Balance de un desbalance: la producción sociojurídica en el Perú en el 2010

Lamentablemente, la sociología jurídica en el Perú sigue siendo una disciplina relegada y poco valorada. Por lo menos, la escasa producción bibliográfica que puede encontrarse alrededor de la “realidad social del Derecho” muestra que este es un tema que despierta poco interés tanto entre juristas como entre sociólogos, a pesar de las continuas quejas acerca del bajo cumplimiento de la ley, de la distancia entre el sistema judicial y la población, la falta de coordinación entre diferentes justicias, etc.

Los motivos para este desinterés son muchos y, en realidad, merecen una investigación aparte. Ello marca una distancia con nuestros vecinos cercanos, como Colombia o Brasil, donde la sociología jurídica gana cada vez más campo de acción al mostrar que no es solo una cuestión de intelectuales sino que tiene muchas aplicaciones prácticas que podrían ayudar a lograr una mayor eficiencia y legitimidad para nuestro sistema jurídico. Sin embargo, las Universidades y Facultades de Derecho –aún las de mayor prestigio- no parecen entender aún estas ventajas, concentrándose en la formación de abogados litigantes que solo reproducen una y otra vez los problemas del sistema legal.

Antes de iniciar una revisión de lo producido el año pasado por temas, cabe resaltar dos publicaciones que pueden considerarse una excepción a la regla. La primera es el libro del gran Boaventura de Sousa Santos, “La refundación del Estado en América Latina. Perspectivas desde una epistemología del Sur”, publicado en Lima por el Instituto Internacional de Derecho y Sociedad y el Programa Democracia y Transformación Global, el cual fue presentado públicamente en el marco del VII Congreso Internacional de la Red Latinoamericana de Antropología Jurídica (RELAJU), llevado a cabo en Lima en agosto del 2010.

La segunda es el libro de Guillermo Nugent, “El orden tutelar. Sobre las formas de autoridad en América Latina”, publicado por DESCO. A pesar de seguir dos líneas de pensamiento distintas, considero que ambos textos merecen una buena lectura por todos aquellos interesados en renovar sus ideas sobre la situación del poder y del derecho en América Latina, dado que ambos textos son imaginativos y están dirigidos a romper esquemas de pensamiento tradicionales sobre cuestiones como Estado, autoridad, poder, derecho y participación política. El libro de Nugent tiene además una orientación de género que merece ser destacada, dado que su crítica apunta también al poder patriarcal. Y lo mejor de todo es que ambos libros pueden ser conseguidos en línea, el de Sousa Santos acá y el de Nugent aquí.

Entrando a los temas específicos de la disciplina, de los pocos temas que han sido trabajados sobre la “realidad social del Derecho” el año que pasó, el más abordado ha sido el de policía y seguridad ciudadana, reflejando la creciente preocupación social que existe alrededor de este problema. La ONG Ciudad Nuestra, encabezada por Gino Costa, publicó el 2010 tres importantes libros al respecto: “¿Quiénes son asesinad@s en Lima?¿Cómo, cuándo y porqué?” –donde se analizan los homicidios registrados en Lima entre el 2000 y 2008 en función de variables como lugar, tipo de víctima y tiempo-, “Los serenazgos en Lima, ¿le ganan las calles a la Policía?”, donde se hace una evaluación –a mi juicio parcial- del papel que cumplen los serenazgos en la actualidad, y la posibilidad de convertirlos en una policía metropolitana; e “Inseguridad ciudadana en Lima, ¿Qué hacer?”, donde hacen una evaluación general del problema y de las propuestas existentes al respecto.

Por su parte, la Defensoría del Pueblo dio a conocer su Reporte de la Segunda Supervisión Nacional de Comisarías 2010, emitido por la Adjuntía de Asuntos Constitucionales, que brinda una mirada esencialmente descriptiva acerca de los problemas que atraviesan estas instancias policiales, lo cual no deja de ser interesante ya que brinda datos prácticos que permite conocer mejor cuáles son las limitaciones que tiene la policía más próxima a la gente para hacer frente a la inseguridad ciudadana. Finalmente el Instituto de Defensa Legal, a través de su Area de Seguridad Ciudadana, presentó dos publicaciones con un carácter más técnico, pero que también pueden considerarse como un aporte a la investigación sociojurídica: el Primer Informe 2010 sobre Seguridad Ciudadana – “El legado de Alan García, un país más inseguro”, y una Hoja de Ruta para un Plan Local de Seguridad Ciudadana, mediante el cual se busca brindar elementos para la formulación de planes estratégicos sobre el tema, a partir de diagnósticos de la inseguridad en cada localidad.

Un segundo tema que ocupó el interés de los investigadores fue el del pluralismo jurídico, si bien el año pasado, paradójicamente, la producción bibliográfica fue menor a la de otros años, a pesar de la realización del Congreso RELAJU. Ello no significa que los estudios o ensayos producidos haya sido menor; por el contrario, comparativamente podemos encontrar una explosión de estudios, artículos y ensayos que se enmarcan en este tema, algunos de los cuales pueden ser ubicados en diferentes páginas web como la PROJUR, el Instituto del Bien Común o ALERTANET, e incluso en revistas como Derecho & Sociedad. Sin embargo, en términos editoriales, no parece haber habido mayor interés en publicar estos textos, estando pendiente en todo caso la publicación de las ponencias del VII Congreso de la RELAJU.

Entre los pocos libros sobre el tema, podemos destacar tres. El primero es “El pluralismo jurídico y la interculturalidad en las escuelas judiciales: una propuesta”, publicado por la Comisión Andina de Juristas, donde se analiza la carencia de una visión pluralista en la formación de magistrados de la región andina y se avanza una propuesta al respecto. El segundo es “Pueblos Indígenas. Constituciones y Reformas Políticas en América Latina”, de Raquel Irigoyen Fajardo, publicado por el Instituto Internacional de Derecho y Sociedad, el cual da cuenta de las diferentes etapas que ha tenido el actual constitucionalismo pluralista en la región; y el tercero es “La facultad jurisdiccional de las rondas campesinas”, del Consorcio Justicia Viva, el cual recoge los comentarios de esta entidad sobre el reciente Acuerdo Plenario de la Corte Suprema que fija criterios para el reconocimiento de la facultad jurisdiccional de las rondas campesinas.

Como muestran estos trabajos, dentro del área de pluralismo jurídico se viene enfatizando la cuestión de la coordinación entre sistemas de justicia, tema que en realidad tiene un menor nivel al debate que existe en países como Bolivia o Ecuador, donde el énfasis viene puesto en la construcción de Estados multiculturales. En el caso peruano, es claro que este tema es aún bastante distante, si consideramos que recién se está avanzando en un reconocimiento más pleno del Estado –y en especial del Poder Judicial- de los derechos indígenas, tal como lo muestran los recientes Congresos de Justicia Intercultural auspiciados por la Corte Suprema, cuyos materiales pueden ser encontrados en línea en el portal web del Poder Judicial (ver aquí).

Finalmente, la cuestión de la administración de justicia no ha gozado, el pasado año, de mayor interés entre las casas editoras peruanas. En el caso del Fondo Editorial de la PUCP, por ejemplo, solo se ha publicado una complicación de estudios realizados por Luis Pásara, “Tres claves de la justicia en el Perú”, buscando acercar el pensamiento de este autor a las nuevas generaciones. Un texto más novedoso es el Informe Defensorial sobre Feminicidio en el Perú, publicado por la Defensoría del Pueblo, donde se analiza esta problemática a partir de los expedientes judiciales sobre estos casos, lo que brinda en todo caso una visión judicial del problema.

Finalmente, tal vez lo más original de la producción sobre justicia ha sido el libro de Fernando O´Phelan, “La justicia del diablo”, editado por PROJUSTICIA, el cual recopila sus artículos sobre la reforma judicial en los últimos años, mostrando una visión personal del tema que pocas veces se encuentra en esta área de estudios.

En resumen, la sociología del derecho tiene aún mucho por avanzar en el Perú, siendo más los campos de investigación abandonados y desiertos que los que despiertan interés en nuestro país. Aún en estos, los temas trabajados se encuentran desarticulados, moviéndose más por los intereses propios de los investigadores –o de quienes los financian- que por una agenda de investigación que priorice los temas de estudio sobre la realidad social del Derecho en el Perú. En nuestras próximas entregas esperamos ir aportando en este camino, analizando lo avanzado y lo que queda por hacer en las diferentes áreas de nuestra disciplina.

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