Solo tengo la necesidad de escribir.
Y no necesariamente de animales curiosos.
Solo he tocado ese tema en UNA entrada.
Soy una mala persona que no escribe lo suficiente de animales curiosos. Ji.
En fin.
Esta semana ha sido muy importante para mí.
Se fue una gran preocupación ( mejor dicho, vino ) y ya tengo más calma por un lado 🙂
Por el otro, preocupaciones por decisiones que se toman sin pensarlo mucho, o en momentos en los que emociones fuertes dominan a uno.
La vida me ha enseñado… no, joder, no.
La vida a mí no me ha enseñado nada, nunca me ha puesto en situaciones muy difíciles, la vida me ha dado un carácter muy calmado y muy reflexivo.
No puedo decir que he pasado por eso de tomar decisiones apresuradas o en momentos de mucha tensión, ansiedad, etc.
Pero he visto muchos casos.
La vida me ha permitido ser testigo de esto, en algunos casos, he sabido aconsejar y a lo mejor he sido de ayuda, en otros, no he hecho más que callar y guardar mucho que podría decir. ¿Por qué? Por temor a lastimar a alguien, por temor a no decir lo que pienso con suficiente tacto, por temor a mandar al desvío a la persona en cuestión.. y es que, mientras más importante para mí sea esta persona, más difícil resulta decir lo que debo, pues es más grande el temor de mandar todo a la mierda con un par de palabras.
Guardo muchas esperanzas de que algún día podré ser realmente consciente de que al guardar tantas palabras, estoy haciendo daño también, pues… quién sabe? mis palabras podrían ser de utilidad, y no solo eso, una actitud firme de mi parte sería excelente en estos casos.
Fuera de lo que pueda ser mi ayuda, he descubierto que, sin tiempo y ofuscado, no llegas a una decisión acertada.
Hay que aprender a darnos un tiempo, a saber despejarnos y meditar bien sobre lo que nos aqueja. Nuestra vida está basada en decisiones, y si no pensamos a futuro, no llegamos a ningún lado.
Estoy creciendo. Ya maduraré.
Deja un comentario