Buscar un lugar para vivir a veces es una tarea titánica que abarca tiempo y esfuerzo, mas aún en una gran ciudad en donde el tiempo no es suficiente para nada.
Al recorrer diversos lugares de la ciudad te das cuenta que la mayoría de estos están plagadas de edificios imponentes de aproximadamente 20 pisos. No es que cuestione el “Boom inmobilario” o el estilo de vida del ciudadano actual, simplemente siento que eso no es para mi, no creo que pueda.
Veamos, comprar una casa, claro, sería una excelente opción, pero lamentablemente las casas aquí son más caras que incluso en Miami y endeudarme por 10 años implicaría “vivir para la casa y no en la casa”.
Explorando más allá de lo tradicional de comprar una casa o un departamento, me decidí investigar por los terrernos. Efectivamente, hay varias pre-ventas de lotes en zonas urbanizadas situación que realmente desconocía, creo que el sector inmobilario nunca fue mi fuerte. Pero bien si me animara a comprar un terrero ¿cómo haría para “levantar mi casa”?- Gran interrogante, que me mantenía inquieta.
Pensé en los típicos materiales como el ladrillo y concreto, incluso por haber trabajado en una empresa de construcción anteriormente pensé en el famoso “hormigón”. Sin embargo, todos esos materiales fueron descartados debido a sus altos costos.
Hace dos día fui a la casa de mi mejor amiga para que me orientase al respecto, porque ella ya pasó la disyuntiva que ahora estoy viviendo. Al entrar a su hogar observé que había enchapado su sala con madera ¡Wow! Me pareció genial su decoración. Fue en ese momento en el que pensé en madera y lo relacioné: una casa de madera.
Indagando un poco más descubrí que existían casas de madera prefabricadas baratas, ese hallazgo ha resultado un alivio para mi dado que ahora sé que puedo comprar el terreno y no preocuparme por la construcción. Es interesante incluso cuando ahondas en el tema.
Es posible que la idea no les agrade a mis familiares, en especial a mi tío que es arquitecto y toda su vida a trabajado en proyectos que implicaban ladrillos y concretos.
No me interesarán sus comentarios, lo que me emociona es que pronto tendré un espacio cómodo y confortable al que llamaré hogar. La idea de una casa de madera prefabricada me emociona, seguro que apenas tenga todo listo aparecerán varios curiosos que quieran visitarme.