Parece que habrá un antes y después, de las protestas #NoMásCorrupción, Noviembre2020, o como quede denominada; antes, con la marcha de los cuatro suyos se hizo posible derrotar políticamente al cogobierno de Fujimori-Montesinos en su versión corrompida, que hizo olvidar su aporte a las reformas económicas de los 90s que permitieron el ultimo crecimiento económico al comenzar este siglo, siendo investigados, procesados y sancionado. Igual, si Vizcarra tiene inconductas o actos de corrupción, estas deben ser investigadas por la fiscalía (lo están haciendo), pues el congreso inexplicablemente no tuvo la voluntad de hacerlo, basando su decisión de vacancia en solo votos (el TC podría zanjar, ello), en investigaciones periodísticas, que no equiparan a una investigación de la fiscalía y congreso, en ese orden.
Pero una vez más había que enfrentar la corrupción, que hace imposible todo desarrollo, que en el anterior y actual congreso pos disolución tenia su expresión; el termino repartija, expresa con exactitud su composición o entraña, llegan a lo suyo, solo con intereses particulares y reiteradas veces indebidos, encima gozando de sueldos que en la competitividad laboral privada y pública, solo accederían los altamente calificados y no los peor calificados, estos defectos de la democracia representativa, podrían ser superados, con la renovación por tercios del parlamento, pero que tienen que aprobar ellos mismos, como también precisar los temas de inmunidad-impunidad parlamentaria, por citar dos posibilidades conocidas. El congreso que viene, bajo las mismas reglas y modelo, tiene una alta probabilidad de replicar el mismo resultado conocido. Las protestas esperan que así no sea.
Como empezó este Noviembre2020, por la convenida decisión de vacancia, parece que la principal agenda de quienes llegaron al congreso era la vacancia express, si llegó Vizcarra, tenían que llegar ellos, para realizar su agenda particularista, puro intereses mercantilistas; cual es su agenda para la pandemia, el crecimiento económico, el desarrollo, la visión de país; reabrir universidades no licenciadas, populismo y más de lo mismo, puro particularismo.
Esta generación se harto de la corrupción, han crecido con esta (a)normalidad política, les dijeron que “así era, es y será la Política”, un circulo vicioso donde siempre terminas en lo mismo; tenían que aceptar el roba (“bien”) pero hace obra (mal); mientras en la pandemia algunas (si se prefiere muchas, todas) de sus autoridades nacionales, regionales y locales, pretendían seguir “robando, haciendo obra”, los muertos y afectados, las más altas en el mundo, eran solo cifras; parece que la consigna es el re robo, cambia tu corrupto. Es claro el que se vallan todos (empezando por los corruptos).
Antero, representa incluso más que Merino, el status quo político, siendo uno de los más reconocidos abogados en su especialidad, no puede ofrecer ese mismo reconocimiento como gestor público desde cuando fue premier, ahora menos con un nuevo premiarato, cuando pretende con el negacionismo de las protestas y al menos incertidumbre de lo que propone, conforma un gabinete que sigue el mismo recorrido, ante la ausencia comunicativa de Merino. El intento por legitimarse se viene agotando aceleradamente, mientras las protestas apenas han comenzado esta semana.
Esta generación a c o n c i e n t i z a d o a todos, de la urgencia del cambio, aún con convocatoria a elecciones, con una reforma política insuficiente, con el allanamiento del poder público (administración, policía, fuerzas armadas), con incomprensiones-insultos de algunos; a riesgo del contagio, integridad física, a riesgo de luchar y no alcanzar el objetivo (al principio); que tiene que perder, poco o nada, que es lo que le ofrece el sistema político; si pudieran llegar al congreso, ya no solo a protestar, sino vía elecciones, no ofrecerían experiencia (en un sistema político, enajenado de la realidad), sino valores y convicciones, lo que se necesita para todo gran cambio; luchar a contracorriente, pues tendríamos que elegir entre lo mimo y mismos.
Salidas, empezando por la salida del actual gobierno, la que proponga el mismo Merino y tenga legitimidad (reconocimiento), la que se construya alternativamente; mientras las agendas particularistas en curso tendrán que ser reevaluadas, el congreso-presidencia tiene todos los reflectores ciudadanos operativos, pues caso contrario acelerará este proceso. Que viene (debería), una reforma política estructural, tarea técnica, pero primero ciudadana …
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