“Todos somos muy ignorantes. 

Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”.

Albert Einsten (1879-1955)

Hoy en día se discute mucho sobre la necesidad del hombre de albergar en su mente cada vez mas conocimientos. La idea de un mundo moderno que cada vez ignora mas que las generaciones anteriores es muy repetitiva en estos tiempos, las comparaciones entre una y otra generación no cesan, es común escuchar a personas mayores hablar del conocimiento y de una sociedad que aprende como algo efímero en el mundo moderno. Algunos piensan que la nueva generación no se está preparando lo suficiente para enfrentar el mañana, algunos afirman que vivimos en una sociedad cargada de ignorancia.

A la sociedad moderna le importa en menor proporción que a generaciones anteriores diseñar una estructurada sociedad del conocimiento, pero la idea catastrófica de convertirnos en una sociedad meramente ignorante parte de simples idealismos y pensamientos sin fundamento y carentes de alguna comprobación verídica. Se le teme a la ausencia de jóvenes en intercambios físicos de conocimiento, a la presencia masiva de la nueva generación en bibliotecas; y se asume que son estos los indicios de una sociedad que ignora lo mas importante de la vida, de la ciencia y de la cultura. Si bien es cierto hoy la sociedad goza de más fuentes de información, es netamente eso, información de todo tipo desplegada y esparcida por todo el mundo a través de redes de comunicación. Ahora la información se asimila de acuerdo a la necesidad de cada individuo, que necesita usar el saber y convertir dicha información en conocimiento, mientras más información esté al alcance de todos, más fácil será aumentar los niveles de conocimiento social.

No es un tema de ahora que las generaciones de antaño den por hecho que las nuevas generaciones nunca puedan ser como ellos fueron, y es una ideología que ha ido pasando de generación en generación, las comparaciones de que una época pasada fue mejor que la hoy en día han existido y seguirán existiendo, el punto es que no por haber aprendido en una biblioteca respirando moho de las páginas de un viejo libro y caminando varios kilómetros para obtener la información, se de por hecho que se pueda albergar y obtener mayor conocimiento de esa manera, el tiempo es cambiante y así como antes de las bibliotecas, se aprendían las cosas solo verbalmente o de alguna otra manera posible, hoy existen miles sobre miles de monitores en el mundo que en este momento están procesando información y la están enviando a todos a través de la red, haciendo que la biblioteca de la esquina a más de un kilómetro de casa, resulte inútil, puesto que nacimos en un periodo de la historia donde detrás de un monitor o de una simple pantalla se pueden afianzar saberes respecto a los temas que más interesan.

El mundo a dado un gran avance fomentando el trabajo en equipo y el desarrollo de individuos en cosas cada vez más puntuales lo que implica su mejor evolución a un sistema integrado de partes, que tienen una finalidad; la Ingeniería Concurrente viaja en este punto y a dejado de lado a la Ingeniería secuencial que en tiempos pasados dominaba el espacio de ingenio científico.

Se le teme a la ignorancia, tanto como se la ha temido desde tiempo atrás, y por citar al gran Antonio Machado, “todo lo que se ignora, se desprecia”, pero si se volviese al planteamiento socrático de que la ignorancia es la base del conocimiento, no se aprende si no se ignora y mientras más se aprende seremos ignorantes en escala ascendente; pues solo hay un bien: el conocimiento, y un único mal: la ignorancia; se sabe que siempre se ignora y es el afán de no ignorar nada lo que nos mantiene como una especie dominante, el afán de aprender es natural del hombre, aunque no todos gocen el aprender de la misma forma y lo disfruten, el hombre seguirá aprendiendo y seguirá ignorando conforme aprenda, porque nada es concreto y hay más relatividad en el mundo que cosas totalmente definidas.

Lo que pasa cuando se extrapolan los temas, es que se cae en muchos casos en la exageración de los mismos, pierden consistencia y se hacen ver desacertados, se plantea más educación, pero no se logra hacer prosperar bases educacionales pues estas carecen de un análisis modernista, y es que el ser humano no se forma cuando ya es capaz de entender teoremas complejos, sino se forma en los primeros años de vida, y es labor de sociedad cambiar esos estereotipos de que se debe esperar el mañana para aprender, se minimiza la educación inicial, primaria y secundaria, cuando es esta la base de todo conocimiento, al final el hombre no nace con las ganas de ser un experto en ciencias o un especialista en humanidades, sino que eso lo desarrollo durante su existencia conforme fue descubriendo el mundo y de la manera en que le permitieron descubrirlo.

La vida nos enseña que el hombre solo ha logrado ser feliz cuando ha ignorado algo (Anatole France), se ha ignorado el mundo desde que se tiene registro del mismo y es ese deseo de saber de dónde venimos y hacia dónde vamos lo que nos hace adoptar la ciencia y la tecnología como las piedras filosofales de la vida, el mundo seguirá siendo ignorante, puesto que la ignorancia es tan notable como el conocimiento.