Han pasado tres semanas desde la última vez que pude verle. Es que ya no puedo, no me lo permito más. No toleraría hablarle y quedar en el aire. No soportaría verle y que pase de largo. No aguantaría extender los brazos y que queden vacíos. Dime cómo sabré si quieres todo eso, ¿acaso me abrazarías con la fuerza de siempre? ¿me quitarías los lentes para que te persiga hasta que me los devuelvas? ¿desharías la trenza de mi cabello para verme molesta? ¿tomarías mi mano para decirme que mis dedos son pequeños y gorditos? ¿tomarías mi mano de nuevo? Porque entre tanto que tengo, no encuentro razón suficiente pa’ olvidarme de ti.
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