“Flavio Marcio” por Esteban Poole

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Del personaje histórico Flavio Marcio (Flavius Marcius) no quedan muchas referencias. Las más importantes son fragmentos de una obra del obispo de Aquilea Marco Antonio Galio, quien llegó a conocerle de joven. Nació en los inicios de la decadencia romana, a mediados del siglo III y procedía de una rica familia de origen sirio romanizada. A pesar de su nombre, asociado con Marte, dios de la guerra, las armas no eran lo suyo. Senador desde los 18 años, pasó la mayor parte del tiempo en sus propiedades, dedicado más a asuntos intelectuales que a dignidades de Estado. Escribió poesía, tratados de oratoria, filosofía y estética e incluso algunas tragicomedias pero nada de su obra se conserva. Poco se sabe de su vida familiar y descendencia aparte de que su esposa se llamaba Licinia. Era pagano, defensor de la tradición y recelaba del cristianismo en ascenso.

De hecho, nada emocionante pasó en su vida hasta que, un día, dio en liderar una gran sublevación contra el despotismo imperial. Al parecer lo empujó a este súbito vuelco vital un grupo de conspiradores, entre los que destacaban el noble Petronio, el general bárbaro Arnulfo y el romano Claudio. En un inicio fueron victoriosos y se hicieron del poder en Roma. Flavio rechazó el título de emperador y sólo aceptó el de tribuno. No obstante, no estuvo exento de nepotismo: nombró a su amigo Bruto prefecto de Roma. Tampoco le faltó ingenio: abolió espectáculos como las peleas de gladiadores y los reemplazó por confrontaciones oratorias y certámenes líricos; hizo representar sus dramas en los circos en vez de las pantomimas usuales… al parecer los eventos tuvieron escasa concurrencia. Dictó decretos en verso; leía floridos discursos en el foro y ordenó a sus tropas recitar poesía durante sus formaciones. Sin embargo, el triunfo de los conjurados no fue duradero y fueron vencidos a las puertas de Milán. Petronio y Claudio fueron apresados y ejecutados; Bruto se suicidó; de Arnulfo no se supo nada; y, en cuanto a Mártico, éste fue muerto por sus propios soldados. Su biógrafo Galio, quien, a pesar de ser cristiano, también participó de la conjura, logró escapar pero ya viejo, cayó en desgracia, fue acusado de ser enemigo del Estado y ultimado por soldados imperiales.

Puntuación: 4.50 / Votos: 4

Un pensamiento en ““Flavio Marcio” por Esteban Poole

  1. a20063290

    Excelente relato sobre la vida de un personaje histórico. Lo más apreciable en este cuento son la buena novelización y adaptación de su vida.

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