ENTREVISTA. JUAN OSSIO

Crónica de un mundo al revés

EL ANTROPÓLOGO LLEVA CUATRO DÉCADAS TRAS LA PISTA DEL CRONISTA AYACUCHANO FELIPE GUAMAN POMA DE AYALA, UN DESVELO LLEVADO AHORA AL PAPEL EN SU MÁS RECIENTE LIBRO: EN BUSCA DEL ORDEN PERDIDO

Por: Enrique Planas

Los misterios en la biografía de Felipe Guaman Poma de Ayala lo han desvelado durante cuatro décadas. Por ello, no es exagerado decir que en su libro En busca del orden perdido. La búsqueda de la historia en Felipe Guaman Poma de Ayala, el antropólogo Juan Ossio ha pintado el retrato más completo del cronista ayacuchano: su visión del orden social, su visión del tiempo y del espacio, su concepción del orden político y, compartiendo datos inéditos, su fascinante biografía.

Sin embargo, para el catedrático principal de la PUCP aún queda mucha tinta por imprimir. “Guaman Poma aún me sigue atrayendo enormemente, pero estaba obligado a publicar las reflexiones que había hecho durante los últimos 38 años”, explica. “Si bien es cierto que en 1970 quedé satisfecho con lo que había publicado en mi tesis, nunca me quedó clara su biografía. Con el correr del tiempo, la información comenzó a llegarme”, añade.

En efecto, a partir de la década del 70 empezaron a aparecer importantes hallazgos relacionados con el autor del manuscrito autógrafo El primer nueva corónica y buen gobierno (1616). Entre ellos, la publicación de Y no hay remedio, documento en el que Guaman Poma figura como colaborador de un sacerdote en las reparticiones de tierras en Ayacucho y que ofrece lo que quizás sea uno de los principales hallazgos del antropólogo limeño: el haber demostrado la estrecha relación entre Guaman Poma y el cronista español Fray Martín de Murúa, lo que trajo por tierra las teorías surgidas en Italia en los 90 que negaban la autoría del ayacuchano en la Nueva crónica, otorgándosela al sacerdorte jesuita Blas Valera. “Yo no les di importancia, estaba convencido de que Guaman Poma fue un indio que vivió intensamente en Ayacucho y Apurímac, pues toda la información ofrecida en la ?Nueva crónica? corresponde a esa región”, dice Ossio.

¿Cuanto más se sabe de Guaman Poma hoy, con relación a sus primeras investigaciones?
Muchísimo más. Cuando comencé había poquísimos trabajos. Dominaban el de Raúl Porras Barrenechea o las investigaciones de Julio C. Tello sobre las edades del mundo. Pero, la verdad, la bibliografía de entonces era muy parca. En el año 70 compartí mi tesis con Nathan Wachtel como un gesto de reciprocidad porque él me había prestado su texto sobre la visión de los vencidos. Él luego citaría mi investigación en un artículo muy conocido, titulado ?Pensamiento salvaje y aculturación?, en el que compara a Guaman Poma con el Inca Garcilaso de la Vega. A partir de este trabajo, y de mi libro sobre ideología mesiánica, el tema de Guaman Poma resucita entre los especialistas. Poco tiempo después, la lingüista estadounidense Rolena Adorno publicó sus trabajos, luego Raquel Chang y Julio Ortega. Es curioso que sea gente de literatura, y especialmente semiólogos, quienes más se han interesado por Guaman Poma.

Usted llama ?quechuañol? al castellano que Guaman Poma utiliza en su ?Nueva crónica?…
Quien me abrió los ojos sobre eso fue precisamente Porras, quien analizó la ?Nueva crónica? desde una perspectiva estrictamente occidental. Porras, familiarizado con los estándares de la historiografía del siglo XVI y XVII, estaba horrorizado por la forma de escribir de Guaman Poma. Porras hablaba de “jerigonza”, de un lenguaje incomprensible, de inexactitudes históricas. En efecto, si lees a Guaman Poma en voz alta, descubres que su castellano tiene una sintaxis quechua. Eso es fundamental. Porras llegó a enormes excesos en su perspectiva europea, al juzgar que Guaman Poma sufría de ?behetría mental?. ¡Lo acusaba de tener un caos en la mente!

Porras no supo entender a Guaman Poma?
No lo entendió. El hecho de que no hubiese manejado las técnicas historiográficas de la época, y de que no hablara bien el español, no nos debe llevar a pensar que tuviera un “caos mental”. Yo pensé que había que verlo desde otra perspectiva, por eso mi primer artículo lo titulé “Nueva crónica o carta al rey”. Desde ese punto de vista, podíamos entender mejor su pensamiento indígena. En verdad, en la “Nueva crónica”, Guaman Poma no tiene mayor interés por dejar constancia de los acontecimientos del pasado. Lo que él quería era transmitirle una información al rey de España para que este restableciera el orden. Erigiéndose como un intermediario entre los indígenas y el monarca, Guaman Poma no ve al rey de España solo como un líder político, sino más bien como un rey metafísico, una especie de inca capaz de restablecer el orden social y natural. Guaman Poma pensaba que, tras la conquista española, se había producido un cataclismo cósmico.

Esa mirada mesiánica nos hace entender lo ingenua que resultaba, políticamente hablando, la intención del autor al escribir al rey?
No solo eso. La suya es una carta al rey pidiéndole la restauración del orden sobre la base de una separación de los indios y de los españoles. Que los invasores vuelvan a España y que dejen a los indios en paz. ¡Es una locura pedirle al mismo rey de España que deje sus territorios! Lo que sucede es que Guaman Poma, desde su mirada mesiánica, separa al rey de España de su dominio político sobre las indias y lo convierte en una categoría metafísica con la capacidad de restablecer el orden cósmico.

En la “Nueva crónica” conviven lo mesiánico y lo pragmático.
Así es. Guaman Poma es una persona que ha auscultado la sociedad colonial, que conoce la legislación y las contradicciones entre la teoría y la praxis. Precisamente, estas contradicciones lo angustian y lo llevan a decir que el mundo está al revés. Para él, el orden social viene de la eternidad, y los individuos no tienen derecho a alterarlo. La llegada de los españoles alteró el ordenamiento jerárquico existente, y por eso se queja de que los “indios bajos” quieran subir de jerarquía, o que las mujeres indias intimen con españoles. Él fue un enemigo del mestizaje, un convencido de la endogamia social, que guarda correspondencia con la orientación social que aún existe en el mundo andino, donde está muy arraigada la vieja noción de contrastar lo local con lo foráneo, lo legítimo con lo ilegítimo. Ese mismo sentimiento marca las relaciones interétnicas andinas.

El cronista Fray Martín de Murúa fue maestro de Guaman Poma, pero años después fue su enemigo. ¿Por qué se rompió la relación entre ambos?
Sospecho lo siguiente: en un primer momento hubo una absoluta relación de colaboración. Guaman Poma hizo cerca del 80% de los dibujos de la primera versión del libro de Murúa “Historia general del Perú”. Aquellos dibujos reunidos por Murúa tienen el trazo indígena muy semejante al de los dibujos de la “Nueva crónica”. La desavenencia podría haber aparecido cuando Murúa decide dejar de lado el primer manuscrito y se embarca en la redacción del segundo. Tengo la impresión de que eso debió frustrarlo mucho. Por eso, a partir de ese momento Guaman Poma toma una actitud beligerante frente a Murúa, en los años que vivieron en la provincia de Aymaraes, en Apurímac, entre 1604 y 1606.

Ha sugerido la teoría de que Guaman Poma podría haber necesitado de todo un taller para la realización de su manuscrito. La tesis ha generado todo un escándalo?
Rolena Adorno es la que más me ha criticado. La verdad, tengo como modelo el caso de Murúa. La primera versión de su crónica la hemos estado estudiando en el centro Getty de California los dos últimos años y encontramos que los dibujos de su manuscrito presentan varias manos. Por lo menos hay un autor europeo y un autor indígena. Se han encontrado hasta cuatro estilos caligráficos. ¿Qué revela todo eso? Pues que Murúa utilizó a muchas personas para sus obras. Una de ellas fue Guaman Poma. ¿Porque él no podría haber hecho lo mismo?

EL DATO
Guaman Poma en la red
La Biblioteca Real de Copenhague ha digitalizado la ?Nueva crónica? de Guaman Poma. Búsquela en el sitio
www.kb.dk/permalink/2006/poma/info/es/ontpage.htm0

Fuente: El Comercio

Puntuación: 2.40 / Votos: 5
EN BUSCA DEL ORDEN PERDIDO

3 thoughts on “EN BUSCA DEL ORDEN PERDIDO

  • 30 mayo, 2011 a las 8:33 pm
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    Excelente artículo. Estoy escribiendo un libro sobre los cronistas del nuevo mundo, y no puedo hallar los dibujos atribuidos a Fray Martín de Murúa. Cualquie colaboración será muy apreciada, y mencionada en la publicación.

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  • 13 abril, 2012 a las 4:55 pm
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    Si uno observa los dibujos de Guamán Poma, en las vestiduras de las autoridades indias o indígenas, o runas, hay algunos símbolos que se repiten insritos en cuadrados. A mi modo de ver esa es una escritura que aparece como decoración, para que los españoles no se den cuenta. ¿Tiene usted alguna interpretación de ellas?

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  • 4 agosto, 2012 a las 9:57 am
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    Tenemos Historia, Protohistoria y Autohistoria. Lo de Guaman Poma es titánico y admirable que el antropologo Planas haya estudiado la vida y obra de dicho cronista, historiador, testigo de excepcion de su tiempo y de la humanidad.

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