Deben saber estimados lectores que no suelo usar palabras vulgares contra un persona, una acción, un lugar, un sentimiento más allá de lo que nuestra cantidad de “moralina” lo permite. Soy de verso simple y sencillo, algo conflictuado quizá por la pena invocada en cada poema o por la ira imperante de mi alma. Hoy mientras sentado balbuceaba algunos versos vi formarse entre palabra y palabra un género de poesía entonces para mí muy poco explorado: poesía vulgar.
Le llamo vulgar no por el hecho de ser, quizá, hiriente para los lectores pero sí por los términos usados y frases mencionadas…
Probablemente este no sea el último de los poemas vulgares que vaya a presentar, la tentación de mezclar la cierta pureza que conserva aún la poesía y las palabras de una boca profanadora de belleza es sumamente grande e imposible de dejar pasar.
Disculpas dadas, termino este post