CULTURA Y CULTURA AMBIENTAL*

Dentro de los contextos actuales donde cada vez es más frecuente ser testigos directos o indirectos de situaciones donde se pone en evidencia la deshumanización del ser humano frente a aquellos elementos que la naturaleza ha demandado miles o millones de años en estructurarlos y sistematizarlos, y nosotros terminamos fracturándolo o destruyéndolo en muchísimo menos tiempo. Las noticias y reportajes de derrames de petróleo en la amazonia, la caza furtiva de goze y disfrute de algunos o muchos, la expropiación territorial a la naturaleza ocasionada por la invasión a espacios sensibles y vulnerables, y tantas otras acciones son ya de índole local, regional y mundial; que en pleno siglo XXI, o era del conocimiento, no podemos seguir buscando o alcanzando el ansiado desarrollo dando la espalda al ambiente y los elementos componentes; por ello la educación es un instrumento vital que logra estructurar la cultura ambiental en los niños y jóvenes que se convertirán en ciudadanos que logren construir o destruir una sociedad en búsqueda de un desarrollo cada vez más sostenible.

Miller, B. (2011 p.7) refiere que la cultura “hace referencia a las creencias y comportamientos de las personas, aprendidos y compartidos”; estas creencias y comportamientos a la cual refiere la autora, formarían parte de la identidad de las sociedades, que se van construyendo mediante aprendizajes directos e indirectos. Por otro lado el término ambiente es un término muy general, “relacionado a las condiciones o circunstancias físicas, sociales, económicas, etc., de un lugar, de una reunión, de una colectividad o de una época” (ASALE, 2016). Muchas veces se utiliza el término “medio ambiente” para referirse al ambiente natural o ecológico, sin embargo tanto el término ambiente como medio tendrían la misma connotación, por lo que el uso de los términos en una sola idea resulta redundante, por esta razón se propone el uso de uno de los términos, o ambiente o medio, o, en sentido estricto, medio natural o ambiente natural. Cabe resaltar que el medio o ambiente donde nos desenvolvemos los seres humanos son ambientes naturales o intervenidos por la mano del hombre (ciudad), siendo más frágil los ambientes naturales.

 

La cultura ambiental podría ser entendida como aquella postura, actitud, conducta o comportamiento ante la vida que nos permite cuidar y preservar nuestro ambiente o entorno, siendo un asunto de interés para todo el mundo, sea en la comunidad, familia o escuela. Tarazona (2000, p. 75) refiere que hablar de cultura ambiental es referirse al fondo social en el que tiene lugar la educación ambiental. Este fondo social, en su inicio, no fue dado por ninguna instancia educativa, surgió espontáneamente a partir de lo que la experiencia de vida de una comunidad iba definiendo como importante para su supervivencia, ya desde los griegos, incas, hasta las actuales sociedades. Esto significa que, originalmente, la cultura ambiental no era diseñada a priori, sino que aparecía como el resultado natural de lo que la comunidad iba percibiendo como adecuado a sus necesidades en relación con el medio ambiente, lo que convierte a la cultura ambiental como una especie de instrumento necesario surgido por el empirismo y de modo espontánea en tanto que cada sociedad establezca lo necesario para convivir de modo armonioso con su entorno. En esto difiere de la educación ambiental en la cual su contenido es planificado, transmitido e incorporado al sistema cultural de una comunidad, ya que forma parte de un sistema integrado que proviene con directrices ya estructurados, y son en las escuelas donde los docentes de encargan de construirlo y evaluarlo. Mientras que la cultura ambiental se evalúe en base a resultados de convivencia, la educación ambiental, tendría un matiz donde la evaluación, en un sistema educativo no contemporáneo, su evaluación sería en escritorio. Tarazona (2000, p. 76) plantea que “la persona actúa en base a tres niveles psicológicos: cognitivo, afectivo y conductual. Si la persona recibe información sobre el ambiente natural (nivel cognitivo) pero esta información es registrada por la persona como irrelevante (nivel afectivo), la acción pro ambiental no se ejecutará (nivel conductual); es por ello que asegura que estos tres niveles son la base de una cultura ambiental.”

 

Roque (2003, p. 9) afirma que el desarrollo de una cultura ambiental supone un cambio de concepción del hombre sobre sí mismo y sobre su lugar en el mundo, y consecuentemente de su lugar respecto a los otros hombres, respecto a la sociedad y respecto a la naturaleza, para ello debe apropiarse del conocimiento de una realidad compleja, aprender a interaccionar con ella de otro modo, pero sobre todo debe reorientar sus fines, sin abandonarlos.

 

Son muchos los ejemplos del deterioro ambiental sobre todo en la contaminación de lagos, ríos, mares, aire, entre otro; por ello, es urgente promoverla, ya sea desde nuestros hogares, comunidades o escuelas, no sólo dirigida hacia los niños, también es urgente promover la cultura ambiental entre los jóvenes y adultos, siendo estos últimos ejemplos para los niños. Es a través de la educación que el hombre interioriza la cultura y sus aspectos conformantes; el hombre, en tanto sujeto educable, es capaz de construir y producir conocimientos, de desarrollar su capacidad y formar y reorientar sus valores, lo que hace posible que modifique sus fines a través de su actividad, pudiendo contribuir como sujeto individual a la transformación de la realidad. En el desarrollo de estos aspectos culturales, deben participar los niños y los jóvenes que hoy cursan su educación básica y a quienes se les debe preparar para que se despierte en ellos el interés por comprender los alcances que el cuidado del ambiente tiene para beneficio de todos. Es desde esta etapa de su formación donde se debe desarrollar en los niños la conciencia ecológica; conciencia que ahora se llama sustentabilidad, concepto cada día más aceptado y que nos debe ayudar a promover la cultura por el cuidado de nuestro ambiente de manera muy precisa.

 

*Extracto de la tesis: “PLAN DE GESTIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES Y CULTURA AMBIENTAL EN LOS ESTUDIANTES DE LA I.E.E. RICARDO BENTÍN DEL DISTRITO DEL RÍMAC, LIMA-2013” (Gabriel, E. 2013)

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6 Comentarios

  • P. Milagros

    Gracias por compartir esta reflexión. Es interesante anotar que la antropología tiene como tema principal de análisis a la cultura y precisamente, hacia la década de los cuarenta, se retoma con el paradigma de la Ecología cultural de Julian Steward quien relaciona al entorno y a las condiciones naturales con la cultura.

    • EGABRIELC

      Así es Pilar, la vinculación entre ambiente y cultura son temas que también se tratan desde la Geografía Cultural.
      Gracias por tu aporte.

  • Neelym Murillo Carhuanina

    Es un tema muy interesante y a la vez muy preocupante en la actualidad,ya que como se sabe el gobierno no toma mucho interes en los problemas ambientales que ocurren en el paìs, como ejemplo tenemos el caso del derame de petroleo en la selva. Este tema involucra a todos los actores del turismo como a la misma poblaciòn es por ello que concuerdo con usted, en mecionar que a traves de la educaciòn se puede promover la concientizaciòn de la cultura ambiental.

  • Criss Perez Chuchón

    Gran reflexión con respecto al tema. Es muy importante reconocer que se esta perdiendo el interés y la preocupación por respetar la cultura ambiental y cultivar mas respeto por la naturaleza. Son muchos los casos sonados, en especial aquellos relacionados con la depredacion y la deforestacion de áreas naturales. Ojala se tome reflexión con respecto al tema

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