en este día que marca el inicio de un momento trascendental para nuestra Iglesia Católica, elevamos unidos nuestros corazones en oración.
Con plena confianza en la guía divina, pedimos al Espíritu Santo que ilumine abundantemente al Colegio Cardenalicio reunido en Cónclave. Que en este ejercicio de discernimiento, puedan reconocer con claridad la voluntad de Dios y elegir al sucesor de Pedro que el Señor ha preparado para pastorear a su Iglesia en este camino de esperanza.
En este tiempo, los invitamos a no dejarse confundir por especulaciones difundidas por diversos medios de comunicación social. Dejemos de lado los temores sobre el futuro de nuestra Iglesia y liberémonos de todo prejuicio o juzgamiento. Como hijos e hijas de Dios, confiemos plenamente en la acción constante y poderosa del Espíritu Santo; siempre ha sido así y seguirá siéndolo.
Anhelamos que el nuevo Papa sea un pastor según el corazón y la voluntad divina, el Vicario de Cristo que nos conduzca hacia el encuentro con el Padre. Que su ministerio nos impulse a vivir en armonía con toda la creación, tal como nos inspira el espíritu de San Francisco, alabando el nombre de Dios con todas las criaturas.
Unidos en la fe, oremos con fervor.
por Teófilo