Para Lastenia, i.m.

Madre, tú que eres el aliento mismo, el agua de la fuente. Se partió todo. Se partieron. Fallamos. Pisamos el palito innumerables veces. Tú que eres la voz y la mirada. Y la promesa. Espántanos estos diablos, vamos. Esta mediocre ficción. Tú que eres la quilla allá, el orgulloso velero. Sálvanos de la muerte y … Sigue leyendo Para Lastenia, i.m.