Cuando una persona decide ser Policía, tiene diversas motivaciones, sin embargo, existe una que es imprescindible: VOCACIÓN DE SERVICIO.

La evolución del servicio de Policía, luego de las guerras mundiales del siglo XX, está orientada a contribuir con el pleno desarrollo humano de la persona, que habita e interactúa en su zona de influencia.

La conducción de organizaciones policiales, no necesariamente coinciden con este sano propósito y por lo tanto, todavía observamos aplicación de doctrinas policiales de “Seguridad Nacional” o “Tutela Social”.

El camino más corto para lograr la EXCELENCIA de una Policía, es:  la gestión transparente,  el severo control de los procedimientos, la satisfacción de las necesidades de equipamiento de sus integrantes, la absoluta compenetración de objetivos entre los gobiernos locales-la sociedad civil organizada y la propia Policía. Condiciones necesarias y de fácil implementación, cuando se erradican los intereses personales.

Sólo la decisión individual del Policía, en el sentido de actuar al servicio de su comunidad, permitirá allanar el camino hacia la excelencia en el trabajo de Policía y en consecuencia la satisfacción de los derechos fundamentales de las personas.

¡Todos los Derechos para todos…!