Muchas cosas se pueden decir sobre el próximo referéndum, y es cierto que urgen cambios estructurales en nuestro país; pero a escasos días de este acontecimiento no se sabe a ciencia cierta de las variaciones que se plantean.
En realidad, estas mas suenan a cambios cosméticos que a aquellas grandes que necesita nuestra nación, por ejemplo en el ámbito de la reeleción de congresistas, está el asunto de los nombres, que ahora se llaman de esa manera y después serían “parlamentarios”, por lo cual, lo anterior no aplicaría, como reza una vieja frase: “Hecha la ley, hecha la trampa”
Pero, este dilema nos remite finalmente a la incapacidad peruana de saber elegir no sólo en función país, sino siendo consecuente con nuestra espiritualidad y valores, los cuales ultimamente parecen haber cedido su sitio.
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