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En el nombre del padre, del hijo y de la madre.

En el nombre del hombre, del pan y del espíritu.

Ahora y en la hora

devuélvenos el día para seguir luchando.

 

En el nombre del suave, del heroico y el trágico.

En el nombre del santo, del hereje y el cálido.

Ahora y en la hora

devuélvenos el día para seguir amando.

 

En el nombre del niño, del cordero y el lobo.

En el nombre del fruto, de la flor y del árbol.

En el nombre del ala, del impulso y el pájaro.

Ahora y en la hora propicia y duradera,

duplica nuestras fuerzas para seguir luchando.

 

Devuélvenos el día en el nombre del pobre.

Devuélvenos el día en el nombre del justo.

Devuélvenos el día en el nombre del pálido.

Ahora y en la hora,

ahora y en la tierra

devuélvenos el día para seguir viviendo.

 

Para seguir amando, luchando y resistiendo,

para seguir viviendo con tiempo y con espacio,

aumenta nuestra fuerza de amor y de entusiasmo.

 

En el nombre del vivo y en el nombre del muerto.

En el nombre de todos y en tu nombre, Justicia,

devuélvenos el alma para seguir luchando,

ahora y en la hora del hombre y el gusano.

De: ALEJANDRO ROMUALDO (Perú, 1926)

Poema extraído de “Y LA ESPIGA SERÁ POR FIN ESPIGA” Primer encuentro del Consejo de Integración Cultural Latinoamericano (CICLA) realizado en Lima el 13 de noviembre de 1986.

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