo laboral. Esta especie de ahorro obligatorio en cuentas individuales a su vez se ve incrementado en valor no solo por los aportes propios de los individuos, sino también por la capitalización gestionada a través de Administradoras de Fondo de Pensiones. Al momento de la jubilación el trabajador con su fondo acumulado compra una renta vitalicia o retira el 95% sin significarle al Estado un hoyo fiscal que tenga que financiarse con endeudamiento.
“Queda claro que las AFP han tenido un comportamiento que nosotros, como la mayoría de la población, rechaza. Intereses, comisiones que han sido abusivas …”. Esas fueron las declaraciones textuales del presidente Vizcarra hace unas semanas acusando a las AFP de cobrar intereses. Si, la máxima autoridad del país dijo “intereses” (¿cuáles?). No señor, las AFP no cobran intereses, cobran comisiones, las cuales a nivel internacional son una de las más competitivas, más bajas que lo que se cobra en Australia, Nueva Zelandia México o Colombia. ¿Dónde están los intereses y altas comisiones de las AFP? Incluso el aporte obligatorio que descuenta las AFP es 10% del salario mensual del trabajador en comparación con el 13% que descuenta la ONP, que por cierto, si no aportas un mínimo 20 años al sistema público, no cobraras ninguna pensión. En las AFP no importa el tiempo, cobras lo que aportaste a tu cuenta individual más la capitalización ¿Quién es el abusivo? ¿Quién se roba la plata si no aportas 20 años?
De igual manera la critica que se le hace al sistema de AFP de pagar pensiones bajas, lamentablemente no tiene ninguna validez técnica, pues no se analiza la cantidad de dinero que el afiliado aporto a su cuenta versus la pensión que recibe o la cantidad de plata que genero la AFP como rentabilidad. Hoy cuando una persona se jubila en Perú de cada 100 soles que el jubilado recibe, alrededor de 70 soles no fue aportado por el trabajador, fue generado por las AFP (dos tercios exactamente). ¿Quién me puede decir que el Sistema de AFP no funciona? Claro, puede haber voces reclamando que aun así la pensión promedio que se paga no alcanza; sin embargo, eso no quiere decir que el sistema no funciona. El problema de fondo de esta crítica es emocional de cara a un problema real, si los salarios de una economía son bajos, ¿qué se puede esperar de la pensión? Aun así, sentimos que la retribución no es lo suficientemente alta. ¿Si las AFP pagaran pensiones promedio de 5 mil soles alguien podría decir que el sistema de AFP no funciona? por supuesto que no, pero claro nos revelamos ante un sistema que queremos que produzca el paraíso. Los peruanos acusamos al sistema de capitalización individual, sistema de AFP de no funcionar, pues no están haciendo magia para producir los suficientes recursos que aseguren el paraíso en la tierra, a ello se suma el ataque abusivo por parte de nuestros brillantes políticos prometiendo que ellos si pueden hacer magia para conseguir pensiones infinitamente superiores.
Para terminar, queda claro que las AFP es un sistema éxitoso desde el punto de vista de la alta rentabilidad que generan. El hecho que existan pensiones “bajas” es independiente al sistema de AFP pues está relacionado al nivel de salarios y empleo que hay en una economía. No debe interpretarse de ninguna manera que la posición de este artículo deslegitime las preocupaciones existentes sobre las AFP y que no hay espacio para mejoras, por supuesto que se puede y debe mejorar aún más el sistema. La única intención de este artículo es hacer un llamado al análisis crítico y responsable fuera de conjeturas emocionales, tratar de dirigir el debate a un plano más técnico-racional y no destruir uno de los mejores sistemas previsionales que hemos construido los peruanos. Las acusaciones a las AFP son falsas desde el punto de vista que se roban la plata, cobran intereses y comisiones altas, no son válidas y en el fondo constituyen una argumentación fundamentada en sentimientos que no pueden ser la base de políticas públicas coherentes y reales.