Aplicaciones de la Responsabilidad Social en la Administración Pública

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Dr. Adm. Freddy William Castillo Palacios

La responsabilidad social es una forma de gestión que empezó en el ámbito de la gestión de empresas privadas, asumiendo éstas la posición de ciudadanos corporativos que contribuyen al desarrollo sostenido de determinados grupos de interés (stakeholders) y a la gestión efectiva de los impactos generados por sus actividades productivas y comerciales. Estos impactos son de tipo económico, social y ambiental.

 

En el caso de la administración pública, el enfoque de la Responsabilidad Social es muy importante pues brinda un enfoque que permite implementar la modernización del Estado, planteando servicios públicos acordes con las necesidades y expectativas de los grupos de interés de la sociedad civil. De esta manera se generan procesos de interacción más eficientes y eficaces cuyos impactos son mucho más sostenibles y trascendentes. Para una organización pública que practica la Responsabilidad Social es muy importante generar y promover la mayor participación ciudadana y la rendición de cuentas efectiva, esto le facilita a la institución una mayor legitimidad social en el entorno en que se desenvuelve.

 

La Responsabilidad Social, se convierte entonces en un gran desafío para las organizaciones públicas, pues deben adaptar sus procesos y prácticas a fin de poder cumplir una gestión ética y con programas de acción social pertinentes y efectivos, generadores de verdaderos impactos en el desarrollo intergral de una comunidad. Esto será posible en cuanto las instituciones logren interactuar de mejor manera y emplear la empatía social con las comunidades objetivo y los distintos grupos de interés involucrados.

 

Por su propia naturaleza, la Responsabilidad Social puede aportar mucho en relación a mejorar la gestión pública en el Perú. Ello está en relación, por ejemplo, al fortalecimiento de la democracia participativa, con ciudadanos que puedan disponer de mejores  herramientas para el control activo y permanente de las actividades propias de la gestión pública.

 

Para lograr ejercer institucionalmente la Responsabilidad Social, es necesario contar con una organización basada en principios y valores, solo a través de esta base filosófica se podrá desarrollar una relación interna y externa ética y  productiva socialmente.

 

Hoy son notorios los esfuerzos desarrollados en algunas instancias del Estado tratando de profesionalizar la gestión pública pero aún hay una agenda pendiente al respecto, sobre todo en relación a la práctica efectiva del enfoque de inclusión en un país donde el coeficiente de Gini demuestra los elevados índices de lo opuesto.

 

En este contexto el modelo de Responsabilidad Social contribuye al desarrollo de una adecuada gestión relacional con diferentes grupos de interés donde estos plantean sus expectativas (demandas) y las organizaciones generan las consecuentes estrategias de satisfacción.

 

Finalmente, mencionar que para lograr la implementación sostenida de una propuesta de Responsabilidad Social, es necesario fomentar el cambio y consolidación de una cultura organizacional nueva, basada en la práctica de valores institucionales compartidos que prevalezcan la orientación al ciudadano y la obtención de resultados e impactos que generen verdadero desarrollo y bienestar en la población objetivo, así como una gestión transparente y auditable por el mismo control de la sociedad civil.

 

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