Quiero.. ¿Qué tendría que decirle? Qué se supone… y ahí está la luna. No, esa no es. El foco amarillo de poste orinado. Creí que estaría y no hay luna. El foco, digo. Mah, ¿qué…? Como sea.
No puedo. Quiero, pero no… Maldita. ¡No puedo! ¡No puedo! Siempre me dice que no diga que no puedo, ¡pero no puedo no decir que no puedo! Cabeza arde y ya quiero agarrar a patadas la pared, que maldita, maldita, maldita, maldita…Y la puerta. La puerta con el vidriecito azul. Que si la agarro a puñetazos me arruino la mano y todo queda bien, porque entonces la mano hace juego con la cara, ¿no?
Tranquilo, me dijo.
Pobre. No entiendo cómo todavía me cree.
Hasta es gracioso. ¡Ay, pobrecita, mi mamá! Pobre, pobre. ¿Acaso yo la obligué a algo? Yo nada. Ella sí. Ella sabía. En el fondo sabía. Supo. Siempre sabe. Igual si entro voy a morir. Ella no, ella va a llorar pero no va a hacer nada.
El foco está brillando mucho. Está brillante. Mucho. ¿A mí qué me importa? Ah, qué te importa, ¿eh? Cállate, déjame pensar. YA no tiembles. ¿Qué vas a hacer? ¿Ponerte a llorar? ¿Dónde vamos a ir? Igual si llegas mañana te van a matar. Igual vas a morir, hoy, mañana, dentro de… cuando tenga cien años… cuando tenga… ¿doscientos? ¡Cobarde! Entra, tarado. Y si te matan que te maten, que ya estás medio muerto. ¿Qué vas a decir, ah? Que no pasó nada. Que… me caí, que me llevaron al hospital… ¿Y cómo salí de la casa? Ah, mira. Me… eh… ¿raptaron? Entraron por la ventana y me llevaron, y… Ah, pero antes me amarraron, rompieron el vidrio, me lanzaron a la calle y me obligaron a ir. Y luego me metieron… Ah, no. Antes me rompieron la cara.¡Claro, pues! Me querían llevar, y yo no quería, y por eso me agarraron a patadas. Oye, ¿y entonces por qué las heridas están frescas? Miente bien, pues idiota. Ah, ¿sí? Ven tú y cháncate el ojo hasta que quede como el mío, imbécil, a ver si después de eso puedes pensar bien.
…
Y…
Y me sacaron de la casa. A la fuerza. Me pegaron dos veces, antes y después. Me pegaron de a quince contra uno, quince negros enormes medio sádicos vampiros caníbales que me agarraron a palos nomás pa` saber cómo me veía. Ah, ¿y por qué no les respondiste? ¿No dices siempre que no importa si vienen de a cincuenta, tú les sacas la mugre? AH, NO, es que yo soy tan BUEEENO, que no les quise…
Cállate, imbécil, y piensa.
Creo que ya ni puedes pensar, ¿no? ¿Qué te ha hecho el tarado ése, maldito? Imbécil.
Si sale el sol… No. Voy a quedarme aquí toda la vida. No puedo ir a ninguna parte.
Creo que voy a…
Tururú… tururú… ¿Por qué no llamo por fono? Quizá… Prefiero que me maten por teléfono.
Creo que…
Voy a vomitar…
(Vomita con mucho asco).
Odio vomitar. ¡Y ni siquiera he tomado nada! La vida es tan injusta. Nada. Sólo la partida de cara. Es todo. La súper sacada de mugre en las escaleras vino gratis. Y el Ay, mira, ese borracho me está fregando mi fiesta también estuvo re-contra bien, ¿no? Re-contra. A mí qué tu fiesta, ¡a mí qué! Ni me dieron tiempo de hacer nada, estúpida.
Tranquilo. No queremos…
Qué? Vomitar?
Vomitar? De nuevo no. El terno está bien fregado. Ya fue el asunto.
¡El pensamiento y la cabeza y el ojo maldito! El maldito ojo! Y mi mamá llorando hasta mañana, seguro, hasta la tarde de mañana, llorando y… qué le voy a hacer… eh, decir. Seguro ya ni me va a… me duele todo pero eso ya…
Suspiro. Ay,¿ de qué suspiras, mi amor?
¿De qué más voy a suspirar, tarada? Suspiro porque puedo respirar. Ni siquiera fue por ti. Me peleé porque quise y ya. Tenía ganas de que me rompieran la cara. Y bien rota, mi amor. Bien rota. Y luego Ay, imbécil, estás re-feo, no me llames. No me llames! Ay, sí, no te voy a llamar.
Ah, no.
No! Ella no me diría eso. Qué tal… Eh, Mi amor… ¿Por qué me tiene que llamar así? ¿Qué? ¿No tengo nombre?
(TUM. Dentro de la casa hay un ruido fuerte)
Ay, sí que tengo nombre. Y ya ahora me lo van a decir. Sí, tengo. Tengo. Preferiría no. No tenerlo.
Maldita sea! Cobarde, ¿te vas a correr? Le has sacado sangre a un tipo de cien kilos y te corres por…?
(El vidrio azul de la puerta se ilumina. Alguien ha encendido la luz del pasillo que da a la puerta principal).
La muerte.
Manos. Manos. ¿Dónde están mis manos? ¿Dónde están mis pies? ¿Dónde…? Yo…
(La puerta se abre). ¿Qué florcitas quieres en tu tumba, mi amor?
S/T por Myriam Gómez
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no lo llego a captar completamente, siento que me pierdo de algo.