APROPIACIÓN ILÍCITA DE LAS PIEZAS EXCAVADAS POR HIRAM BINGHAM EN MACHU PICCHU, EN LOS TRIBUNALES DE COLUMBIA – USA<span style='background-color:#CCFFFF;'

27-01-2009 – Renato Velásquez

Tras quince meses de fallida negociación, el Estado peruano demandó a la Universidad de Yale ante la Corte del Distrito de Columbia, en Estados Unidos, por “apropiación ilícita de las piezas excavadas por Hiram Bingham en 1912 en Machu Picchu”. Debido a la distancia entre ambas posturas, las puertas para una negociación amistosa están casi cerradas.
“Queremos todo”, son las palabras enfáticas de la directora del Instituto Nacional de Cultura (INC), Cecilia Bákula. “El Perú quiere todo porque no puede pedir menos. ¿Quién nos puede decir como propietarios soberanos qué podemos tener y qué no podemos tener?”, se pregunta la funcionaria. Tras quince meses de infructuosa negociación, el Estado peruano demandó el 5 de diciembre a la Universidad de Yale ante la Corte del Distrito de Columbia, en Estados Unidos, “por posesión y apropiación ilícita de las piezas excavadas por Hiram Bingham en 1912 en Machu Picchu; y por incumplimiento de un pacto mutuo” de devolución.

Según el ministro de Trabajo, Jorge Villasante- miembro del equipo del Ejecutivo a cargo del caso- el juicio se inició por considerar “inaceptables” las condiciones que exigía Yale para devolver las piezas: los derechos usufructuarios de algunos objetos por 99 años y la construcción de un museo según sus indicaciones. La denuncia ante los tribunales estadounidenses pudo significar un cambio de último momento en la estrategia peruana, pues en los días previos Villasante había declarado a los medios que ésta se presentaría en el Cuzco.

Los puntos “inaceptables” fueron contemplados en el Memorándum de Entendimiento suscrito en setiembre de 2007 y que firmó el entonces ministro Hernán Garrido- Lecca. En marzo de este año, luego del inventario realizado por un equipo de especialistas del INC en New Haven, donde se encuentra el Museo Peabody que alberga la colección inca, Perú desconoció el documento y, tras meses de estudiar el caso, demandó finalmente a Yale.

¿Memorando de desentendimiento?

En el “Memorando de Entendimiento” la universidad norteamericana deja claro que “no está obligada legalmente a devolver los objetos”, pero que reconocería el derecho de propiedad de Perú sobre los mismos sólo si el acuerdo se daba bajo los siguientes términos. En resumen: las piezas museables- 384 según Yale- y otros fragmentos serían devueltos al Perú tras una gira internacional de dos años- financiada por la universidad y cuyos fondos se utilizarían para la construcción de un museo en Cuzco-, y aquellas repetidas y similares a las ya existentes en Perú permanecerían en New Haven con derechos usufructuarios por 99 años.

El preacuerdo planteaba dos profundas discrepancias: el número de piezas que posee Yale, y el criterio para definir aquellas piezas museables que se debían devolver. Todo parece indicar que Yale y el INC cuentan distinto: en los inventarios que la universidad ha puesto a disposición del público en su página web se muestran alrededor de 5700 objetos, ya que consideran a todos los fragmentos dentro de la pieza de la que formaron parte originalmente. Los expertos del INC contaron 46 332 piezas, ya que enumeraron a todos los fragmentos por separado.

Pero, de todo ese conjunto, ¿quién decide lo que está en condiciones de ser mostrado en un museo? “Eso sólo se establece a partir de la estructura de un guión. Lo museable no es sólo lo lindo o lo completo. Uno se puede encontrar un fragmento griego pequeñito dentro de una imagen más grande y uno se da cuenta: ¡ah, esto es parte de una crátera maravillosa! Depende cómo se plantea la propuesta. Y en última instancia, quien tiene que decir lo que es museable es el Perú y solamente el Perú”, afirma la doctora Bákula.

La colección que se llevó Bingham

¿Cuál es la importancia de la colección en disputa? Como casi todas las preguntas del caso, ésta tiene dos respuestas. Perú escribe en la demanda que “las reliquias son centrales para la historia y la herencia cultural del Perú”. Para Yale “los materiales de Machu Picchu enviados al Peabody consistieron principalmente en cerámica hecha fragmentos, huesos animales y otros artículos desechados por los incas”, como lo publican en el documento “Mitos y Hechos sobre los materiales de Machu Picchu en la Universidad de Yale”.

“No es una colección cualquiera la que tiene Yale, es la colección recogida por un analítico coleccionista e investigador que es Hiran Bingham (…) La cantidad de cabecitas de puma de aríbalos que hay en Yale es impresionante. ¿Cuántos aríbalos hemos dejado de tener? Hay unos morteros de piedra que quitan el aliento por su perfección”, considera la doctora Cecilia Bákula.

Las condiciones de almacenamiento de la colección, en general, han sido declaradas “regulares” por el INC, aunque Bákula cree que los restos humanos “tienen algunos problemas”. Para la directora del INC “lo grave no es cómo están, sino lo poco que se ha hecho con las piezas”. Perú también alega en la demanda que Yale no ha estudiado lo suficiente el material inca que tiene en su poder. Sin embargo, la universidad estadounidense enumera hasta treinta estudios e investigaciones al respecto en su página oficial de Internet. “Yo no las he visto”, asegura Cecilia Bákula.

Según la funcionaria, el INC ya tiene tres planes para las piezas si Perú gana la demanda. “Una posibilidad es que las piezas sean exhibidas en Lima, porque es la capital del Estado. El (plan) B es que vengan aquí (Lima) y al Cuzco. C es que dentro de Cuzco hay varios sitios donde se pueden exhibir: podemos habilitar un espacio en el Museo Inca o construir un súper ultra museo”, explica.

¿De quién son las piezas encontradas en Machu Picchu?

El abogado de la Universidad de Yale en el Perú, Enrique Ghersi, ha declarado que los derechos del Perú para exigir la devolución del material han prescrito, a lo que el ministro Jorge Villasante ha respondido que “en la legislación nacional no se puede adquirir por prescripción los bienes que forman parte del patrimonio cultural, histórico de la nación”.

Ghersi también ha asegurado que “no tiene sentido” el pedido de las autoridades peruanas para que la institución educativa norteamericana pague una reparación económica, pues adujo que esta “nunca se ha aprovechado económicamente de esos productos, por el contrario, los ha conservado y estudiado”.

El testimonio de la National Geographic Society podría ser determinante ante los tribunales estadounidenses, pues la institución también participó en la expedición de Bingham y Yale de 1912. En un documental reciente, National Geographic News explica que “aunque las ruinas arquitectónicas de Machu Picchu están casi intactas, sus tesoros viven lejos de aquí”. Las palabras del locutor son acompañadas de un zoom in a la puerta del Museo de Historia Natural Peabody de New Haven. “Es cierto que los museos han conservado muchas piezas en buen estado y por años, pero para el Perú no hay mejor lugar que casa”, añade la voz en off. Tras mostrar algunas imágenes de las ruinas y relatar la expedición de Hiram Bingham, el reportaje asegura: “los permisos son claros al señalar que las piezas debían ser devueltas. El reclamo peruano todavía es válido”.

“Los artefactos sustraídos por Hiram Bingham de Machu Picchu son de Perú, pertenecen a la gente de Perú y deben ser devueltos”, sostiene Terry García, vicepresidente de National Geographic, en el mismo documental.

Yale alega la universalidad de los bienes culturales. “Yale comparte la premisa de que Machu Picchu pertenece a la humanidad y sus monumentos fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco”, se lee en una de sus declaraciones oficiales.

Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Perú ha deslindado toda participación del Gobierno norteamericano en el juicio. Lo contrario sucederá en las próximas semanas con la embajada peruana en Washington, pues el despacho del doctor Fernando Ortiz de Zevallos asumirá la representación del Perú en el litigio en cuanto la demanda sea aceptada por los tribunales de Columbia.

Representantes del Estado peruano y la Universidad de Yale han declarado que “siempre” hay espacio para la negociación, pero debido a la honda distancia entre las posturas parece que la puerta de la solución amistosa está casi cerrada.

FUENTE:
http://www.diariocritico.com/2009/Enero/investigacion/124728/piezas-machu-pichu-yaleprint.html

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