Abogando por menos miedo y más espíritu de avance, el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, ha anunciado en rueda de prensa del pasado 15 de marzo, la decisión de Japón de participar en las negociaciones comerciales del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés). Asimismo, luego de recordar la historia de la adhesión Japonesa al Acuerdo General Sobre Aranceles y Comercio en 1955 y la importancia del comercio internacional y de un sistema de libre comercio, el Primer Ministro Abe manifestó que la solicitud de adhesión al TPP es la última oportunidad de Japón para ser parte de la elaboración de normas a nivel mundial.

Efectivamente, la participación de Japón en el TPP es parte de la estrategia de crecimiento económico del Primer Ministro Abe. Sin embargo, esta decisión resulta al mismo tiempo controversial para la política interna japonesa y para varios grupos de interés. Este es el caso del sector agropecuario, donde por mucho tiempo Japón ha ha mantenido altos aranceles en productos sensibles como el arroz y la carne. Asimismo, también existe cierta preocupación acerca de la apertura de algunos mercados, como el mercado de los seguros de salud. Sin embargo, el Primer Ministro Abe ha actuado con cautela al afirmar que aun cuando las negociaciones del TPP ya están avanzadas, la posición de Japón definitivamente tendrá en cuenta los intereses nacionales de este país.

También existen diversas repercusiones con respecto a otros participantes del TPP. Por ejemplo, a pesar de que Estados Unidos saluda la decisión de Japón de solicitar unirse a las negociaciones comerciales, este país señala cautelosamente que existen sectores sensibles (por ejemplo, la industria automotriz), donde ambos países tendrán que hacer concesiones con miras a reducir las barreras arancelarias y no arancelarias.

En cuanto al Perú, la decisión de Japón cuenta con el apoyo del Presidente Humala. Los dos países ya cuentan con un acuerdo de asociación económica vigente desde el 1 de marzo de 2013. Del mismo modo, otros países de la región, como Chile también cuentan con acuerdos de libre comercio con Japón y apoyan la solicitud del país asiático.

De otro lado, se espera que las negociaciones del TPP concluyan en octubre de este año. Sin embargo, si los 11  países participantes del TPP aceptan por consenso la solicitud japonesa, el plazo para la conclusión de las negociaciones podría variar. A pesar de ello, vale la pena recordar que Japón es la tercera economía más grande del mundo y un socio económico importante para muchos de los países del TPP. Por otra parte, hay quienes señalan que con Japón en la mesa de negociaciones Corea del Sur podría solicitar su inclusión en la misma, y ello podría hacer de este pacto comercial una de las zonas de libre comercio más ambiciosa del mundo.

Tomando en consideración todo lo anterior, hay mucho que esperar de la próxima ronda de negociaciones que se llevarán a cabo en Lima, Perú durante el 15 al 24 de mayo.