Dos bastones contra palacio

Lectores, quizá no deba de ocultar mis más modestos sentimientos de autoproclamarme dictador de esta pequeña república y aplicar en ella una serie de programas (son secreto de miniEstado, por ello no se los puedo revelar – soy exhibicionista mental, pero no soy idiota- =) ), que harán de esta nación un mejor lugar para vivir (el juego de palabras de Estado y Nación es adrede y sólo para que no repita lo mismo, he estado en Letras y se bien la enorme diferencia entre los conceptos, bueno quizá no enorme), un mejor lugar para que los vuestros hijos suyos y los míos hijos míos (otro juego de palabras poco agradable al oído) crezcan con la seguridad de que su nación los empleará y que serán productivos, sin embargo…. tengo algunos inconvenientes…

Mi madre, mi muy pequeña (para mi) y adorable madre (aunque a veces dispare insultos contra mí, sé que lo hace con amor) sabe bien que para poder implementar mis proyectos (proyectos y programas no son lo mismo, la idea es que son bastante complicados para hacerlo en un día o en un año) necesitaré al menos unos 15 años y que para perpetuarme en el poder esa cantidad de años deberé de ser un dictador, un empedernido y vicioso dictador (tengo un problema y lo debo de aceptar, soy adicto a Carta Blanca, ese jueguito de cartas que viene con Windows) y que deberé de atropellar los derechos de algunos, las elecciones serán cada 5 años, como siempre, pero con la diferencia de que sólo habrá un candidato!, y que el poder será heredado (tengo cierta fijación con la monarquía, lean la última línea para más información), mis hijos y los hijos de mis hijos serán los dirigentes de este mágnifico país (magnífico si me dejan hacer eso de la línea de sucesión), deberé también reformar muchos poderes (suprimiré el congreso, aunque a estas alturas esa medida ya no parece antidemocrática sino más bien populista), reestructuraré los poderes (una nueva organización y un nuevo y más chulo nombre: Consejo Nacional), esperen creo que estoy hablando demás… Retomo, mi madre, bastante democrática ella, no aceptaría jamás eso y sería una de las primeras que protestaría frente a palacio gritando: Abajo el dictador!! Muerte al tirano!! (yo la consolé diciéndole que si algún día se le ocurre hacer eso la pondría en un container y la embarcaría a Cuba para que pase sus últimos años en un asilo, me preocupo por su salud, por ello la mando a Cuba), primer bastón.

Si he de pensar que debo de heredar mi poder en una línea de sucesión se da por entendido que tendré un hijo (les juro que quiero ser mucho más papá que presidente) y que evidentemente ha de tener una linda y decidida esposa (la madre de mis hijos, evidentemente) – esa idea suele enfrentarse contra mi idea del matrimonio musulmán, pero para eso debería convertirme al islamismo, no tengo nada contra los musulmanes, su cultura me parece de lo más atractiva y su pensamiento del hombre como hijo de Dios y afortunado por ello es de lo más razonable, convertirme al islamismo y tomar varias esposas; si la cultura me lo permite y la mente no me remuerde no habría problema, claro mientras ellas estén de acuerdo, pero resulta que mi futura primera esposa no quiere ser la primera, quiere ser la única…. adiós islamismo – y que la madre de mis hijos ha de tener una familia, una familia que se preocupa por ella y cuida de ella, no es que yo no lo vaya a hacer, desde ya lo hago casi todo el tiempo y me agrada hacerlo, pero que ha de querer protegerla de todo peligro; les soy sincero, yo también quiero lo mismo, pero… estar con un hombre que se quiere levantar en peso todo el sistema y darle la vuelta a la tortilla (alguno ha escuchado aquella canción de los 70’s, amados ricos no se preocupen no quiero hacerlos pobres, quiero hacer más ricos y más ricos, ricos y educados, creo que otra vez estoy hablando demás), en fin, la idea es que tendré demasiados enemigos que complotarán para hacerle caso a mi mamá y darle vuelta no a la tortilla sino a mi mismo y que evidentemente no se irán todo contra mí, sino también contra ELLA, mi bien amada y decidida, ELLA. Su madre no va estar de acuerdo en que quieran irse contra ella, yo tampoco, y que todo, evidentemente, se solucionaría si ELLA no me acompaña en esa travesía que puede ser mi futura vida política, segundo bastón.

En conclusión, mis dos bastones pertenecen a madres abnegadas y dedicadas, que quieren lo mejor para sus hijos y, en especial mi madre, lo mejor para todos ustedes, lástima que si alguna vez quisiera desobedecerlas ha de ser en ese entonces…

Turistas, no se alarmen si cuando vienen a la capital ven marchas por todos lados y no se sobresalten si ven que la encabezan 2 mujeres con bastones.

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