En el trabajo diario, el Policía pone en riesgo su vida.
Las operaciones policiales, están orientadas a permitir que todas las personas disfruten de sus derechos y gocen de sus libertades. Quienes actúan en el ámbito del delito, emplean la violencia como un medio para satisfacer sus deseos perniciosos. La persona que ejerce la función de Policía y su entorno, deben estar preparados para asumir estoicamente la contingencia de caer abatido o herido y como consecuencia generar las condiciones para, resilientes, ser capaces de afrontar la adversidad saliendo fortalecidos y alcanzar un estado de excelencia profesional y personal, sea el entorno, sea el Policía.
Esta vida que cuida tu vida, tiene la certeza que sus actos se justifican por el beneficio del colectivo y se fundamentan en la vocación de servicio que ha internalizado, desde que decidió formar parte de este servicio público, la Policía.
El Policía llega a dar la vida, por el beneficio social que esta conducta genera.
¡Honremos al Policía!