Aplazan concesiones de 17 proyectos por US$ 4,750 millones. Se trata de proyectos para modernizar puertos, transporte y distribución del gas natural, entre otros que se encargó a ProInversión. (Gestión 26/10/2011)

En anteriores comentarios nos hemos mostrado de acuerdo, en líneas generales, con el paquete de estímulo económico lanzado por el MEF para afrontar los efectos de la crisis económica internacional (CD 20/09/2011). Hemos resaltado, además, que las medidas de estímulo a la actividad económica que tendrían el mayor impacto son aquellas que restauren la confianza de los inversionistas y desbloqueen los diversos obstáculos que sin razón alguna impiden o retrasan la inversión. Los obstáculos a los que nos referimos no son las normas ambientales, ni laborales, ni tributarias sino estrictamente los que se derivan de la falta de decisión, la falta de recursos y la incompetencia. La misma celeridad que, con razón, el MEF afirma es necesaria para que el paquete de estímulo económico fiscal sea eficaz, se debe aplicar a las medidas orientadas a destrabar la inversión privada, que es tres veces mayor a la inversión pública. Es verdad que hay cosas que es mejor se tomen un poco más de tiempo para hacerlas bien, pero los obstáculos a la inversión privada rara vez se deben al exceso de velocidad en la toma de decisiones -salvo cuando esto ocurre como un mecanismo, genuino o amañado, para suplir meses o años de inacción anterior. La falta de decisión, que es el obstáculo más común, se debe usualmente a la falta de voluntad política e incluso la insuficiencia de recursos humanos o financieros usualmente también se debe a lo mismo.

Entendemos que un gobierno nuevo tiene ciertas dificultades para operar óptimamente, pero su curva de aprendizaje no debemos pagarla todos los peruanos con la parálisis pública.

La noticia que comentamos tiene un ejemplo perfecto de lo absurdas que resultan algunas de las demoras en tomar decisiones: las tan necesarias concesiones de los puertos de Iquitos y Pucallpa se han postergado porque los estudios que se hicieron para las mismas se hicieron hace tres años y, como se perdió innecesariamente el tiempo para otorgar estas urgentes concesiones, ya están desactualizados según las normas del SNIP y, por ello, tienen que volver a hacerse.

El valor de las inversiones que han sido postergadas por Proinversión supera en 5 veces el monto anunciado de los paquetes de estímulo fiscal,
y es sólo una fracción de las inversiones detenidas. Las cifras en minería exceden las de Proinversión y, ayer, el Presidente de Perupetro declaraba que la falta de reglamentación de la Ley de Consulta Previa tenía detenidas inversiones por cientos de millones de dólares. El costo de demorar las inversiones es enorme.

Basta con observar los dos gráficos que incluimos en este comentario para que a los lectores les quede claro que la inversión privada es el principal motor del crecimiento económico (ver gráfico 1), que la inversión privada responde principalmente a la confianza empresarial y que la confianza empresarial, si bien se viene recuperando de su nivel más bajo de mayo, sigue siendo mucho menor que la que existía cuando la inversión y el producto crecían a ritmo acelerado.

El segundo gráfico muestra que el porcentaje de empresarios que, según una encuesta de Apoyo, tiene la intención de aumentar su nivel de inversiones en los próximos seis meses es un excelente indicador adelantado del crecimiento de la inversión privada real. Si esta relación se mantiene y las intenciones de aumentar inversiones no mejoran marcadamente de su bajo nivel actual, la inversión en los próximos trimestres caerá significativamente por debajo de la necesaria para alcanzar nuestro crecimiento potencial.

Hasta ahora el gobierno viene demostrando pragmatismo en muchas de las decisiones que se han tomado y que afectan las condiciones de inversión. Para cumplir con su promesa de crecimiento con inclusión social el gobierno tiene que escoger un camino y tomarlo decididamente. La falta de decisión y la incompetencia, que con frecuencia esconde o facilita la corrupción que se comprometió a combatir el Presidente, son quizás los principales retos que tiene que superar el gobierno para retomar la senda de crecimiento elevado en que el país se encontraba y que prometió mantener.