Al parecer papá y yo compartimos la misma afición por las caricaturas. Nos encanta la minuciosidad de estas, el grado de detalle es sorprende y la capacidad de quienes la realizan. Por otro lado, quizás reírnos de nosotros mismos un rato no está nada mal, pues como sabrán las caricaturas son retratos que exageran o distorsionan la aparencia física de una persona. Para mí le da un toque de humor a la vida.
Él y yo siempre solemos pasear los fines de semana por la plaza y observamos cómo estos artistas realizan su trabajo, emplean solamente carboncillo y papel. Con estos logran trazos firmes que al unirse forman una imagen familiar para quien la recibe, muchos al ver el trabajo final del artista sonríen y de seguro será un muy bonito recuerdo.
El problema es que cuando nos decidimos y deseamos que nos hagan una caricatura, aquellos afanados artistas no están. ¿No les ha pasado que ven algo y cuando lo quieren comprar ya no está? Bueno, eso nos pasa a mi papá y a mí cuando nos animamos a hacernos una caricatura. Nosotros la queremos para ponerla en la sala de la casa, quizás les arrancarles una sonrisa a los familiares y visitantes al verla; sin embargo, siempre regresamos a casa sin la ansiada caricatura.
Un día navegando por internet encontré una página en donde hacían carticaturas a pedido http://caricaturascom.es/ observé su trabajo y me encandiló su pasión por el arte. Además, me pareció interesante que hicieran de todo ello un negocio, pues estaban empleando sus habilidades artísticas para crear un negocio creativo en base a ello.
Luego de dejar de lado mis cavilaciones, le pregunté si podíamos ordenar una para nosotros. Papá como siempre desconfiado, pues no comprendía cómo se podía realizar una transacción de ese tipo por internet.
Le expliqué con paciencia, le mostré las caricaturas que habían realizado y quedó fascinado por la calidad del trabajo. Incluso le gustó las ideas que planteaban, se dio cuenta que las caricaturas podrían ser hechas para ser colocadas en tarjetas de invitaciones, detalles de boda, carátulas etc.
Mi padre y yo nos dimos cuenta que la caricatura es un regalo creativo con un toque de humor.